Lencer¨ªa del siglo XXI: sujetadores para ellos y calzoncillos para ellas
No, el auge de la moda unisex no parece suficiente
Si el armario masculino da poco lugar a la imaginaci¨®n, no digamos sus opciones en cuanto a ropa interior. Del slip al boxer, de los cuadros a las rayas y vuelta a empezar. Hay hombres que se sienten coartados por esta poca variedad de elecciones. M¨¢s de los que creemos.
El australiano Brent Krause vio nicho de mercado en el mundo de la lencer¨ªa fina para hombres. Muchos pensar¨¢n: menuda excentridad. Pero lo cierto es que su marca, Homme Myst¨¨re, ha facturado un mill¨®n de d¨®lares en su primer a?o de vida. Su demanda es tal que ha tenido que adentrarse en el mercado online a marchas forzadas, porque el comercio nacional no bastaba. Si alguien se pregunta en qu¨¦ consiste el ¨¦xito de Homme Myst¨¨re la respuesta es obvia: s¨ª, venden sujetadores y bragas para hombre. Con encajes, estampados florales, tiras de raso y toda la parefernalia que las mujeres est¨¢n acostumbradas a usar, pero adaptada a la anatom¨ªa masculina.
Krause afirmaba recientemente en un diario australiano que su grueso de mercado se encuentra en Estados Unidos y que, pese a los posibles prejuicios que nos asaltan a primera vista, su clientela no es mayoritariamente gay sino que, muy al contrario, est¨¢ compuesta por un 90% de heterosexuales (aunque no sabemos muy bien c¨®mo es capaz de medir la identidad sexual de sus compradores an¨®nimos). En cualquier caso, todos los que se atrevan a romper las barreras de g¨¦nero (aunque sea por dentro) pueden adquirir sus ligueros para piernas musculadas y sus taparrabos de encaje v¨ªa web y por poco m¨¢s de veinte euros.
En el mercado femenino tambi¨¦n est¨¢ aconteciendo una revoluci¨®n de valores, aunque por los motivos opuestos: hartas de ser cosificadas por sus prendas interiores, de la poca funcionalidad de ciertas y piezas y de que el arquetipo medi¨¢tico sea en ocasiones el de la modelo de Victoria's Secret, algunas de ellas est¨¢n iniciando proyectos que cortan de ra¨ªz con la asociaci¨®n entre feminidad y sujetadores con relleno.
El a?o pasado, la activista Abby Sugar lanz¨® Play Out, la primera marca de ropa interior unisex. Aunque, para ser justos, el dise?o es pr¨¢cticamente calcado al del calzoncillo. Ni estampados cursis, ni colores pastel. Lo suyo son los motivos gr¨¢ficos inspirados en la cultura digital y un patr¨®n que sirve tanto para hombres, mujeres, o aquellos que no se consideran identificados con el g¨¦nero binario. Como en el caso de Homme Myst¨¨re, la demanda est¨¢ siendo mayor de lo que a primera vista pudiera parecer: no s¨®lo han desfilado en Nueva York, grandes ense?as como American Apparel o Acne ya comercializan modelos similares.?
?Podr¨¢ la moda interior acabar con un lastre, el del g¨¦nero, que lleva arrastran varios siglos? A juzgar por las cifras, es posible. Ah¨ª fuera hay cientos de hombres en sujetador y de mujeres en calzoncillos. Quiz¨¢ solo haga falta visibilizarlos sin que los aludidos tengan que recurrir al striptease.
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