No hay vida como la paleovida
Airam Fern¨¢ndez es el creador del 'paleotraining', un modo de entrenamiento personal que predica el contacto con la naturaleza y la realizaci¨®n de ejercicios de aire primitivo
El ser humano comenz¨® a existir hace alrededor de tres millones de a?os y se convirti¨® en sapiens hace unos 200.000. La historia, por su parte, se inici¨® hace 5.000 a?os, en Mesopotamia, con los primeros documentos escritos. Lo que sabemos fidedignamente del pasado del hombre, por lo tanto, es s¨®lo una peque?¨ªsima parte de su aventura completa. El paleol¨ªtico ¨Ces decir, la antigua edad de piedra¨C ocupa m¨¢s del 99% del tiempo que nuestra especie ha estado sobre la tierra.
Por eso ha surgido en los ¨²ltimos a?os un grupo de defensores del estilo de vida paleol¨ªtico, que, seg¨²n ellos, con Darwin en la mano, garantiza mejor la felicidad humana. Aseguran que muchos de los cambios que hemos experimentado en los ¨²ltimos siglos, y m¨¢s aceleradamente en las ¨²ltimas d¨¦cadas, van en contra de nuestro bienestar. Destruyen el equilibrio f¨ªsico y, con ¨¦l, el ps¨ªquico. Carcomen el cuerpo hasta oxidar el alma.
Hemos comido animales y vegetales durante cientos de miles de a?os, pero hasta hace muy poco no inventamos la agricultura y la ganader¨ªa, y hasta la ¨¦poca griega, en los albores de nuestra era, no empezamos a comer cereales ni l¨¢cteos. Los paleo est¨¢n convencidos de que el trigo, el ma¨ªz o el centeno lesionan nuestro organismo y acaban enturbiando nuestras emociones. La celiaqu¨ªa, entre otras enfermedades, les dar¨ªa la raz¨®n.
Airam Fern¨¢ndez es uno de los ap¨®stoles espa?oles de la filosof¨ªa paleo y lo cuenta todo persuasivamente: ¡°Ser paleo consiste en respetar nuestra herencia gen¨¦tica y en ser coherentes con nuestras necesidades biol¨®gicas a nivel f¨ªsico, social y espiritual. Nadie se imagina a un caballo sentado durante 14 horas al d¨ªa y comiendo galletas de chocolate. Tampoco deber¨ªa ser as¨ª con los seres humanos, que siguen siendo Homo sapiens¡±. Airam tiene un aire sereno y no se inmuta cuando se le habla del progreso: ¡°Las modernidades bien usadas no van en contra de nuestra gen¨¦tica. Al contrario. Pero en los aspectos b¨¢sicos, como la alimentaci¨®n, el sue?o o el ejercicio, s¨ª debemos imitar a nuestros ancestros. No hace falta cazar mamuts, hablamos de los aspectos que determinan nuestra salud: qu¨¦ comes, c¨®mo te mueves y c¨®mo descansas. Eso es ser paleo¡±.
La apariencia de Airam no puede ser m¨¢s saludable: musculoso sin exceso, con la piel asoleada y con un sosiego en la expresi¨®n que alivia cualquier pol¨¦mica. Trato de aguijonearle con mis razonamientos de hombre de la Ilustraci¨®n, pero no consigo que se altere. Me responde con argumentos tambi¨¦n ilustrados: ¡°El progreso es una espada con dos filos. Por un lado ha servido para salvar vidas y por otro para enfermarlas. Hoy existen en el mundo 900 millones de personas mal nutridas y 1.900 millones con sobrepeso. En los dos ¨²ltimos siglos hemos incrementado la esperanza de vida media gracias a la higiene y a la penicilina, pero hemos empeorado el estatus de salud de los vivos, enfermando y muriendo por h¨¢bitos incoherentes. El progreso existe, pero si est¨¢ financiado por la industria farmac¨¦utica y por la alimentaria, corremos el riesgo de morir de progreso¡±.
Airam Fern¨¢ndez, que vive en Lanzarote, es el creador del paleotraining, un modo de entrenamiento personal que predica el contacto con la naturaleza y la realizaci¨®n de ejercicios de aire primitivo: correr descalzo, reptar, saltar obst¨¢culos y colgarse de troncos. La disciplina tiene en el mundo cada vez m¨¢s adeptos, que buscan no s¨®lo el buen estado de forma f¨ªsica, sino el equilibrio ?integral. Le pregunto a Airam si no tiene miedo de que, en esta ¨¦poca de culto a la ?tecnolog¨ªa, le consideren un friki por defender el paleol¨ªtico. Me responde desafiante: ¡°?Te refieres a tener miedo por estar moreno, ¨¢gil, en mi peso y por no recordar cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que us¨¦ mi tarjeta m¨¦dica? No, no tengo miedo¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.