La campa?a de los h¨¢bitos y las tocas
Sor Luc¨ªa Caram y Sor Teresa Forcades se vuelcan en la vida pol¨ªtica de Catalu?a
Tienen la misma edad, ambas son monjas y comparten algo que muchos pol¨ªticos envidian: una gran capacidad para comunicar y una naturalidad ante las c¨¢maras que las ha convertido en populares figuras medi¨¢ticas. Su creciente protagonismo incomoda a la Iglesia, hasta el punto de que su caso ha sido objeto de una ¡°deliberaci¨®n reservada¡± en la conferencia de los obispos catalanes. Aunque se dicen defensoras de la misma causa ¡ªla lucha contra la pobreza¡ª, en esta campa?a electoral aparecen enfrentadas: una apoya a Xavier Trias y la otra, a Ada Colau.
Sor Luc¨ªa Caram (Tucum¨¢n, Argentina, 1966) pertenece a la orden dominica, en principio consagrada a la contemplaci¨®n, pero la suya no es una vida exactamente contemplativa. Bajo la premisa de ¡°todo por la causa¡±, que ahora incluye el apoyo al soberanismo, participa con asiduidad en actos, debates y programas de televisi¨®n en todo tipo de formatos, incluidos los reality show. Una votaci¨®n popular la proclam¨® en abril ¡°catalana del a?o¡±. La Iglesia la ha llamado a cap¨ªtulo en el Vaticano. Pero las advertencias no parecen haberla arredrado. El mi¨¦rcoles reapareci¨® en un acto electoral, mano a mano con Artur Mas y Xavier Trias, en el que se autodefini¨® como ¡°la monja cojonera¡± y volvi¨® a apoyar a Mas diciendo que estaba ¡°enamorada¡± del presidente de la Generalitat.
Teresa Forcades (Barcelona, 1966), benedictina, ha desarrollado una vida p¨²blica algo m¨¢s discreta, pero no menos intensa. Cofundadora con Arcadi Oliveras del movimiento de izquierda Proc¨¦s Constituent, acaba de sorprender ofreci¨¦ndose para encabezar una candidatura a la presidencia de la Generalitat con los mismos ingredientes pol¨ªticos que la que impulsa a Ada Colau para la alcald¨ªa de Barcelona. Sor Teresa se dio a conocer con un pol¨¦mico v¨ªdeo en el que arremet¨ªa contra las farmac¨¦uticas durante la crisis de la gripe aviar; y en su periplo a favor de un proceso constituyente ha llenado plazas y cines de toda Catalu?a. Le van muy bien los primeros planos y es capaz de sacar un gran partido de los coquetos retoques de su toca. Ah¨ª est¨¢, precisamente, otra de las claves del ¨¦xito de estas monjas pol¨ªticas: mientras muchas religiosas han dejado el h¨¢bito, ellas lo lucen y han hecho de este signo religioso una parte central de su identidad p¨²blica.
Con o sin h¨¢bito, como ciudadanas, Sor Luc¨ªa y Sor Teresa tienen todo el derecho del mundo a participar en la vida p¨²blica. Vivimos en un pa¨ªs democr¨¢tico. Y si su pasi¨®n por la pol¨ªtica entra en colisi¨®n con su pertenencia a una congregaci¨®n religiosa, eso es algo que deber¨¢ dirimir la propia Iglesia. Sor Luc¨ªa parece mantener un pulso con su jerarqu¨ªa, mientras Sor Teresa parece dispuesta a pedir un indulto de exclaustraci¨®n para poder ser candidata. En todo caso, si la Iglesia tiene objeciones a su participaci¨®n en pol¨ªtica en tanto que ciudadanas, tendr¨¢ que explicar por qu¨¦. Si destacados miembros de la jerarqu¨ªa eclesial convocan manifestaciones contra un Gobierno, ?por qu¨¦ no pueden dos monjas participar en pol¨ªtica?
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