A votar
Acudir a las urnas es el mejor ant¨ªdoto contra los vicios de la ¡®vieja pol¨ªtica¡¯
Todos los partidos han conseguido convertir la campa?a para las elecciones auton¨®micas y municipales en una prueba decisiva antes de las generales, como lo demuestra la intensa implicaci¨®n de los dirigentes m¨¢ximos de cada formaci¨®n, incluido Mariano Rajoy. Sin descartar el peso de los candidatos que realmente concurren a las urnas, lo que est¨¢ en juego es un ciclo pol¨ªtico de fondo iniciado en las europeas de 2014, caracterizado por fuertes vientos de cambio.
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Cuatro a?os atr¨¢s se sentaron las bases de una hegemon¨ªa pol¨ªtica in¨¦dita en el sistema democr¨¢tico espa?ol, que dot¨® al Partido Popular de mayor¨ªas contundentes. No porque aumentara sustancialmente sus votos ¡ªen las generales de 2011, poco m¨¢s de medio mill¨®n de sufragios adicionales sobre las de 2008¡ª, sino por la debacle del Partido Socialista, de la que tanto le est¨¢ costando recuperarse, tras verse abandonado por cuatro millones de electores.
La situaci¨®n actual es diferente, sobre todo por el contrapeso que suponen Podemos y Ciudadanos. Aunque se queden lejos del vuelco que ambicionan, estas opciones no tienen nada que perder en la jornada de hoy. Todo lo que ganen ser¨¢ positivo para ellas, puesto que son nuevas en la plaza ¡ªexcepto Ciutadans en Catalu?a¡ª; mientras que PP, PSOE, IU, UPyD o los partidos nacionalistas e independentistas est¨¢n sometidos a las comparaciones con el pasado. M¨¢s all¨¢ de lo que depare el recuento, se abre la oportunidad de un pluralismo m¨¢s constructivo y dialogante. Los partidos van a tener que aprender a pactar, primero para resolver la gobernabilidad de las instituciones auton¨®micas y locales, y despu¨¦s, para trabajar en las reformas indispensables en este pa¨ªs.
Nadie dir¨ªa que algunos actores pol¨ªticos son conscientes de ello, tras una campa?a caracterizada por descalificaciones e incidentes propios de los tiempos en que se buscaba la polarizaci¨®n. Desde la acusaci¨®n de afinidades terroristas y totalitarias a Manuela Carmena ¡ªtras una trayectoria vital que desmiente por s¨ª sola tan groseras descalificaciones¡ª, hasta la filtraci¨®n de datos fiscales de varios pol¨ªticos (los de Esperanza Aguirre entre ellos) o la resistencia a la retirada de esteladas en edificios institucionales de Catalu?a, una espuma de suciedad ha oscurecido las propuestas serias y los debates de fondo.
Cierto que no es la primera vez que se vulnera la limpieza de la competici¨®n electoral. En todo caso, queda todav¨ªa m¨¢s clara la necesidad de que los electores lancen un mensaje contundente, recordando a los actores pol¨ªticos que no se les espera en la charca de los vicios de la vieja pol¨ªtica. El aumento del inter¨¦s de los j¨®venes por la vida p¨²blica contribuir¨¢ muy positivamente al cambio de ciclo y a confirmar las se?ales de que las nuevas generaciones est¨¢n verdaderamente interesadas en el futuro de su pa¨ªs y no en agresiones personales gratuitas o violaciones de la legalidad.
El mejor ant¨ªdoto contra los viejos vicios se encuentra en las urnas. Los electores ya han tomado sus determinaciones y lo decisivo es que hoy se acerquen a los colegios electorales en gran n¨²mero, para materializar el mayor acto de soberan¨ªa del que dispone cada ciudadano en democracia. El abanico de opciones a su disposici¨®n se ha ampliado y, pese al mantenimiento del sistema de listas cerradas y bloqueadas, las posibilidades de elegir son reales y reducen los pretextos para desistir o refugiarse en el escepticismo.
Sin participaci¨®n pol¨ªtica no se puede mantener viva la democracia, la legitimidad de las instituciones se resquebraja y las reformas necesarias se aplazar¨¢n con mayor facilidad. Espa?a debe asistir hoy a una gran votaci¨®n democr¨¢tica.
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