El segundo adi¨®s de John Nash
Cuando John Nash era joven su ambici¨®n era ganar el galard¨®n m¨¢s prestigioso que un matem¨¢tico puede conseguir: la medalla Fields. El premio se entrega a matem¨¢ticos menores de 40 a?os que consiguen un resultado espectacular, en los Congresos Internacionales de Matem¨¢ticos (ICM en sus siglas inglesas) que se celebran cada cuatro a?os. A pesar de sus influyentes resultados sobre teor¨ªa de juegos y an¨¢lisis geom¨¦trico, Nash nunca tuvo este reconocimiento, ni tan siquiera su nombre lleg¨® a aparece en la lista de conferenciantes plenarios o invitados en un ICM: su nombre no alcanz¨® el star system matem¨¢tico, al menos no en los a?os de su juventud.
Entonces sucedi¨® lo que todos conocemos gracias a la pel¨ªcula Una Mente Maravillosa: un brote esquizofr¨¦nico, que se alarg¨® durante tres d¨¦cadas, lo suficiente para que la comunidad cient¨ªfica le olvidara por completo. Al "fantasma de Fine Hall" ¨Cas¨ª se le conoc¨ªa en la Universidad de Princeton (EE UU)¨C se le daba incluso por muerto. Pero, como explic¨® Sylvia Nasar, autora de su biograf¨ªa en la que se basa la pel¨ªcula de Ron Howards en su reciente visita a Madrid invitada por el Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas, a la historia de Nash todav¨ªa le quedaba un tercer acto: el resurgir de las tinieblas. Una recuperaci¨®n m¨¦dica asombrosa, acompa?ada por los m¨¢ximos reconocimientos. En primer lugar, fue la Real Academia de Ciencias sueca la que recuper¨® su nombre en 1994, cuando le concedieron del Premio Nobel de Econom¨ªa por sus trabajos seminales cuarenta a?os antes sobre juegos no cooperativos que dieron lugar a lo que hoy llamamos equilibrio de Nash.
Pero los matem¨¢ticos aun le deb¨ªamos algo, y fue este mismo a?o, 2015, cuando la Academia Noruega de Ciencias y Letras decidi¨® concederle el Premio Abel, en compa?¨ªa de Louis Niremberg, otro ilustre matem¨¢tico. El premio, que recogi¨® de manos del rey de Noruega hace menos de una semana, reconoc¨ªa el impacto de su trabajo seminal sobre an¨¢lisis geom¨¦trico en las ciencias matem¨¢ticas. La Uni¨®n Matem¨¢tica Internacional (IMU en sus siglas inglesas) colabora activamente en el Premio Abel, y es as¨ª como la comunidad matem¨¢tica reconoce por fin la val¨ªa de este hombre singular.
El pasado s¨¢bado, Nash falleci¨® junto a su mujer en un tr¨¢gico accidente automovil¨ªstico en Nueva Jersey (EE UU). Esta segunda y definitiva desaparici¨®n aconteci¨® en compa?¨ªa de su inseparable Alicia, qui¨¦n tanto en momentos dulces como en los m¨¢s dif¨ªciles, supo estar siempre a su lado. John Nash se ha ido, pero nos deja su leyenda.
Manuel de Le¨®n es director del Instituto de Ciencias Matem¨¢ticas (ICMAT) y Profesor de Investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC)
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