Un oasis para los hijos de la guerra
Los ex ni?os soldado de Uganda construyen su presente intentando superar el trauma Hope North es un refugio f¨ªsico y emocional para esos j¨®venes
Hace casi 10 a?os que en Uganda no hay guerra, pero s¨ª que ha quedado una sombra alargada de ese pasado sangriento: los ni?os soldado. Hoy adultos, muchos han rehecho sus vidas, pero otros est¨¢n en la calle sumidos en la droga y la delincuencia. Tambi¨¦n hay algunos que est¨¢n en proceso de reinserci¨®n con la ayuda de instituciones como Hope North, un oasis para estos j¨®venes, que trabaja en la construcci¨®n de la paz en el pa¨ªs.
La ONU calcula que en nuestro planeta hay m¨¢s de 250.000 ni?os y ni?as que est¨¢n vinculados a grupos armados. Y Uganda, en pleno coraz¨®n africano, es uno de los pa¨ªses que m¨¢s ha sufrido el secuestro de menores para fines b¨¦licos. Desde el comienzo de la guerra civil, en 1987, m¨¢s de 25.000 ni?os y mujeres pasaron a engrosar por la fuerza las filas de los rebeldes, el grupo armado Ej¨¦rcito de Resistencia del Se?or (LRA, en su sigla en ingl¨¦s), para luchar contra el Gobierno ugand¨¦s durante casi dos d¨¦cadas.
Sin embargo, en los documentos de las organizaciones que trabajan para proteger los derechos de los ni?os, como Amnist¨ªa Internacional o Human Rights Watch (HRW), apenas se encuentran referencias sobre los entonces conocidos como ni?os soldado de la guerra de Uganda. La raz¨®n es que, aunque pueda sonar extra?a la siguiente afirmaci¨®n, en Uganda ya no existen ni?os soldado.
Los que pudieron salir durante el proceso de paz de 2006 son ahora j¨®venes de m¨¢s de 20 a?os. Tampoco hay ya campos de desplazados internos, de ah¨ª que el objetivo de estas instituciones se haya centrado m¨¢s en defender los derechos de la infancia en materia de salud o educaci¨®n, o en intentar proteger a los ni?os y j¨®venes de la calle que sufren abusos de distintos tipos. Asimismo, denuncian otras situaciones como la discriminaci¨®n de los homosexuales, proponen reformas constitucionales para defender las libertades de cara a las elecciones de 2016 o realizan un seguimiento del trato recibido por los detenidos del LRA.
Pero est¨¢ claro que hay que atender a la herencia de la guerra. En los ¨²ltimos 10 a?os, un mill¨®n de menores han quedado hu¨¦rfanos en el mundo a consecuencia de los conflictos armados. Las guerras, f¨¢bricas de hu¨¦rfanos, terminan, pero ellos permanecen.
La organizaci¨®n civil como soluci¨®n
Para cubrir la falta de infraestructuras p¨²blicas con las condiciones adecuadas para dar salida a los ni?os y j¨®venes, en general, y a los que fueron ni?os soldado, en particular, en el seno de la poblaci¨®n civil se cuenta con otros modos de organizarse. Es el caso de Hope North.
Hope North (ubicada en Bweyale, norte de Uganda) es una escuela de secundaria y muchas cosas m¨¢s. Fundada en 1998 por el m¨²sico y ex-ni?o soldado Okello Sam, es tambi¨¦n un internado para j¨®venes v¨ªctimas de la guerra civil, incluidos los hu¨¦rfanos y los que fueron ni?os soldado. Alberga un centro de arte internacional y una granja escuela, adem¨¢s de ofrecer formaci¨®n profesional.
Okello decidi¨® comprar un terreno cerca de Pade ¡ªsu pueblo¡ª despu¨¦s de que su hermano peque?o y otros 50 ni?os fueran raptados mientras estaba en el colegio. El prop¨®sito era rescatar a ni?os de los raptos de los guerrilleros y ofrecerles un entorno seguro. Hoy, Hope North acoge a 300 menores que residen y van a la escuela o aprenden oficios dentro del mismo recinto.
"Estar aqu¨ª me da tranquilidad. Cuando viv¨ªa en la calle, utilizaba todo mi tiempo en sobrevivir: buscar alimentos, evitar que me robaran otros chicos, drogarme¡ El colegio era lo ¨²ltimo en lo que yo pod¨ªa pensar. Aqu¨ª he aprendido que lo importante es formarse. Quiero ser m¨²sico, pero antes estudiar¨¦ ingenier¨ªa para poder garantizar unos ingresos. Aqu¨ª tengo tiempo de pensar en mi futuro". As¨ª, mientras sujeta una guitarra vieja a la que le faltan cuerdas, describe Juma Kasozi, de 18 a?os, lo que para ¨¦l significa estar en Hope North.
Tambi¨¦n aqu¨ª vive Joannita, de 14 a?os y hermana peque?a de Juma. Cuando le preguntas por su pasado o su familia, mira hacia el horizonte y no es capaz de hablar. Se meten con ella porque es m¨¢s baja que las otras ni?as de su edad, pero ella parece vivir al margen de esas menudencias y desprende un optimismo contagioso. "Soy una mujer fenomenal, vivo en paz, con amor y cari?o. He logrado hacer algo por las personas que me decepcionan, porque soy trabajadora, creativa y vivo en armon¨ªa. Tengo confianza y por eso he sabido salir de mi zona de confort", reza un poema que ha escrito Joannita en clase de redacci¨®n.
Hope North tambi¨¦n tiene talleres de carpinter¨ªa y de costura, un aula de inform¨¢tica, una peque?a biblioteca, su propio horno de pan y hasta un campo de f¨²tbol para hacer torneos con los j¨®venes de los pueblos vecinos. Los fines de semana pueden salir del recinto para visitar a sus familiares, pero siempre tienen que volver antes del anochecer. La zona es segura y ya no hay secuestros, pero prefieren no correr riesgos innecesarios.
Tambi¨¦n durante los fines de semana las aulas se convierten en improvisados espacios para el culto donde se celebran actos religiosos que suelen congregar a toda la familia Hope North, apasionada a ritmo de canciones tradicionales cristianas. El centro tiene su propio sistema democr¨¢tico de representaci¨®n con alumnos elegidos por votaci¨®n como delegados de cocina, de actividades extraescolares o encargados de clase.
Nancy se queja de que los barracones de los chicos est¨¢n justo enfrente de su clase y que muchas veces se ve, a trav¨¦s de las ventanas, c¨®mo se visten y se desvisten. A sus 15 a?os, se ruboriza y baja la vista al contar an¨¦cdotas como esta, sobre la rutina diaria en Hope North. Su voz, sin embargo, se hace grave cuando habla de su futuro. Quiere ser enfermera y por eso le preocupa que est¨¦n remodelando el laboratorio de f¨ªsica y qu¨ªmica. Llegar¨¢n las pruebas de acceso a la universidad y, si no ha podido hacer las pr¨¢cticas de ciencias, tendr¨¢ un problema para entrar en la facultad.
El profesorado de Hope North tiene muy presente la importancia de no ce?irse exclusivamente a la ense?anza acad¨¦mica y de potenciar otros est¨ªmulos como el deporte y la creatividad, fundamentales para una educaci¨®n integral de la persona. Consideran que la creatividad ayuda a estos j¨®venes a expresar sus emociones a trav¨¦s de las obras art¨ªsticas que producen. Empiezan a verse a s¨ª mismos desde otra perspectiva.
Embajadores del cambio social
Los ni?os de Hope North llegaron al centro comport¨¢ndose como meras v¨ªctimas. Ahora se han convertido en h¨¦roes de sus propias creaciones. Lo trascendente de este cambio es c¨®mo evoluciona la percepci¨®n de su personalidad. En ese momento, empieza otra labor indispensable que es la consolidaci¨®n de esa visi¨®n de uno mismo como persona capaz de conseguir cosas y generar cambios. Esos ni?os se convertir¨¢n en embajadores de su colectivo y eso tiene un efecto exponencial. Volver¨¢n a sus respectivas comunidades y realizar¨¢n un cambio social efectivo.
La meta de Hope North es educar y, sobre todo, sanar a esos j¨®venes ofreci¨¦ndoles la capacidad de convertirse en voces para la paz y el desarrollo para sus pueblos de origen y, por tanto, para el pa¨ªs.
Okello Sam, su fundador, es un hombre de aspecto serio, pero sus dientes separados y su ligero ceceo al hablar suavizan ese semblante de tipo duro. No vive aqu¨ª pero viene con frecuencia. Quiere dejar la direcci¨®n ejecutiva, delegar y dedicarse a cuidar a su mujer y sus vacas, pero siente un fuerte v¨ªnculo sentimental al que nunca podr¨¢ renunciar. Carism¨¢tico y muy magn¨¦tico, es un l¨ªder y un padre para los j¨®venes de Hope North. Cree firmemente en la labor de cohesi¨®n social del proyecto y su l¨ªnea de trabajo es incluir a las comunidades cercanas e interesar a instituciones internacionales para ver cumplidos sus objetivos.
No queremos centrarnos solo en los ni?os, queremos involucrar a las comunidades de las que provienen Okello Sam,? fundador de Hope North
?"No queremos centrarnos solo en los ni?os ¡ªexplica Okello¡ª, queremos involucrar a las comunidades de las que provienen a trav¨¦s de programas de alfabetizaci¨®n, de di¨¢logos p¨²blicos y trabajando con organizaciones que pueden promover un cambio positivo. Por ejemplo, la ONG In Movement, que organiza campamentos con nuestros alumnos, aporta el aspecto t¨¦cnico de c¨®mo el arte puede convertirse en una herramienta para el cambio social, pero nosotros no tenemos en Hope North ese componente tecnocr¨¢tico. Esta ONG aporta ese elemento, que nos permite seguir ampliando el ¨¢mbito de nuestro trabajo".
La labor de Hope North no es solo asistencial, sino de integraci¨®n, respetando y manteniendo las tradiciones locales que conforman la identidad de estos j¨®venes y de su sociedad. No se trata, por tanto, de acciones puntuales y concretas de ayuda a estos hijos de la guerra que pudieran cubrir lagunas institucionales para atender a esta generaci¨®n, sino que consiste m¨¢s bien en la implementaci¨®n progresiva de una educaci¨®n de calidad, inclusiva y sostenible incorporando en ella a las comunidades, implicando a la poblaci¨®n civil y a los gobernantes locales, incentivando su participaci¨®n. En definitiva, intentan acortar las distancias entre el poder y la sociedad, lo que el escritor Gerardo Gonz¨¢lez Calvo define como "el mal de ?frica" en su libro La tercera colonizaci¨®n.
?Ni?os y pa¨ªs, una misma reconstrucci¨®n
La reinserci¨®n de los hijos de la guerra, adem¨¢s de las rutas que ya se han mencionado, est¨¢ arropada tambi¨¦n por el car¨¢cter hospitalario del africano. Uganda tiene una s¨®lida cultura de acogida que reacciona ante este problema de una manera solidaria.
Uganda y la infancia
Unicef, Save the Children y otras instituciones internacionales y locales conmemoraron en diciembre de 2014 los 25 a?os de la Convenci¨®n de las Naciones Unidas sobre los Derechos del Ni?o en Uganda,
En un informe publicado en 2014, HRW se?ala que Uganda es uno de los pa¨ªses del mundo con m¨¢s habitantes j¨®venes, dado que el 56% de su poblaci¨®n ¡ªcercana a los 37 millones de habitantes¡ª tiene menos de 18 a?os y m¨¢s del 52% no supera los 15. A?ade que los ni?os ugandeses forman el mayor grupo demogr¨¢fico del pa¨ªs en situaci¨®n de pobreza, y que el n¨²mero de menores de la calle contin¨²a creciendo, aunque la cifra total se desconoce.
Por otro lado, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) ofrece numerosos datos para analizar la realidad de la infancia y de la juventud ugandesa. Uno de los m¨¢s relevantes es que la cifra de nacimientos por parte de mujeres adolescentes (entre 15 y 19 a?os) es de 134 por cada mil j¨®venes, la m¨¢s alta de ?frica Oriental.
Este informe recuerda al Gobierno ugand¨¦s el efecto multiplicador que la inversi¨®n en este sector de la poblaci¨®n puede producir para obtener mayores y mejores resultados a la hora de implementar su Plan Nacional de Desarrollo 2015/2016-2019/20 (NPD II, en su sigla en ingl¨¦s).
Unicef considera que el hecho que el 78% de la poblaci¨®n tenga menos de 35 a?os se puede convertir en oportunidad: en capital humano productivo capaz de generar mayor crecimiento econ¨®mico de cara al programa Vision 2040.
"La familia ugandesa, a pesar de los muchos elementos que tiene de desestructuraci¨®n tras la guerra o el impacto del sida que ha dejado a pueblos enteros sin una generaci¨®n, contin¨²a demostrando una inmensa capacidad de absorber los casos de pobreza, vulnerabilidad o desamparo", afirma Alberto Eisman, director de Radio-Wa, la radio comunitaria de la di¨®cesis de Lira, en el norte del pa¨ªs. "El n¨²mero de hu¨¦rfanos no es f¨¢cil de determinar porque, entre otros motivos, muchos de estos j¨®venes son acogidos en el seno de otras familias, que no son las biol¨®gicas".
Por suerte, hay muchas personas velando por esta reconstrucci¨®n. A principios de a?o se conoci¨® la nominaci¨®n de Victor Ochen, un joven abogado ugand¨¦s, para el Premio Nobel de la Paz por su trabajo al frente de la Iniciativa Africana de la Juventud, una instituci¨®n que lucha por la rehabilitaci¨®n de la dignidad de los ni?os v¨ªctimas de la guerra civil en el norte de Uganda, de la que ¨¦l mismo fue testigo durante a?os. Fomenta la construcci¨®n de la paz, apoyando a las comunidades del norte destrozadas por las atrocidades de esta guerra, proporcionando ayuda m¨¦dica y psicol¨®gica a sus habitantes. Dedican especial atenci¨®n a potenciar el papel de las mujeres, v¨ªctimas de abusos sexuales, y reclaman, entre otros, sus derechos al acceso de la propiedad de la tierra.
Otra de sus l¨ªneas de trabajo es, precisamente, el fortalecimiento de las habilidades de liderazgo de los j¨®venes para construir una sociedad pac¨ªfica y justa.
Okello Sam, Victor Ochen, Alberto Eisman y hasta Joannita trabajan, en realidad, en el mismo futuro para los j¨®venes de Uganda: la reconstrucci¨®n de la paz a trav¨¦s de la educaci¨®n, la curaci¨®n y la inclusi¨®n en la sociedad de los hijos de la guerra.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Ni?os soldado
- Educaci¨®n primaria universal
- Uganda
- Educaci¨®n primaria
- Derecho educaci¨®n
- Rehabilitaci¨®n m¨¦dica
- ?frica subsahariana
- Ense?anza general
- Calidad ense?anza
- Pobreza
- ?frica
- Tratamiento m¨¦dico
- Combatientes
- Sistema educativo
- Educaci¨®n
- Conflictos
- Medicina
- Problemas sociales
- Salud
- Ni?os
- Infancia
- Sociedad
- Planeta Futuro