Virus inform¨¢ticos cada vez m¨¢s sofisticados
No hay mejor defensa que ser consciente del poder destructor del 'software' maligno
El gusano de Morris tiene el dudoso honor de ser el primer virus inform¨¢tico de la historia. Lleva el nombre de su creador, un universitario estadounidense, hijo de un t¨¦cnico de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), que en 1988 desarroll¨® un programa capaz de autorreplicarse. Desde entonces, el softwaremaligno, destinado a contaminar ordenadores y cargarse redes tecnol¨®gicas, se ha sofisticado de manera extraordinaria. Su capacidad para destruir parece no tener l¨ªmite.
?Los virus son la gran amenaza de la sociedad conectada. Nadie est¨¢ a salvo. Atacan a usuarios, entidades financieras, multinacionales, Estados. Su voracidad es inagotable. Expertos en delitos inform¨¢ticos de todo el mundo llevan a?os persiguiendo a los criminales online m¨¢s peligrosos: los crackers. Son los que manejan los temidos cryptolocker y, a diferencia de los hackers, se dedican a secuestrar archivos de los ordenadores para extorsionar a empresas y amenazar con desestabilizarlas. Luego, si el afectado quiere recuperar la informaci¨®n cautiva, piden rescate. Exigen dinero en una divisa virtual, el bitcoin, que se utiliza solo en la web y es extremadamente dif¨ªcil de rastrear. Aunque no hay que enga?arse: la garant¨ªa de recibir las claves para desbloquear las m¨¢quinas infectadas es remota. Entre otras cosas porque los bandidos de la Red quedar¨ªan al descubierto en la maniobra.
Cada vez hay m¨¢s demanda de empresas especializadas en la caza de virus inform¨¢ticos. Las m¨¢s activas, Intel Security, Shadowserver y Kaspersky, no dan abasto. Esta ¨²ltima, con sede en Mosc¨², presta servicios en mercados de medio mundo, entre ellos el espa?ol. Sus rastreadores se topan cada d¨ªa con 325.000 virus nuevos y el pron¨®stico de los responsables de la compa?¨ªa es inquietante: ¡°Todav¨ªa no nos hemos topado con el peor virus que podamos imaginar, pero esperamos ataques de pesadilla¡±.
Cuando los ordenadores se infectan se vuelven vulnerables y empiezan a actuar como si fueran zombis: son capaces de captar desde direcciones de correo electr¨®nico hasta claves bancarias. Existen c¨®digos maliciosos, tipo malware, especialmente escurridizos: como los personajes de la saga cinematogr¨¢fica X-Men, son mutantes an¨¢rquicos. Algunos cambian su identidad una veintena de veces al d¨ªa para evitar ser detectados mediante m¨¦todos convencionales.
Cualquiera de las empresas involucradas en la lucha contra el cibercrimen alerta de que estamos ante un problema preocupante y de alcance global. ¡°Si atacan a un banco y encriptan las cuentas de los clientes estos no podr¨ªan sacar dinero hasta que se restablecieran las copias de seguridad¡±, aseguran los expertos. De ah¨ª que una buena medicina frente a la plaga de troyanos es no abrir la puerta a correos sospechosos, instalar antivirus eficaces y hacer copias de seguridad de los ficheros importantes. No hay mejor defensa que ser consciente del poder destructor de los virus inform¨¢ticos.
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