El ¡®caso Lambert¡¯ o la importancia del testamento vital
Si se quiere asegurar que los m¨¦dicos act¨²en de determinada manera, mejor dejarlo por escrito
En una esperada sentencia, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reconocido que la retirada de los soportes vitales ¡ªhidrataci¨®n y alimentaci¨®n parenteral¡ª a un enfermo en estado vegetativo no vulnera el art¨ªculo 2 del Convenio de Derechos Humanos, que consagra el derecho a la vida. El tribunal cree que un Estado puede aprobar normas de limitaci¨®n del esfuerzo terap¨¦utico cuando se considere que el tratamiento es f¨²til o puede causar un sufrimiento innecesario al propio paciente.
Adem¨¢s de las consecuencias jur¨ªdicas de esta sentencia, lo que el caso Lambert plantea es la importancia de tener hecho y registrado un testamento vital que exponga con claridad las preferencias en caso de no estar en condiciones de decidir. Los detalles de este triste caso son el alegato m¨¢s contundente en favor de hacer ese testamento vital. Vincent Lambert tiene ahora 38 a?os y se encuentra ingresado en estado vegetativo en un hospital de Reims desde que en 2008 sufri¨® un grave accidente de moto que le dej¨® tetrapl¨¦jico. Perdida toda esperanza de recuperaci¨®n, hace tres a?os el equipo m¨¦dico decidi¨® retirar los soportes vitales y dejarle morir al amparo de la ley Leonetti de 2005. La esposa y una parte de la familia estuvieron de acuerdo. Consideraban que esa hubiera sido la voluntad del propio Lambert. Pero los padres, de fuertes convicciones cat¨®licas, recurrieron la decisi¨®n ante el Consejo de Estado, que aval¨® la decisi¨®n m¨¦dica. Y de nuevo los padres impidieron su ejecuci¨®n con un recurso ante Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Alegaron que su hijo no era un enfermo terminal, por lo que la desconexi¨®n atentaba contra su derecho a la vida.
La retirada de soportes vitales es una pr¨¢ctica plenamente aceptada cuando un enfermo est¨¢ en fase terminal. La doctrina m¨¦dica ha evolucionado mucho al respecto. En pocos a?os ha pasado de considerar un deber m¨¦dico prolongar todo lo posible la vida del paciente ¡ªa costa incluso de provocarle sufrimiento¡ª a calificar esta actitud de encarnizamiento terap¨¦utico y considerarlo una mala praxis. Tanto la retirada de soportes vitales como la sedaci¨®n terminal suelen contar con la aquiescencia familiar, pues evitan el sufrimiento de la agon¨ªa.
El dilema se plantea cuando, como ocurre con Vincent Lambert, el paciente no est¨¢ en fase terminal. En este caso, la determinaci¨®n de la voluntad pasa a ser un requisito esencial. Muchas legislaciones, entre ellas la espa?ola, reconocen al paciente el derecho a rechazar un tratamiento. Pero esa voluntad ha de poder manifestarse de forma clara e inequ¨ªvoca. Si el paciente est¨¢ en estado vegetativo, surge entonces la dificultad de determinar qui¨¦n debe representarle y hasta d¨®nde puede llegar esa representaci¨®n. La conclusi¨®n es clara: si se quiere asegurar que los m¨¦dicos act¨²en de determinada manera, mejor dejarlo por escrito. Porque eso garantiza que la voluntad del paciente ser¨¢ respetada y, sobre todo, evita que la familia se divida y se vea abocada a un enfrentamiento que no solo no mitiga el sufrimiento del paciente, sino que lo extiende a todo su entorno.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.