La subasta de los inmigrantes
La acogida de refugiados se convierte en Italia en un recurso para hacer pol¨ªticas partidistas
El alcalde de una peque?a localidad a las afueras de Roma ha logrado la cuadratura del c¨ªrculo de la pol¨ªtica italiana. A la luz del d¨ªa vocifera contra la llegada de inmigrantes ¡ªlo que le ha ayudado a renovar el mandato en las recientes elecciones municipales¡ª y por la noche cobra por cada pr¨®fugo confinado en un albergue gestionado por la mafia. La historia, que de tan redonda parecer¨ªa irreal si no fuese porque la fiscal¨ªa acaba de echarle el guante, no es, por desgracia, una caricatura.
La pol¨ªtica italiana, tan necesitada de cortinas de humo que oculten su incapacidad para resolver los problemas cr¨®nicos del pa¨ªs, ha encontrado en los miles de inmigrantes y refugiados que llegan de ?frica un doble fil¨®n. Electoral y tambi¨¦n econ¨®mico.
La Liga Norte, envalentonada por los buenos resultados de las ¨²ltimas elecciones regionales y municipales, arrecia en su discurso xen¨®fobo y populista, muy f¨¢cil de comprar por los votantes de extrema derecha, pero tambi¨¦n por aquellos a los que la crisis les est¨¢ despertando el miedo. Ya se vio hace unos meses en las periferias de Roma y Mil¨¢n: los pobres de aqu¨ª y los de all¨¢, abandonados todos por las instituciones, luchando por un cobertizo bajo el que guarecerse. Hacia ellos va el mensaje del l¨ªder de la Liga Norte, Matteo Salvini: ¡°Si, por culpa de la crisis, solo hay un euro que repartir, que ese euro sea para los italianos¡±.
A su rebufo, el gobernador de Lombardia, Roberto Maroni, ha amenazado con retirar las subvenciones a los alcaldes del norte que acojan a m¨¢s inmigrantes, olvid¨¢ndose de dos datos principales. Que la gran mayor¨ªa de los 76.500 pr¨®fugos est¨¢n siendo acogidos en las regiones del sur ¡ªun 20% de ellos solo en Sicilia¡ª y que fue ¨¦l quien, como ministro del Interior de Silvio Berlusconi, dispuso el reparto entre regiones. La respuesta de Matteo Renzi no hace m¨¢s que completar un cuadro tan descorazonador. En vez de hablar de valores, tambi¨¦n el l¨ªder del centroizquierda ha convertido la cuesti¨®n en una subasta, prometiendo regal¨ªas a los municipios que acojan m¨¢s pr¨®fugos. Un barco de inmigrantes a la una, un barco de inmigrantes a las dos¡
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