Cinco historias de televisi¨®n

¡°El que vale, vale, y el que no, a televisi¨®n¡±. Con esta broma el veterano Guillermo Summers abr¨ªa su turno de palabra en la nueva edici¨®n (y ya van doce) del ciclo Historias que cuentan, organizado por Havana 7 en el Teatro Nuevo Alcal¨¢. En esta ocasi¨®n el v¨ªnculo entre los invitados era la experiencia televisiva, y curiosamente, tambi¨¦n el hecho de haber terminado en la caja tonta por caminos inesperados. As¨ª, Javier Capit¨¢n confes¨® haber comenzado trabajando en Repsol, Toni Garrido quer¨ªa dedicarse a la radio y Antonio Castelo dej¨® sus carreras de F¨ªsicas e Ingenier¨ªa Inform¨¢tica en tercer curso para convertirse en la figura medi¨¢tica que es hoy. Marta Robles, encargada de presentar el encuentro, comenz¨® la tertulia por los or¨ªgenes y, durante dos horas, supo conducirla hacia el terreno de lo imprevisto.

Los cebos de 'Aqu¨ª hay tomate' son los que ahora emplean las tertulias pol¨ªticas Toni Garrido

Claro est¨¢, no s¨®lo hablaron. A lo largo de la noche la conversaci¨®n fluy¨® entre c¨®cteles perfect serve que reflejaban la identidad de los protagonistas: con cuerpo, seco y contundente el de los veteranos Capit¨¢n y Summers, levemente transgresor el de Garrido y Castelo y ¨¢cido y m¨¢s ligero el de Marta Robles. Tambi¨¦n entre videos que rend¨ªan homenaje a los programas m¨¢s ic¨®nicos de los invitados. As¨ª, Guillermo Summers recordaba que su legendaria emisi¨®n Y sin embargo te quiero (1983-1985), triunf¨® porque ni ¨¦l ni su partenaire Ignacio Salas ten¨ªan ¡°la imagen impoluta y la dicci¨®n perfecta que se llevaba entonces¡±. Toni Garrido, que dio sus primeros pasos sustituyendo a Jaime Bores como hombre del tiempo (las bromas sobre Bores, como es f¨¢cil deducir, circularon durante toda la velada), recordaba su paso por Caiga quien caiga con un s¨ªmbolo muy elocuente: ¡°El enorme dolor de pies que sent¨ªa despu¨¦s de esperar durante horas a que saliera el pol¨ªtico de turno¡±. Hubo espacio tambi¨¦n para recordar El Informal (1998-2002), un programa pionero a la hora de abordar la actualidad desde el humor. ¡°Jam¨¢s dijimos a la gente lo que ten¨ªa que pensar¡±, recordaba Javier Capit¨¢n, en un reproche impl¨ªcito a la saturaci¨®n de programas que convierten la pol¨ªtica en espect¨¢culo.

Porque, aunque hubieran venido a hablar de sus respectivas trayectorias, todos los invitados se mojaron a la hora hacer un diagn¨®stico de la televisi¨®n actual, de la que se encuentran relativamente alejados. Capit¨¢n apuntaba que ¡°nuestros primeros programas de humor pol¨ªtico en la radio se parecen a los debates pol¨ªticos de hoy¡± (se refer¨ªa a La verbena de la Moncloa, su c¨¦lebre programa radiof¨®nico de imitaciones de actualidad), pero tambi¨¦n que, en las tertulias de nuestros d¨ªas, ¡°uno puede jugar a adivinar lo que van a decir los tertulianos, y siempre acierta¡±. Entr¨® entonces en juego un t¨¦rmino espinoso, el de telebasura. Toni Garrido, tras asegurar que muchos de esos programas ¡°est¨¢n muy bien hechos y son muy entretenidos¡±, llam¨® la atenci¨®n sobre su influencia en el lenguaje televisivo: ¡°Los cebos de Aqu¨ª hay tomate son los que ahora emplean las tertulias pol¨ªticas¡±, sentenci¨®.

Jam¨¢s dijimos a la gente lo que ten¨ªa que pensar Javier Capit¨¢n sobre 'El informal'

No parece casualidad que los cuatro invitados hayan trabajado antes o despu¨¦s con el lenguaje humor¨ªstico. Tambi¨¦n en ese terreno hay cosas que comentar. Mientras Capit¨¢n se?alaba que ¡°a la televisi¨®n le falta la capacidad de darle la vuelta a la situaci¨®n en un momento¡±, Antonio Castelo introduc¨ªa una dosis de humor surrealista declarando su amor por Esperanza Aguirre (a quien persigui¨® incansablemente durante su etapa como reportero de Caiga quien caiga) y confesando su adicci¨®n a los canales de teletienda, ¡°los ¨²nicos que exhiben humor de forma continua¡±. ¡°La radio es la salvaci¨®n de la comedia¡±, afirm¨® este c¨®mico de barba poblada y maneras hipsters (¡°ermita?o¡±, le espet¨® a falta de otro calificativo Guillermo Summers) que ha encontrado su lugar en las ondas herzianas y tambi¨¦n en nuevos territorios.

Prefiero mucha audiencia en Youtube, porque es m¨ªa: he estado en grandes programas y no ten¨ªa para pagar el alquiler Antonio Castelo

Porque, en un encuentro marcado por las interacciones en Twitter con los asistentes y por la presencia constante de los smartphones de los invitados sobre la mesita en que dejaban las bebidas, la revoluci¨®n tecnol¨®gica era un tema imposible de esquivar, no s¨®lo por los videos que Castelo publica regularmente en Yahoo, sino tambi¨¦n por el proyecto m¨¢s personal de Toni Garrido, el magac¨ªn tecnol¨®gico y cultural La nube, estrenado por La 2 de RTVE en 2012. El presentador confiesa que aquella experiencia le sirvi¨® para conocer nuevas realidades (¡°descubr¨ª a los usuarios de Forocoches, personas capaces de hundir la econom¨ªa de un pa¨ªs civilizado y de encontrar un ri?¨®n para una persona necesitada¡±) y tambi¨¦n para entender que los modos de consumir televisi¨®n est¨¢n cambiando. La televisi¨®n a la carta y la oferta audiovisual en internet han flexibilizado la forma de disfrutar de los nuevos contenidos, y tambi¨¦n de producirlos. ¡°Prefiero mucha audiencia en Youtube, porque es m¨ªa¡±, sosten¨ªa Castelo, ¡°porque he estado en grandes programas y no ten¨ªa para pagar el alquiler¡±. ¡°El presentador mejor pagado cobra menos que el youtuber mejor pagado¡±, a?adi¨® Garrido.

Entre tantas miradas al futuro, un recuerdo al pasado: el encuentro apuraba sus ¨²ltimos minutos con un homenaje a Jes¨²s Hermida (¡°ten¨ªa un estilazo¡±, se?alaba Castelo) y una tanda de imitaciones de Javier Capit¨¢n, que trajo al Nuevo Alcal¨¢ las voces de Jorge Valdano, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar o Felipe Gonz¨¢lez. ¡°Los c¨®cteles nos han venido muy bien¡±, conclu¨ªa Marta Robles. No le faltaba raz¨®n. Como un perfect serve, la noche se hab¨ªa desarrollado con momentos de intensidad e instantes de respiro. Y, sin c¨¢maras y sobre las tablas de un teatro, los cuatro protagonistas demostraron que no necesitan un equipo de guionistas detr¨¢s para mantener al p¨²blico enganchado durante toda una velada.