Mar¨ªa Wonenburger, una excelente matem¨¢tica que ilumina nuevos tiempos
Un a?o despu¨¦s de su muerte, el nombre de Mar¨ªa Wonenburger ha alcanzado su cima de popularidad el pasado domingo, cuando el nuevo alcalde de A Coru?a, Xulio Ferreiro, escogi¨® un homenaje a esta matem¨¢tica gallega como primer acto p¨²blico de su mandato. Y lo hizo en detrimento de la ofrenda al Sant¨ªsimo Sacramento que se celebraba en Lugo a la misma hora. La declaraci¨®n de intenciones de laicismo y de apoyo a la ciencia por parte de Ferreiro reivindica adem¨¢s la figura de una brillante cient¨ªfica muy desconocida, que fue la primera espa?ola en recibir una beca Fulbright para realizar estudios de doctorado en EE UU.
Mar¨ªa Wonenburger Planells (1927-2014) decidi¨®, siendo una joven estudiante, que su futuro estar¨ªa ligado a las matem¨¢ticas, enfrent¨¢ndose a los obst¨¢culos de g¨¦nero que en la ¨¦poca dificultaban el desarrollo de una carrera cient¨ªfica; y rebel¨¢ndose tambi¨¦n contra la voluntad de su padre, quien deseaba que estudiara ingenier¨ªa industrial para luego hacerse cargo de la empresa familiar de fundici¨®n.
La matem¨¢tica coru?esa desarroll¨® su investigaci¨®n en una de las grandes ¨¢reas de las matem¨¢ticas, el ¨¢lgebra, una disciplina que incorpora a los n¨²meros y las operaciones fundamentales, elementos de estructuras abstractas para, seg¨²n determinadas reglas, establecer las denominadas ¡°f¨®rmulas algebraicas¡±. En la Universidad de Yale tuvo como director de tesis al notable matem¨¢tico Nathan Jacobson, uno de los algebristas m¨¢s destacados del siglo XX, experto en teor¨ªa de anillos. En 1957 obtuvo el grado de doctora con una memoria titulada?On the Group of Similitudes and Its Projective Group.
Wonenburger regres¨® a Madrid, donde debi¨® afrontar la contrariedad de que su tesis americana no le fue convalidada, lo que le oblig¨® a redactar otra:?Representaci¨®n espinorial de los grupos de semejanza. Las escasas perspectivas laborales y las dificultades que encontraban las mujeres para avanzar en la carrera investigadora en Espa?a la condujeron de nuevo al extranjero, consiguiendo un puesto como profesora en la Universidad de Toronto (Canad¨¢), en un momento en el que era la ¨²nica mujer en el claustro de profesores. En 1967 se traslad¨® a la Indiana University (Bloomintong, EE UU), donde tuvo por compa?eros a matem¨¢ticos muy destacados, como Zorn, Halmos o Azumaya.
Mar¨ªa Wonenburger fue una experta en Teor¨ªa de Grupos cl¨¢sicos y realiz¨® un importante trabajo en el estudio de los automorfismos de esos grupos. Tambi¨¦n era una buena conocedora de las ¨¢lgebras de Clifford, las cuales guardan una estrecha relaci¨®n con el estudio de grupos cl¨¢sicos, si bien tienen inter¨¦s independiente, por su aplicaci¨®n en f¨ªsica y teor¨ªa de representaciones de ¨¢lgebras. Sus trabajos cient¨ªficos se publicaron en revistas con gran impacto internacional y son ampliamente citados. Por ejemplo, el ¨²ltimo a?o de su estancia en Toronto, 1966, apareci¨® su art¨ªculo Transformations which are products of two involutions en el Journal of Mathematics and Mechanics, que fue referenciado en m¨¢s de 30 trabajos de relevancia internacional.
Las escasas perspectivas laborales y las dificultades que encontraban las mujeres para avanzar en la carrera investigadora en Espa?a la condujeron al extranjero"
Los disc¨ªpulos de Wonenburger son otra medida de su talla cient¨ªfica. En Toronto dirigi¨® su primera tesis de doctorado, realizada por Robert Moody, hoy un prestigioso algebrista. En 1994 Moody recibi¨®, con Victor Kac, el premio Wigner Medal por sus trabajos sobre la teor¨ªa de una nueva clase de ¨¢lgebras de dimensi¨®n infinita, actualmente conocidas bajo el nombre de ambos (¡°¨¢lgebras de Kac-Moody¡±), de gran impacto en f¨ªsica de part¨ªculas, teor¨ªa de campos y teor¨ªa de cuerdas. Otros de sus disc¨ªpulos destacados fueron Stephen Berman, al que dirigi¨® la tesis titulada?On the construction of simple Lie algebras en 1971 y Richard Lawrence Marcuson.
En 1983 Mar¨ªa Wonenburger, con 56 a?os, en plena madurez intelectual, dej¨® Bloomintong y retorn¨® a A Coru?a, ciudad en la que permaneci¨® veinte a?os en el anonimato. A principios del siglo XXI fue ¡°descubierta¡± por j¨®venes matem¨¢ticos locales, con los que estableci¨® una ejemplar relaci¨®n fraternal. A partir de ese momento obtuvo algunos reconocimientos a su labor, como la distinci¨®n de socia de honor de la Real Sociedad Matem¨¢tica Espa?ola (RSME), el nombramiento como doctora honoris causa por la Universidad de A Coru?a o la creaci¨®n por parte de la Xunta de Galicia del premio Mar¨ªa Wonenburger, que anualmente se concede a alguna cient¨ªfica gallega con m¨¦ritos destacados en investigaci¨®n.
Xos¨¦ A. Fraga es especialista en Historia de las Ciencias
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