El creador que recicla personas
Curro Claret trabaja con indigentes rescatados de la calle desde hace un lustro. Juntos dise?an muebles, l¨¢mparas e interiores que idean a base de materiales desechados
Para Valerio el dise?o es ¡°la parte que no se ve de las cosas que vemos¡±. Lo ha aprendido construyendo muebles que reciclan materiales. Fue durante un curso impartido por el dise?ador Curro Claret (Barcelona, 1968), al que accedi¨® tras pasar parte de su existencia viviendo en la calle.
Claret no es la cara humilde del dise?o espa?ol, es la m¨¢s ambiciosa. M¨¢s all¨¢ de reutilizar desechos y rescatar oficios, lleva casi un lustro volcado en la recuperaci¨®n de las personas. No necesita un sello, pero deja marca. Admite que los creadores de su generaci¨®n cre¨ªan tener las respuestas y luego han visto que no. Uno de esos compa?eros, Oscar Guayabero, ha contado en el libro Retrato imperfecto de Curro Claret su experiencia al dise?ar junto a quien lo ha perdido todo. Valerio, con cuyas declaraciones comienza este texto, es uno de ellos. Cuenta que, cuando viv¨ªa en la calle, durmi¨® cerca de la tienda que ahora ha ayudado a dise?ar. Las nuevas zapater¨ªas Camper en Madrid y Barcelona est¨¢n hechas a partir de las habilidades de un dibujante, un carpintero y otros operarios que, por circunstancias, hab¨ªan acabado convertidos en sin techo.
Claret los ha coordinado. Comenz¨® dise?ando la ¨²nica pieza que no se ve, pero que, sin embargo, es capaz de unir las partes de una mesa, un taburete o un perchero. Esa fue la aportaci¨®n de este dise?ador antimercado que tiene en su historial productos como el banco Por el Amor de Dios ¨Cque propone convertir los bancos de los templos en camas para recuperar la idea de la iglesia como edificio que ofrece protecci¨®n¨C o estanter¨ªas como la Cajonera Cartela, que transforma cajas de fruta en estantes.
Los dise?os de este creador no proporcionan royalties. Vive con poco. ¡°Aunque con trampa: no tengo hijos, vivo en casa de mi compa?era, no tengo coche ni moto¡±. Tampoco tiene la sensaci¨®n de haber renunciado a nada.
Sus referentes son de andar por casa, pero sirven para cambiar el mundo. Su madre, enfermera, ¡°arreglaba las cosas para que durasen¡±. Estir¨® la econom¨ªa familiar para criar a cinco hijos, de los que Curro es el peque?o. Creci¨® en el barrio de Les Corts. ¡°Mis padres todav¨ªa viven en ese bloque. Antes estaba en un descampado, ahora ya no¡±. Pero no tuvo una ni?ez de escasez.¡°Aunque soy un privilegiado y he tenido oportunidades como estudiar en Londres, mi barrio era de gente normal¡±, explica. Su padre es ingeniero. Todos sus hermanos estudiaron. Hay una m¨¦dica, un economista y un arquitecto. ?De d¨®nde sale entonces esa preocupaci¨®n por los dem¨¢s? ¡°Tuve una formaci¨®n bastante cat¨®lica, pero abierta, progresista. Hace a?os que no voy a misa ni tengo claro lo que pasa despu¨¦s de morir, pero algunas ideas me debieron tocar¡±.
Estudi¨® dise?o porque le gustaban los libros de su hermano mayor, el arquitecto, y se pregunt¨® c¨®mo pod¨ªa ser ¨²til inventando mientras era voluntario en la Cruz Roja. Tambi¨¦n ley¨® un libro del pionero del dise?o social, Victor Papanek, que impacta: Dise?o para un mundo real. Por lo dem¨¢s, ¡°mis padres siempre han llevado una vida sin excesos ni caprichos. Ninguno de mis hermanos tiene demasiada fascinaci¨®n por acumular dinero o cargos de poder. Creo que el ¨¦xito para ellos es disfrutar con lo que hacen, vivir de manera justa y sencilla¡±.
Esa justicia la intenta trasladar Claret a su profesi¨®n. Llevaba a?os trabajando con personas acogidas en las fundaciones Arrels y San Mart¨ªn de Porres cuando le lleg¨® una propuesta de Camper para dise?ar sus nuevas tiendas. ¡°La ¨²nica condici¨®n que consider¨¦, aunque no hizo falta ni decirlo, es que se les remunerara¡±.
Algunos de los taburetes que ha construido con personas como Valerio o Nicolai se han vendido en galer¨ªas de arte. ?l habla de ¡°tender un puente entre gente sofisticada (o rica) y gente de la calle¡±. La galer¨ªa Estrany de la Mota de Barcelona los vendi¨® por 50 euros. Ahora los comercializan las fundaciones. Los operarios cobran por hora trabajada tambi¨¦n al fabricar las l¨¢mparas que produce otra empresa espa?ola, Metalarte, con la misma plantilla de artesanos.
Para la Fundaci¨® Arrels, la colaboraci¨®n con Claret es una herramienta para avisar de que hay gente en la calle con valores ¨²tiles para aportar a la sociedad.
¡°El mundo es cada vez m¨¢s injusto. La diferencia entre ricos y pobres crece y se agotan los recursos. ?Qui¨¦n puede defender un mundo as¨ª? Si acaso, los de arriba¡±, sostiene Claret. ¡°El dise?o ha estado al servicio de los intereses de ese poder y, de manera menos visible, del resto de las personas. Tenemos la oportunidad de cambiar y ponernos a favor de la gente. Ya no puedes hacer como que no lo ves¡±, dice. Y pregunta de qu¨¦ forma la transparencia de los procesos de producci¨®n cambiar¨ªa nuestros h¨¢bitos de consumo.
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