Caca
?Pobre Espa?a, descoyuntada entre los saqueadores y los mutiladores! Sin duda necesita una regeneraci¨®n pol¨ªtica, pero no vendr¨¢ de quienes s¨®lo saben contar hasta ciento cuarenta
Hace tiempo Bernard-Henri L¨¦vy me cont¨® las barbaridades que dec¨ªan de ¨¦l en las redes sociales. Ten¨ªa un dispositivo de aviso para cuando su nombre aparec¨ªa mencionado, a cuyo reclamo se apresuraba a comprobar descortes¨ªas e indecencias. Le aconsej¨¦ el modo infalible, aunque anticuado, con que yo me ahorraba tales disgustos: no frecuentar esa ci¨¦naga para no sentirme nunca emporcado por las materias fecales que se arrojan a ella.
Pero ahora la cosa se ha vuelto m¨¢s dif¨ªcil, porque los amigos de la caca, pis y culo han salido del retrete de la Red y se los encuentra uno en todas partes, por ejemplo en los Ayuntamientos. Ya sospech¨¢bamos que la huella de la zafiedad franquista y la cursiler¨ªa falangista ten¨ªan que hacerse notar en un pa¨ªs de poca educaci¨®n c¨ªvica como ¨¦ste: pues ah¨ª est¨¢n. Y junto a los reg¨¹eldos ellos y ellas no dejan de mencionar la ¡°dignidad¡±, aunque a su lado una lombriz adquiere prestancia de drag¨®n her¨¢ldico.
Algunos los toman por marxistas, pero la brutalidad simplificadora es lo contrario de la tesis de Marx, la cual no recomienda prescindir del conocimiento para transformar el mundo, sino que lo exige como requisito para el cambio revolucionario. Lo peor ¡ªcon ser malo¡ª no es que los brutos se manifiesten antisemitas, necr¨®filos o feminazis sino que sean brutos o sea que presenten un perfil de inconfundible estupidez como recomendaci¨®n de buena voluntad para ocupar puestos de responsabilidad. No hay m¨¢s que repasar las bufonescas cl¨¢usulas empleadas por muchos ediles para aceptar sus cargos: salvo el ¡°te lo juro por Snoopy¡± se ha o¨ªdo berrear de todo.
?Pobre Espa?a, descoyuntada entre los saqueadores y los mutiladores! Sin duda necesita una regeneraci¨®n pol¨ªtica, pero no vendr¨¢ de quienes s¨®lo saben contar hasta ciento cuarenta.
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