Perd¨®n real y novio espa?ol para Sarah Ferguson

La fotograf¨ªa le ha costado veinte a?os de espera, pero finalmente Sarah Ferguson consegu¨ªa ser retratada en pose de genuflexi¨®n ante la reina Isabel con ocasi¨®n de las famosas carreras de Ascot, en una se?al de reconciliaci¨®n con la familia real brit¨¢nica. Ni siquiera las recientes especulaciones sobre su relaci¨®n con un empresario de origen espa?ol han conseguido empa?ar la sensaci¨®n de que la duquesa pelirroja vuelve ser acogida en el redil de los Windsor gracias al apoyo a su exmarido, el pr¨ªncipe Andr¨¦s.

Las informaciones sobre la estrecha amistad entre Sarah y Manuel Fernandez, un empresario ocho a?os menor que ella y con doble herencia espa?ola e irlandesa, salieron a la luz en v¨ªsperas del gran acontecimiento social que a principios del verano aloja el hip¨®dromo de Ascot. Los tabloides brit¨¢nicos dieron cuenta entonces de sucesivos encuentros de la pareja a lo largo del ¨²ltimo medio a?o, uno de ellos en Asturias, sugiriendo un flirteo que sus informaciones no pudieron en realidad avalar. Fernandez, radicado en Londres y director de una productora de cine, patrocina tambi¨¦n una empresa de internet que dedica parte de sus beneficios a la lucha contra la violencia dom¨¦stica (su propia hermana fue asesinada por un excompa?ero).

Esa es la causa que les condujo a posar juntos, del brazo y sonrientes, en una gala ben¨¦fica en Cannes, al menos seg¨²n la interpretaci¨®n de medios tan promon¨¢rquicos como el Telegraph, anta?o cr¨ªtico de la duquesa pero hoy firme defensor del regreso de Sarah Ferguson a La Firma (el sobrenombre por el que los brit¨¢nicos conocen a la casa real). Una indicaci¨®n clara de que en el palacio se ha decidido "rehabilitar¡± a Sarah ha sido la presencia del duque de Edimburgo -marido de la reina y el principal cr¨ªtico de la mujer que se divorci¨® de su hijo en 1996- en el recinto real de Ascot, donde la duquesa compareci¨® el pasado fin de semana en compa?¨ªa de Andr¨¦s y de las dos hijas de ambos Beatriz y Eugenia.

Que el duque de York se dispusiera esa misma noche a celebrar el 25 cumplea?os de Eugenia en una fiesta coorganizada con Sarah no supone ninguna novedad, porque la pareja es conocida desde su separaci¨®n de facto en 1992 como ¡°los divorciados mejor avenidos¡± del Reino Unido. Comparten a menudo sus vacaciones, hace pocos meses se compraron conjuntamente una casa en una estaci¨®n de esqu¨ª suiza y, sobre todo, se apoyan mutuamente en sus respectivas crisis. Este mismo a?o, Andr¨¦s fue citado en un caso de prostituci¨®n de menores que se sigue en Estados Unidos, en lo que supuso el punto m¨¢s bajo en sus ya resentidos ¨ªndices de popularidad, porque el brit¨¢nico de a pie percibe que el pr¨ªncipe lleva muchos a?os aprovech¨¢ndose de su estatus para engrasar la propia cuenta corriente. Sarah sali¨® inmediatamente a la palestra para subrayar que su ex ¡°es la mejor persona que he conocido nunca¡± y que, a pesar de la separaci¨®n marital, ¡°los York somos una unidad familiar muy firme¡±.

Andr¨¦s y Sarah, infelices como consortes de la casa real pero luego tan en sinton¨ªa fuera de los cors¨¦s de palacio, conforman hoy una pareja muy at¨ªpica, cuya reuni¨®n definitiva viene siendo objeto de especulaciones en los ¨²ltimos a?os. ?Acabar¨¢n cas¨¢ndose de nuevo?, es uno de los interrogantes que ha vuelto a alentar el regreso de la duquesa a Ascot, y por la puerta grande.