Amor a Grecia
?Alguien puede imaginar la filosof¨ªa europea actual sin Plat¨®n y Arist¨®teles o nuestra literatura sin Homero y P¨ªndaro?
De acuerdo: Grecia nos debe a los europeos (a m¨ª no me debe nada, que conste) no s¨¦ cu¨¢ntos miles de millones de euros, pero ?cu¨¢nto les debe Europa a los griegos? ?Alguien en el Parlamento de Bruselas, o en el Banco Central Europeo, o en cualquiera de los Gobiernos de los pa¨ªses que integran Europa, se ha parado a pensar un momento en la deuda que los europeos tenemos con Grecia desde tiempo inmemorial y sin saldar?
Dejando a un lado la mitolog¨ªa, origen y fundamento de la religi¨®n cristiana, ?alguien puede imaginar la filosof¨ªa europea actual sin Plat¨®n y Arist¨®teles, nuestra literatura sin Homero y P¨ªndaro, nuestro teatro sin Arist¨®fanes, S¨®focles y Esquilo, nuestras matem¨¢ticas y geometr¨ªa sin Pit¨¢goras, nuestra historia sin Her¨®doto y Tuc¨ªdides, nuestro pensamiento pol¨ªtico sin Pericles, nuestro arte y nuestra arquitectura sin la existencia hace siglos en Grecia de gente como Mir¨®n, Fidias, Prax¨ªteles, Apolodoro o Lisipo? Ya s¨¦ que suena muy antiguo, pero sin la existencia de la Griega cl¨¢sica y de la cultura que nos leg¨® Europa no ser¨ªa como es por m¨¢s que esto les importe un r¨¢bano a los bur¨®cratas europeos, que lo ¨²nico que quieren es cobrar. Es m¨¢s, reflexiones como las que anteceden les mover¨¢n a la risa o, como mucho, a la compasi¨®n, no de los griegos, sino del que se atreve a plantearla como yo.
Pero uno no est¨¢ tan descaminado. En La vida de Brian, la pel¨ªcula de Monthy Python que demostr¨® que se puede re¨ªr uno incluso de lo sagrado sin ofender, hay un momento en el que el l¨ªder pol¨ªtico de la c¨¦lula jud¨ªa que lucha contra los romanos se pregunta ret¨®ricamente qu¨¦ han aportado ¨¦stos a los jud¨ªos para poder estarles agradecidos. ¡°Los puentes¡±, exclama uno de los miembros de la c¨¦lula, interrumpi¨¦ndolo. ¡°Vale¡±, acepta el interrumpido siguiendo con su discurso: ¡°Y, aparte de los puentes, ?debemos algo a los romanos?¡±. ¡°Los acueductos¡±, contesta el otro. ¡°De acuerdo¡±, vuelve a aceptar, visiblemente molesto, el l¨ªder de la c¨¦lula jud¨ªa, ¡°pero, aparte de los puentes y los acueductos, qu¨¦ les debemos a los romanos?¡±. ¡°Las calzadas¡±. ¡°?Vale!¡ ?Y, aparte de los puentes, los acueductos y las calzadas?¡±. ¡°El circo¡±. La escena ¡ªlo recordar¨¢n¡ª concluye con el inventario del legado romano a la humanidad (el derecho, las termas, los panteones, etc¨¦tera), que servir¨ªa tambi¨¦n para los griegos.
Pero no parece que Angela Merkel, ni Mario Draghi, ni ning¨²n l¨ªder europeo, est¨¦ por la labor de reconocerles ninguna deuda que no sea la suya, a pagar por las buenas o por las malas, como en el banco. Y que den gracias de que no les quiten el Parten¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.