Orgullo Gay futbolero
Es la ¨²ltima frontera de la liberaci¨®n: que los homosexuales forofos del f¨²tbol dejen de estar mal vistos dentro de su propia comunidad. Un reportero se enfrenta a la prueba definitiva, ver la final de la Champions en mitad de un cumplea?os con gente travestida de Lady Gaga y Kim Kardashian. La guerra contra las machas sigue abierta...
El pasado 6 de junio ten¨ªa el compromiso ineludible del cumplea?os de un buen amigo. El lugar de la fiesta, la terraza del ¨¢tico de otro amigo. La hora, las ocho de la tarde. El problema, la coincidencia con la final de la Champions. El partido m¨¢s esperado de la temporada, protagonizado por Juventus y Bar?a. Llego a la fiesta con una idea clara: convencer a mi amigo de que me deje ver el partido en el sal¨®n con la promesa de darlo todo en la terraza en cuanto acabe. Mi amigo es gay y el 80% de los invitados tambi¨¦n lo son. Yo incluido. Me recibe disfrazado de Madonna. ¡°La fiesta es de disfraces, ?no te acuerdas?¡±. No, no me acuerdo y no me gusta disfrazarme. Est¨¢n Lady Gaga, Sia, Courtney Love y una Kim Kardashian con dos buenos cojines por trasero. Est¨¢n fant¨¢sticos, suena house y cl¨¢sicos pop. Pero yo solo puedo pensar en una cosa: el partido, el estereotipo definitivo del hombre hetero y la ¨²ltima frontera del gay.
Saludo a los invitados y comento que me bajo a ver el partido. El anfitri¨®n reacciona bien. A las otras divas les cambia la cara: ¡°?F¨²tbol? Hay que ver con las machas...¡±. Me bajo al sal¨®n y pongo la tele. Se me unen dos invitados. Ambos hetero. Durante el partido se repiten dos cosas. Por un lado, el mismo comentario de los invitados gays que pasan por el sal¨®n para ir a por hielo o m¨¢s cerveza: ¡°hetera, que eres una hetera¡±. Por otro, la tensi¨®n con los chicos que ven el partido conmigo. Parece que les molesta que un gay les comente que Piqu¨¦ es el mejor del mundo recuperando la posici¨®n para despejar un bal¨®n por alto o que la reconversi¨®n de Messi en el mejor pasador del mundo le hace casi imposible de parar. Hiere un poco su orgullo que un maric¨®n sepa m¨¢s de f¨²tbol que ellos.
He aqu¨ª el problema: no ajustarse al estereotipo gay pero tampoco estar en el armario. Algo que desconcierta tambi¨¦n a los hetero. Busco respuestas en otros forofos gays. S¨ª, hay m¨¢s de los que imaginas. ¡°Es tan f¨¢cil como que se rompe con lo convencional. Desde hace a?os ser gay ya es un convencionalismo m¨¢s. A¨²n faltan cosas por mejorar pero, en t¨¦rminos generales, ser gay es algo com¨²n, habitual en la mayor¨ªa de escenarios de la sociedad. Eso no quita que esa ¡®normalidad¡¯ se ha construido en base a estereotipos. Romper con esas etiquetas cuesta, y produce rechazo¡±. Es el testimonio de Miguel (prefiere que obviemos su apellido), socio abonado del Atl¨¦tico de Madrid. ¡°Mis amigos gays me llegaron a decir que iba al Vicente Calder¨®n ¡®a ver qu¨¦ pillaba¡¯. ?Acaso sab¨¦is lo que pago al a?o por mi abono? Me saldr¨ªa m¨¢s econ¨®mico tirar de chaperos para ¡®pillar¡±, cuenta entre risas. ¡°Les cuesta aceptar que voy a ver f¨²tbol y no las piernas de los futbolistas. Por un lado los gays futboleros no les gustamos porque nos asocian con la plumafobia: piensan que no nos gustan los homosexuales afeminados y que los que discriminamos somos nosotros. Es absurdo, a m¨ª no solo me gusta el f¨²tbol, tambi¨¦n me gusta el petardeo, pero no te voy a enga?ar, muchas de las cosas asociadas al ambiente me dan pereza. No van conmigo, sencillamente. Gran parte de mis amigos con los que voy al f¨²tbol tienen pluma. Pasa lo mismo que pas¨® con las mujeres: cada vez se ven m¨¢s en los estadios. Y aqu¨ª no pasa nada¡±.
¡°Mis amigos gays me llegaron a decir que iba al Vicente Calder¨®n ¡®a ver qu¨¦ pillaba¡¯. ?Acaso sab¨¦is lo que pago al a?o por mi abono? Me saldr¨ªa m¨¢s econ¨®mico tirar de chaperos para ¡®pillar'¡±
Manu, madridista hasta la m¨¦dula, apunta otro motivo. ¡°El f¨²tbol se considera algo mainstream, garrulo, el opio del pueblo. Se supone que los gays debemos ser sofisticados o, al menos, la avanzadilla del cambio social, que tenemos que ir en la locomotora de la modernidad. No estoy de acuerdo. La verdadera igualdad es poder hacer o ser lo que uno quiera. Y si quiero ser gay y garrulo lo soy. Las divas del pop no son Mozart precisamente como para que se nos mire por encima del hombro por ser futboleros¡±, apunta con gesto serio.
Los pasos para derribar uno de los ¨²ltimos muros que separan el mundo hetero del gay pasan por, en palabras de Miguel, ¡°que haya m¨¢s apoyo por parte de las organizaciones LGTB. Hacen el partido de f¨²tbol una vez al a?o durante las fiestas del Orgullo, pero el resto del a?o echo de menos m¨¢s actividades con el f¨²tbol como protagonista. Echo en falta un bar para ver f¨²tbol en Chueca, por ejemplo. Y luego los propios gays futboleros deber¨ªamos acudir a esas actividades. Yo soy el primero que en las fiestas del Orgullo prefiero ir al preg¨®n o a la carrera de tacones que al partido, si te soy sincero¡±. Pero, sobre todo, ¡°el acercamiento debe producirse desde el propio mundo del f¨²tbol. Desde peque?os, a los chicos que no les molaba el f¨²tbol se les ha llamado ¡®mariquitas¡¯. Si queremos que el colectivo gay abrace el f¨²tbol y lo acepte como algo que no es ajeno a ¨¦l, desde la FIFA y los clubes debe haber campa?as de concienciaci¨®n y un mensaje claro: f¨²tbol y solo f¨²tbol, seas como seas y te guste lo que te guste¡±.
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