El coste de la crisis y el beneficio de la recuperaci¨®n
La respuesta a la pregunta de si estamos mejor que hace cuatro a?os puede no ser la que buscan los publicistas del PP
Ni el coste de la crisis, ni el beneficio de la recuperaci¨®n se ha distribuido de forma justa en Espa?a. Lo comentaba el otro d¨ªa un antiguo ministro de Econom¨ªa socialista cuando se le preguntaba si la recuperaci¨®n econ¨®mica en Espa?a podr¨ªa tener el mismo efecto electoral que ha tenido en el Reino Unido de Cameron.
Esta es una clave que habr¨¢n tenido en cuenta por los dirigentes del Partido Popular en su conferencia pol¨ªtica. Una reuni¨®n que ha pretendido ser el punto de partida para recuperar el prestigio perdido por las medidas de ajuste adoptadas desde 2012 y encarar la marcha hacia las elecciones generales de noviembre con cierto optimismo. Seg¨²n las recetas de Pedro Arriola (el soci¨®logo de cabecera de Mariano Rajoy), hay que aprovechar el tir¨®n del crecimiento econ¨®mico y la creaci¨®n de empleo para ganar las elecciones. Y para eso, hay que preguntar al ciudadano: ¡°?Estamos mejor o peor que hace cuatro a?os?¡±.
El problema es que la respuesta puede no ser la que buscan los publicistas del PP. Es verdad que en junio se ha pasado el rubic¨®n del n¨²mero de parados heredados por el actual Gobierno del ejecutivo de Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y que en noviembre posiblemente estaremos creciendo por encima del 3% en t¨¦rminos interanuales. Pero los efectos de la mejora econ¨®mica no se est¨¢n notando entre la poblaci¨®n.
?M¨¢s de medio mill¨®n de empleos creados en lo que va de a?o no estar¨ªa nada mal, si no fuera porque el nivel de precariedad y de pobreza salarial es demasiado alto. Para conseguir el c¨ªrculo virtuoso de m¨¢s empleo-m¨¢s consumo-m¨¢s crecimiento, es necesario que la creaci¨®n de puestos de trabajo lleve consigo una cierta seguridad en el empleado para que tome decisiones de gasto o de inversi¨®n. Algo dif¨ªcil con las condiciones que reciben.
?La segunda v¨ªa que est¨¢ utilizando el Gobierno para animar a sus posibles electores es la bajada de impuestos. Estaba en su programa electoral y quieren acabar la legislatura cumpliendo la promesa realizada. Una vez m¨¢s, el problema est¨¢ en el primer a?o de su mandato, en el que subieron los impuestos como si fueran de Podemos y ahora todas las reducciones anunciadas solo sirven para volver a la casilla de salida. Algo es algo, aunque no parece suficiente como para animar a esas clases medias que han aupado siempre al PP al poder.
?Por ¨²ltimo, est¨¢ la posibilidad de dar alguna alegr¨ªa a los pensionistas y a los funcionarios. Esa puede ser la v¨ªa que utilice el presidente del Gobierno y del partido estos d¨ªas, seg¨²n se ha encargado de filtrar el ministro de Hacienda y Administraciones P¨²blicas, Crist¨®bal Montoro, al que parece que le van saliendo las cuentas (aunque los consejeros auton¨®micos salieron el mi¨¦rcoles muy enfadados con ¨¦l). La clave es que ya que el coste de la crisis se reparti¨® muy mal, intentar que el beneficio de la recuperaci¨®n llegue a las capas m¨¢s desfavorecidas.
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