La subasta catalana

En ingl¨¦s se llama outbidding,que en pol¨ªtica se refiere a una escalada en la competencia electoral entre partidos a ver qui¨¦n da m¨¢s por menos. Se puede traducir por pujar en una subasta. Es lo que han estado haciendo los nacionalistas catalanes en los ¨²ltimos a?os, hasta llegar a la humorada actual de proponer otras elecciones anticipadas para un parlamento que no legisle y convoque otras elecciones aun m¨¢s anticipadas.

Seguramente todo empez¨® hace mucho tiempo. El pacto constitucional en materia territorial fue ambiguo. Como consecuencia, la descentralizaci¨®n no fue el resultado de un claro mandato constitucional, sino de la competencia entre partidos y las negociaciones para intercambiar apoyos por transferencias.

En Catalu?a tambi¨¦n predomin¨® la ambig¨¹edad con un vago ¡°catalanismo¡± que inclu¨ªa una mezcla de pol¨ªticas nacionalistas moderadas y extremas. Por un lado, todos aceptaban una moderada f¨®rmula de autonom¨ªa especial, diferente del r¨¦gimen general de la mayor¨ªa de comunidades aut¨®nomas, de acuerdo con la Constituci¨®n. Por otro, se promov¨ªa una pol¨ªtica ling¨¹¨ªstica que da prioridad al catal¨¢n en la administraci¨®n y los medios p¨²blicos y establece la inmersi¨®n monoling¨¹e en catal¨¢n en todas las escuelas p¨²blicas, privadas y concertadas.

La ambig¨¹edad empez¨® a romperse sobre todo a partir del a?o 2000. Cuando el sistema electoral dio una mayor¨ªa de esca?os por una minor¨ªa de votos al Partido Popular (PP), Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar dej¨® atr¨¢s sus tratos con el Gobierno de Catalu?a presidido por Jordi Pujol y anunci¨® una ¡°segunda transici¨®n¡±. Con ella quer¨ªa corregir las ¡°desviaciones¡± infringidas por el largo periodo de Gobiernos del PSOE a lo que Aznar juzgaba que hab¨ªa sido el esp¨ªritu inicial de la Transici¨®n en los a?os setenta. En particular, apuntaba a detener el proceso de descentralizaci¨®n territorial y a revertirlo, as¨ª como a reforzar la identidad nacional espa?ola y el idioma espa?ol, los dos objetivos m¨¢s preciados de Aznar.

Tres a?os despu¨¦s, el Gobierno catal¨¢n tripartito encabezado por Pasqual Maragall respondi¨®, a iniciativa de ERC, con el pacto del Tinell, cuyo primer objetivo era elaborar un nuevo Estatuto de Catalu?a excluyendo al PP de toda negociaci¨®n.

Los nacionalistas han renunciado a legislar sobre ning¨²n tema concreto

El PP replic¨® pronto con una nueva puja. Desarroll¨® una campa?a por toda Espa?a para recoger millones de firmas por un refer¨¦ndum contra el Estatuto y a favor de la ¡°¨²nica naci¨®n espa?ola¡± y bloque¨® los nombramientos del Tribunal Constitucional para mantener una mayor¨ªa conservadora y lograr una sentencia desfavorable. A partir de entonces los partidos catalanes extremos promovieron nuevas propuestas radicales que han generado una competencia centr¨ªfuga y han quebrado los principales sostenes del consenso moderado anterior: Convergencia y Uni¨®n y el Partido de los Socialistas de Catalu?a (PSC-PSOE).

La independencia ha sido promovida mediante la estrategia de convertir cada desacuerdo sobre pol¨ªticas p¨²blicas en un conflicto institucional y descartar todas las dem¨¢s alternativas a la recentralizaci¨®n del Estado. Los dirigentes de Convergencia y de ERC han presentado temas como las deficiencias en infraestructuras de transportes, una serie confusa y no concluyente de informes sobre las balanzas fiscales, las propuestas de una escuela multiling¨¹e y el rechazo de Mariano Rajoy a transferir todos los poderes fiscales a la Generalitat como si cada uno de ellos no dejara m¨¢s v¨ªa abierta que la secesi¨®n. Los nacionalistas han renunciado a legislar sobre ning¨²n tema concreto. Y han descartado una mejora de la autonom¨ªa, un Estado espa?ol federal o una confederaci¨®n entre Catalu?a y otros territorios como si fueran m¨¢s dif¨ªciles de conseguir que la independencia. Los posibles encajes y desencajes en la UE apenas se han discutido, a pesar de que la Comisi¨®n Europea y otros altos cargos europeos dejaron claro que la Catexit de Espa?a ser¨ªa tambi¨¦n una Catexit de la UE.

M¨¢s recientemente, la subasta se ha trasladado a la competencia entre partidos catalanes y las pujas se han acelerado. Hace unas pocas semanas, Mas asegur¨® que cuando Catalu?a sea independiente tendr¨¢ las tasas de paro de Dinamarca o Austria, las infraestructuras de Holanda y el modelo educativo de Finlandia. Cada partido est¨¢ siempre preparado para continuar una serie de blufs indemostrables. ?Qui¨¦n da m¨¢s?

Josep M. Colomer es miembro de la Academia Europea.