El papa Francisco hace prop¨®sito de enmienda
Bergoglio admite que apenas se acuerda de los virtuosos y promete pensar m¨¢s en ellos
Hay preguntas que solo las puede hacer un alem¨¢n. El pasado domingo, nada m¨¢s despegar del aeropuerto de Asunci¨®n con destino a Roma, el papa Francisco se acerc¨® a la parte trasera del Airbus A-330 de Alitalia y, como ya es costumbre, se someti¨® durante m¨¢s de una hora al interrogatorio de los periodistas. Se le pregunt¨® de todo, pero, tal vez por el cansancio tras una semana agotadora en Latinoam¨¦rica o porque prefiri¨® no meterse en berenjenales, Jorge Mario Bergoglio super¨® el trance sin ofrecer ning¨²n gran titular. S¨ª llam¨® la atenci¨®n su actitud cuando un periodista alem¨¢n le interpel¨®: ¡°Hemos escuchado muchos mensajes de apoyo a los pobres. Y tambi¨¦n muchos mensajes fuertes, a veces severos, para los ricos y poderosos. Pero, en cambio, usted se ha referido poqu¨ªsimo a la clase media, a la gente que trabaja y que paga impuestos. Si quisiera enviarles tambi¨¦n a ellos un mensaje, ?cu¨¢l ser¨ªa?¡±.
Bergoglio, que hab¨ªa tirado de buen humor para convertir la entrevista en una tertulia, se qued¨® pensativo, y respondi¨® con menos fluidez de la habitual: ¡°Muchas gracias. Es una buena correcci¨®n. Usted tiene raz¨®n. Es una equivocaci¨®n por mi parte [NO]pensar en esto (¡). Pero usted tiene raz¨®n. Tengo que pensarlo. El mundo est¨¢ polarizado. La clase media es m¨¢s peque?a: la polarizaci¨®n entre ricos y pobres es grande, esto es verdad. Quiz¨¢s esto me ha llevado a no darme cuenta de esto (¡). Pero creo que usted me dice algo que debo hacer. Debo profundizar m¨¢s en este magisterio. Se lo agradezco, le agradezco por la ayuda¡¡±.
La pregunta del alem¨¢n hab¨ªa dado en la diana. No son pocos en la Iglesia los que, como el hermano del hijo pr¨®digo, sienten que el Papa se ocupa demasiado por las periferias del mundo y de la fe mientras que a ellos ¡ªa los que pagan impuestos, a los que van a misa de ocho, a los que intentan no desear a la vecina del quinto¡ª apenas les hace caso. Un papa raro Francisco: en vez de mandar al periodista a la hoguera, agradeci¨® la pregunta e hizo p¨²blico prop¨®sito de enmienda.
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