Las rentas de inserci¨®n, un derecho pendiente
La garant¨ªa de rentas es una cuesti¨®n fundamental para luchar contra la pobreza infantil
La lucha contra la pobreza infantil debe ser un apartado prioritario para los reci¨¦n constituidos gobiernos auton¨®micos y para el ejecutivo estatal que se perfilar¨¢ en unos meses. Quienes nos gobiernan deber¨ªan ser conscientes de la urgencia de garantizar un sistema de rentas a las familias que conviven con ni?os y ni?as. Estas ayudas supondr¨ªan una manera de romper el ciclo de la crisis y de luchar contra ella, ya que, adem¨¢s, contribuir¨ªan a abastecer de recursos adicionales a las familias, de forma que se impulsar¨ªa el consumo, la demanda de mercado interior.
En los ¨²ltimos meses se ha hablado mucho de rentas a las familias. Pero existe una confusi¨®n generalizada entre las llamadas Rentas M¨ªnimas de Inserci¨®n y la Renta B¨¢sica Universal. Se manejan los diferentes t¨¦rminos como si fuese lo mismo, pero no lo son. La Renta B¨¢sica Universal es una renta de seguridad econ¨®mica y vital, un derecho de ciudadan¨ªa dirigido a todas las personas, por el hecho de ser ciudadano o ciudadana. En cambio, las Rentas M¨ªnimas de Inserci¨®n, que ya existen en las comunidades aut¨®nomas, consisten en el derecho a una ayuda econ¨®mica que se concede a las familias que est¨¢n en situaci¨®n de precariedad econ¨®mica (como unidades familiares y no como personas individuales). S¨®lo las perciben familias que no tienen suficientes ingresos m¨ªnimos, adem¨¢s est¨¢n sujetas a unas acciones encaminadas a la inserci¨®n laboral y a un acompa?amiento social dirigido a la inclusi¨®n social.
Aspirar a la Renta B¨¢sica Universal es lo m¨¢s deseable para avanzar hac¨ªa la equidad
Aspirar a la Renta B¨¢sica Universal es lo m¨¢s deseable para ir caminando hac¨ªa la equidad y redistribuci¨®n necesaria por lo que no dejar¨ªa que ser el objetivo a alcanzar. Pero dado que el camino es complejo, mientras avanzamos hacia ese nivel deber¨ªamos ir dando pasos de mejora sobre las Rentas M¨ªnimas de Inserci¨®n. Su aplicaci¨®n, de hecho, ha sido irregular por parte de demasiadas comunidades aut¨®nomas, sobre todo en estos a?os de crisis. La falta de liquidez ha llevado a que miles de familias no est¨¦n recibiendo esas ayudas por no poder superar las crecientes trabas administrativas que se han ido estableciendo.
Varios colegios profesionales de trabajadores sociales han ido denunciando estas situaciones en los ¨²ltimos tiempos, como es el caso de Arag¨®n, Madrid y Castilla-La Mancha, con una ratio de aplicaci¨®n y de cuant¨ªa a la cola de Espa?a. Tambi¨¦n el Consejo General del Trabajo Social denunciamos la situaci¨®n de las rentas m¨ªnimas en una jornada en el Parlamento Europeo, el pasado diciembre, coincidiendo con el D¨ªa Mundial de los Derechos Humanos.
Propuesta europea
En el ¨¢mbito europeo, el Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo quiere ahora ir m¨¢s all¨¢ y lanzar una Renta M¨ªnima Europea. Abordar ese reto a medio plazo requiere que en Espa?a, primero pongamos en orden nuestro sistema: carecemos de una normativa estatal que aglutine las distintas prestaciones no contributivas de garant¨ªa de ingresos. Partiendo de las distintas nomenclaturas, existe disparidad en las condiciones y en las cuant¨ªas.
La garant¨ªa de rentas es una cuesti¨®n fundamental para luchar contra la pobreza infantil. Aunque no es la soluci¨®n ¨Cel problema es mucho m¨¢s complejo¨C, contribuir¨ªa a que no empeoren los niveles de pobreza o exclusi¨®n social e impedir¨ªa su agravaci¨®n. Se convertir¨ªa en un potencial estabilizador, sobre todo si tenemos en cuenta el impacto que la crisis est¨¢ teniendo en la poblaci¨®n, que nos ha situado en el ranking como uno de los pa¨ªses con mayor tasa de desigualdad y pobreza infantil, llegando a superar el 27%.
Seg¨²n la memoria de sobre Rentas M¨ªnimas de Inserci¨®n del Ministerio de Sanidad y Servicios Sociales e Igualdad, el perfil mayoritario de beneficiarios de estas ayudas es de personas de entre 35 y 44 a?os, con estudios primarios y una vivienda alquilada y en situaci¨®n de convivencia biparental y con hijos e hijas a su cargo, adem¨¢s el informe deja en evidencia las diferencias abismales entre autonom¨ªas.
Que las rentas m¨ªnimas tienen una incidencia en la reducci¨®n de la pobreza es algo demostrado. El propio Consejo Econ¨®mico y Social (CES) Vasco cifra en un 39% la reducci¨®n de la pobreza que se produce como consecuencia de las pol¨ªticas de protecci¨®n social, fundamentalmente de la Renta M¨ªnima de Inserci¨®n, en su comunidad aut¨®noma.
La disparidad como escollo
La propuesta del Comit¨¦ Econ¨®mico y Social Europeo de crear una Renta M¨ªnima Europea est¨¢ ligada a las medidas que persiguen alcanzar los objetivos de la Estrategia Europea 2020 relativos al empleo, la pobreza y la exclusi¨®n social. Su apuesta tambi¨¦n pasa por incluir, entre otros, la fijaci¨®n de subobjetivos a escala europea y nacional para grupos con mayor riesgo de pobreza, como la infancia.
Se quiere lograr un objetivo global. Pero las desigualdades en las rentas m¨ªnimas en los distintos pa¨ªses europeos son un importante escollo. En Espa?a nos encontramos con una dificultad a?adida con las diferencias territoriales entre las distintas autonom¨ªas.
M¨¢s all¨¢ de esto, es importante remarcar que las recomendaciones europeas no se pueden centrar solo en la cuant¨ªa econ¨®mica y el empleo. Es importante que le den m¨¢s protagonismo a la recomendaci¨®n espec¨ªfica para la inclusi¨®n social, con todo tipo de programas destinados al acompa?amiento social. Adem¨¢s, para que las rentas m¨ªnimas de inserci¨®n sirvan para combatir la pobreza infantil deber¨ªa sufrir un aumento importante de la cuant¨ªa en la asignaci¨®n por hijo, tal como plantea Unicef.
Ana Isabel Lima, presidenta del Consejo General del Trabajo Social
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