Queremos m¨¢s calles y plazas como la de Pedro Zerolo

La decisi¨®n de cambiar el nombre de la Plaza V¨¢zquez de Mella por el de Pedro Zerolo, adem¨¢s de ser una gran idea, nos ha animado a pensar en este asunto. Juan V¨¢zquez de Mella fue un pol¨ªtico carlista del siglo XIX que termin¨® fundando su propio ¡°Partido Cat¨®lico Tradicionalista¡±; mientras que Zerolo, adem¨¢s de ser un pol¨ªtico de talante m¨¢s abierto, ha sido uno de los m¨¢s reconocidos activistas del colectivo LGBT. El cambio parece que ser¨ªa para bien.

Queremos ir un poco m¨¢s all¨¢ y ofrecer nombres que visibilicen nuestros intereses, o al menos otras realidades que sustituyan nombres de militares golpistas, criminales de guerra, responsables de cr¨ªmenes contra la humanidad, genocidas o simplemente conceptos caducos o sin inter¨¦s.

La plaza del Caudillo (en la zona de Fuencarral-El Pardo) podr¨ªa sustituirse por la plaza de Willis Haviland Carrier. El nombre no les sonar¨¢ a ustedes, pero a este se?or le debemos mucho m¨¢s que al dictador Francisco Franco. Se le considera el inventor del aire acondicionado.

La calle del Doctor Vallejo N¨¢jera, cerca del metro Pueblo Nuevo, rinde tributo al abuelo de Colate y su hermana Samantha del programa Master Chef. Sus estudios inclu¨ªan la defensa de que la gen¨¦tica marxista constitu¨ªa una raza atrasada y la inferioridad de las mujeres. Lleg¨® a escribir: ¡°A la mujer se le atrofia la inteligencia como las alas a las mariposas de la isla de Kerguelen, ya que su misi¨®n en el mundo no es la de luchar en la vida, sino acunar la descendencia de quien tiene que luchar por ella¡±. A esta populachera calle le otorgar¨ªamos el nombre de Mar¨ªa Cambrils, una injustamente olvidada escritora que, s¨ª, era marxista y feminista.

La avenida del General Fanjul, sanguinario militar sublevado contra la Segunda Rep¨²blica, pasar¨ªa a llamarse avenida Juego de Tronos, que es m¨¢s l¨²dico y, sobre todo, remite a la ficci¨®n, algo que se echa en falta en el callejero de nuestras ciudades. De hecho, las calles aleda?as, que llevan nombres de generales franquistas (General Romero Basart, General Millan Astray, General Saliquet, General Garc¨ªa-Esc¨¢mez...) deber¨ªan pasar a denominarse Casa Targaryen, Casa Baratheon, Casa Lannister, Casa Tully y Casa Stark. Mucho mejor as¨ª, ?verdad?

La Divisi¨®n Azul era un grupo de unos 45.000 soldados voluntarios espa?oles que apoyaron al ej¨¦rcito nazi contra Rusia en la Segunda Guerra Mundial. Y, tambi¨¦n, Ca¨ªdos de la Divisi¨®n Azul es el nombre de una calle del norte de Madrid, que preferir¨ªamos que se llamara Los medallistas paral¨ªmpicos, como recuerdo y homenaje al arrojo y valent¨ªa de los que luchan por eliminar barreras (sobre todo mentales) desde un punto de partida mucho m¨¢s dif¨ªcil.

Para la calle de Calvo Sotelo, un ultraderechista consumado, propondr¨ªamos el nombre de algo diametralmente diferente, algo que evoque la participaci¨®n, la espontaneidad y la voz del pueblo. Por ejemplo, calle Movimiento ciudadano 15M.

Los mensajes que env¨ªan nuestras calles con sus nombres no son del todo justos o agradables: nos dicen que la guerra y qui¨¦n se impone por la fuerza rige el devenir de las ciudades. Que las mujeres son una minor¨ªa pasiva, que solo conviene ensalzar cuando son santas o v¨ªrgenes. Que existe una jerarqu¨ªa de ¨¦xito que no premia el esfuerzo, sino los t¨ªtulos de condes, reyes o duquesas.

No, amigos. Otras calles son posibles, y las cosas siempre pueden cambiar a mejor.