Las lideresas

Michelle Obama es lista. Muy lista. Tampoco estoy diciendo nada especialmente revolucionario (pongan Dios y los hados en un pedestal a quien en 365 palabras as¨ª lo logre). Pero es cierto que, si su imagen y su figura llegaron antes ¡ª?cu¨¢ndo no pasa con una primera dama? ?cu¨¢ndo pasa con un primer damo?¡ª, no tardaron en adelantarlas su apabullante personalidad, su agudeza, su visi¨®n.

Depende de las franjas de edad, pero entre un 14% y un 19% de los chiquillos estadounidenses son obesos. Espa?a no se queda atr¨¢s, y a veces est¨¢ hasta por encima (?viva la dieta mediterr¨¢nea de la hamburguesa!). Pues ah¨ª lleg¨® la Obama para moverse, literalmente, por la causa. La obesidad ha ca¨ªdo, ella ha subido, todos contentos.

?Por qu¨¦ es lista la se?ora Michelle justo ahora, adem¨¢s de siempre? Pues porque asegura, en un test cortito y juguet¨®n como solo en ese pa¨ªs saben preguntar y contestar, que si hay alguien en el mundo que le gustar¨ªa ser, que ella se pide a Beyonc¨¦. Claro. ?A qui¨¦n mejor? No iba a ser Taylor Swift, tan blanquita y rubita, a la que dobla en edad. Ni Angelina Jolie, demasiada bondad, demasiada belleza de por medio.

Sabe elegir. O sabe qu¨¦ decir, que en su caso es hasta m¨¢s importante. Que Beyonc¨¦ es pura perfecci¨®n imperfecta, que invocar su nombre es clavar la respuesta. Trabajadora incansable hecha a s¨ª misma de ideales curvas y fuerza racial, se?ora madre y esposa, hija de familia poco com¨²n, tan expuesta a contarlo y ense?arlo todo cuando quiere como an¨®nima con su propia vida (dos dudas existenciales: ?est¨¢ embarazada de nuevo? ?lleva peluca?), ganadora de todo, encantadora de masas. Es tan perfecta que hasta tiene resbalones para poder mirarla cruzado cada tanto, como comprarse unos zapatos horteras cuajados de diamantes por 300.000 euros. Hipot¨¦cate t¨² por ese horror. Pero sigue siendo buena tipa, esa vecina de al lado por la que sacrificas el s¨¢bado noche cuidando a su hija para que se vaya de cena de aniversario sorpresa con su marido. ?Es tan maja!

Y Michelle lo sabe. Ha nombrado a la ¨²nica que puede ayudarla a dominar el mundo a golpe de cadera. O de ley. Ojito: con menos empez¨® Hillary.