P¨¢gina de enlaces
Las bodas igualitarias en EE UU se celebran a todo trapo, rollo Beatrice Borromeo
Soy una de las personas m¨¢s optimistas de entre mis amigos pero me temo que este mes no va a estar tan pre?ado de noticias como el anterior. Puede que sorprenda que dos ex, Juli¨¢n Mu?oz e Isabel Pantoja, se enfermen a la misma vez pero aparte de ellos todo indica que este agosto ser¨¢ calmado.
The House of Valentino is pleased to announce that Beatrice Borromeo wore a Valentino Haut¡ http://t.co/JcmTiBi4Du pic.twitter.com/pXWNRE1Edc
— Valentino (@MaisonValentino) July 26, 2015
La clave me la ha dado Beatrice Borromeo, la esposa de Pierre Casiraghi, que no para de repetir boda. Hizo una boda monegasca y luego una italiana. Lo que pasa es que no se lo explic¨® a nadie porque para eso es Beatrice Borromeo y la prensa se ha hecho un l¨ªo y la primera boda se cubri¨® m¨¢s que una manta. Tres d¨ªas de fiesta en Montecarlo con toda la nueva generaci¨®n chic cambi¨¢ndose de atuendo hasta tres veces por noche, ejerciendo de DJ's superaventajados, Instagram al borde del colapso y, cuando ya no quedaban fuerzas, el momento boda con Pierre, en gris perla y Beatrice recuperando la confianza en Valentino con un ¨ªdem en rosa palo. Bravo. ?Qu¨¦ maravilla que alguien rompa con el blanco nupcial y sobre todo con ese fallido intento est¨¦tico que fue el blanco roto! Los nuevos dise?adores de Valentino alcanzaron un r¨¦cord en likes, Carolina se volvi¨® a coronar en todo, mam¨¢, abuela, suegra, princesa, y el p¨²blico tendido al sol en las playas se sinti¨® seguro porque el glamour hab¨ªa vuelto a Montecarlo. Pero Borromeo nos sorprendi¨® el fin de semana con otra boda, esta vez en Italia y con un Armani que acumulo menos likes pero que ratifica una tendencia en los j¨®venes casaderos: lo importante es la fiesta. No vivimos para nosotros, vivimos para Instagram.
Beatrice Borromeo wore a custom-made ivory #GiorgioArmani Priv¨¦ gown to her wedding with Pierre Casiraghi today. pic.twitter.com/9yfyGVdpwH
— Armani (@armani) August 1, 2015
En EE UU, sobre todo en su costa este, es una tradici¨®n de las clases privilegiadas leer la p¨¢gina de cr¨®nicas de bodas en el New York Times. La secci¨®n se llama Enlaces y es tan antigua como la fundaci¨®n del peri¨®dico. No sin esfuerzo, se adapta a los tiempos y ahora incorpora bodas igualitarias. Han resultado un ¨¦xito, reanimado la p¨¢gina y casi ocupan m¨¢s espacio que los enlaces hetero, lo que ha abierto un debate. Que tu boda fuera rese?ada era el no va m¨¢s para las familias tradicionales. Pero hab¨ªa que cumplir requisitos. Ser blanco, de buena familia, con credenciales, que tanto el novio y la novia hubieran ido a buenos colegios y mejores universidades. Con las bodas del mismo sexo todo esto ha saltado por los aires como un pu?ado de arroz. En una de esta rese?as, dos capitanes de la fuerza a¨¦rea comentan que no solo se hab¨ªan conocido en un bar gay de Massachusetts, al que hab¨ªan acudido con intenci¨®n de conocer cualquier cosa menos un marido, sino que uno era hijo de un prelado anglicano y el otro de un alba?il. ?La diversidad! En otra cr¨®nica, Jared Milrad y Nathan Johnson recibieron m¨¢s cobertura al ser miembros del equipo de campa?a de Hillary Clinton. El amor surgi¨® porque el se?or Milrad, veterinario frustrado, viajaba de copiloto en el coche del se?or Johnson y orden¨® que se detuviera ipso facto para auxiliar a un perro que terminaron adoptando y fue, c¨®mo no, uno de los protagonistas del enlace, apropiadamente llamado Cooper, que es t¨ªpico nombre de perro pijo estadounidense.
El corte Ingl¨¦s me ha puesto al lado a Olvido Hormigos. Les agradecer¨¦ que no me la pongan encima. pic.twitter.com/1vRe74sT2U
— Arturo P¨¦rez-Reverte (@perezreverte) July 29, 2015
Estas cr¨®nicas nupciales denotan que los matrimonios igualitarios en Norteam¨¦rica se celebran a todo trapo, rollo Borromeo. En Espa?a los primeros en casarnos lo hicimos con un poquito m¨¢s de contenci¨®n. El m¨ªo fue con cuatro testigos y una ni?a, Matilda, y luc¨ªamos tan normales que la juez no pudo evitar un gesto de desilusi¨®n. Hab¨ªa reservado la sala m¨¢s grande del registro civil creyendo que vendr¨ªa gente con pamela y una animada representaci¨®n de la tele. Trat¨® de encajar aquello con una lectura de Khalil Gibran. Kike Sarasola y Carlos Marrero s¨ª que se casaron m¨¢s al estilo de las bodas del New York Times, pero en general la media ha sido m¨¢s bien con un bajo perfil incluso misterioso.
Entre rese?a y rese?a, recibo un tuit inform¨¢ndome de que Arturo P¨¦rez-Reverte se ha quejado de que en El Corte Ingl¨¦s colocan su libro al lado del de Olvido Hormigos. Alguien agreg¨® en el tuit: ¡°Suerte que no te ponen debajo de Boris Izaguirre¡±. Los acad¨¦micos no son tan proclives a la diversidad como el New York Times , pero alguien podr¨ªa sugerirle a P¨¦rez-Reverte que vaya ¨¦l mismo al gran almac¨¦n y cambie su libro de sitio. No ser¨ªa la primera vez que un autor vigile de cerca sus ventas. As¨ª puede ponerse debajo, al lado o casarse promocionalmente con quien quiera.
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