Temor por el yuan
Las devaluaciones encubren dudas sobre la segunda econom¨ªa mundial
Aunque las autoridades chinas procuran dar sensaci¨®n de tranquilidad y de que ¡°todo est¨¢ controlado¡±, seg¨²n la expresi¨®n del economista jefe del Banco de China, Ma Jung, lo cierto es que las dos devaluaciones seguidas del yuan (1,62% el martes; 1,9% el mi¨¦rcoles) ¡°para que su cotizaci¨®n sea coherente con las condiciones del mercado¡± han desatado una ola de temor en las Bolsas y un an¨¢lisis complaciente del Fondo Monetario Internacional (FMI). Los inversores temen justamente no la devaluaci¨®n, sino lo que encubre en lo que se refiere a los fundamentales (par¨¢metros de la econom¨ªa real). Los temores no son gratuitos del todo; reflejan algunas grietas en la segunda econom¨ªa mundial.
El trasfondo del miedo de los mercados burs¨¢tiles es la sospecha de que la econom¨ªa china puede haber entrado en una fase de desaceleraci¨®n; un t¨¦rmino que puede parecer exagerado en Europa cuando se dan tasas de crecimiento en torno al 7%. Pero Pek¨ªn necesita cifras superiores para mantener un mercado laboral estable, es decir, sin que el paro y el subempleo generen tensiones sociales en el sistema. Incluso aunque se crea a pies juntillas en la afirmaci¨®n de que el Banco de China es totalmente capaz de controlar la situaci¨®n del yuan. China es un pilar de importaciones para los pa¨ªses emergentes. Si ahora que la cotizaci¨®n de su moneda ¡°no est¨¢ alineada con el mercado¡± es porque observa que sus exportaciones est¨¢n cayendo demasiado, esa ca¨ªda da?a su tasa de crecimiento y, en consecuencia, ha llegado la hora de ajustar las cuentas exteriores.
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El FMI defiende la devaluaci¨®n (con una tibieza m¨¢s all¨¢ del bien y del mal) porque, t¨¦cnicamente, el procedimiento seguido para ejecutarla se aproxima a las reglas del mercado. A partir del martes pasado las variaciones del tipo de cambio ya no ser¨¢n arbitrarias: deber¨¢n tener en cuenta el cierre del d¨ªa anterior y el movimiento comprobado de 35 entidades significativas del interbancario. El Fondo considera, con raz¨®n, que este protocolo es un avance; pero conviene recordar que la intervenci¨®n que desarrollan las autoridades chinas no sabe de m¨¦todos. Cuando recientemente se hundieron los mercados del pa¨ªs, las autoridades enviaron a las fuerzas de seguridad para acabar con los especuladores.
Hay que aceptar la situaci¨®n actual de China en la econom¨ªa global tal como es: existe una desconfianza interna en el pa¨ªs hacia el funcionamiento de las reglas de la oferta y la demanda, que se manifiesta en la zozobra de los peque?os inversores chinos que acudieron a comprar acciones atra¨ªdos por los beneficios en potencia y estupefactos ante las ca¨ªdas de sus t¨ªtulos; existe una inquietud mal disimulada en las autoridades econ¨®micas por la evoluci¨®n econ¨®mica a corto plazo ¡ªy m¨¢s si Estados Unidos sube los tipos de inter¨¦s y atrae los capitales que antes recalaban en los pa¨ªses emergentes y China¡ª; y existe un recelo creciente en los mercados ante los signos de debilidad del crecimiento chino. Pues claro que el Banco de China es capaz de estabilizar el yuan; la devaluaci¨®n es un intento de corregir los desajustes en los mercados reales. Lo que importa es el efecto que producir¨¢ el ajuste monetario mientras se controla la econom¨ªa real.
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