Gutenberg y Snapchat
Grabar la existencia ¨ªntegra es posible, pero no tendr¨ªamos vida suficiente para verla
Para crear podemos exagerar como bestias mitol¨®gicas, multiplicar por tres mil millones, desbordarnos con la fuerza de los mares. Tambi¨¦n lo contrario. Cuando casi todo es posible ya t¨¦cnicamente, la creatividad puede venir de la limitaci¨®n.
Nada en Internet me interesa m¨¢s en estos momentos que Vine y Snapchat, dos servicios de v¨ªdeo. En uno solo se pueden subir obras de seis segundos que se reproducen en bucle. En el otro caben v¨ªdeos de 10 segundos que se autodestruyen en 24 horas. Ahora que un m¨®vil puede filmar una pel¨ªcula, ambos podr¨ªan parecer descabellados, pero se han convertido en un nido de talento porque no dejan hacer casi nada.
En Vine esp¨ªo a una panda de adolescentes divertid¨ªsimos que lo usan para contar chistes malos y, de paso, inventar nuevas narrativas. En Snapchat mis amigos me env¨ªan momentos que jam¨¢s guardar¨ªan en Facebook o Instagram y, por tanto, mucho m¨¢s interesantes.
Nunca se sabe qu¨¦ triunfar¨¢ en Internet, pero Ev Williams, con la autoridad de haber fundado Blogger, Twitter y Medium, dice que arrasa aquello que ayuda a que una necesidad humana de comunicaci¨®n se satisfaga de forma m¨¢s eficiente. Los medios ef¨ªmeros nutren nuestra ansia de ligereza, esa pulsi¨®n que nos incita a vivir la vida y no hacer copias de seguridad de los discos duros. Capturar todo el flujo de realidad, ¨ªntegro, para siempre, es posible pero no tiene sentido porque nunca habr¨¢ nadie para verlo: ni siquiera a nosotros mismos nos interesan todas nuestras fotos, todos nuestros v¨ªdeos, todos nuestros d¨ªas.
Una teor¨ªa maravillosa explica desde la pol¨¦mica de los tuits de Guillermo Zapata hasta las faltas de ortograf¨ªa de los whatsapps: la imprenta ha sido solo un par¨¦ntesis en la historia de la humanidad porque antes la cultura fue oral y despu¨¦s tambi¨¦n lo ser¨¢. Hoy estar¨ªamos cerrando el par¨¦ntesis Gutenberg, porque Internet, aunque se usa de forma escrita, es una vuelta a lo hablado. Muchos problemas vienen de la maldita seriedad y persistencia en el tiempo del texto escrito, de esa frase que nos persigue a?os despu¨¦s. Usar Snapchat para un mensaje fugaz tiene m¨¢s que ver con contarle un cuento a la tribu alrededor de la hoguera que con escribir un libro.
Para crear, cerremos par¨¦ntesis, simplifiquemos, borremos el pasado y dejemos a la memoria funcionar sin muletas. Ya recordaremos c¨®mo se copiaban manuscritos con pluma cuando lo necesitemos.
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