King Kong, un cuento ib¨¦rico
El primer alarido del simio reson¨® en ¡®Jard¨ªn de flores curiosas¡¯ (1571), obra de Antonio de Torquemada
Todos sabemos que Moby Dick es la ballena blanca creada por Melville, aunque Mocha Dick ¨Cun cachalote albino que asol¨® las costas de Chile y Per¨² hasta que fue cazado en 1835¨C sea menos conocido que su versi¨®n novelesca. Sin duda Melville escuch¨® a los balleneros del Callao hablar de aquella criatura, y gracias a Mocha Dick hemos podido disfrutar de una novela extraordinaria. Asimismo, a Lovecraft se le ocurrieron los terror¨ªficos Nyarlathotep y Yog-Sothoth mientras curioseaba grabados de dioses precolombinos peruanos, igual que Edgar Allan Poe decidi¨® que el horrendo p¨¢jaro que mat¨® de un susto al Duque de l¡¯Omelette ten¨ªa que ser peruano. Me sent¨ª tan conmovido cuando descubr¨ª que todos esos monstruos eran peruanos, que espero que los espa?oles sientan lo mismo cuando sepan que King Kong tambi¨¦n tiene denominaci¨®n de origen ib¨¦rica.
Antonio de Torquemada narr¨® la historia de una mujer desterrada en una isla, donde fue atendida por una horda de simios?
El primer alarido de King Kong reson¨® a trav¨¦s de las p¨¢ginas del Jard¨ªn de flores curiosas (1571) de Antonio de Torquemada, quien narr¨® la historia de una mujer desterrada en una isla, donde fue atendida por una horda de simios liderados por uno gigantesco y ¡°se fue con ellos hasta el monte, adonde el jimio mayor la meti¨® en una cueva, y all¨ª acud¨ªan todos los otros, provey¨¦ndola de los mantenimientos que ellos usaban y ten¨ªan¡±. Seg¨²n Torquemada, una ma?ana la mujer vio un barco y decidi¨® escapar, y as¨ª ¡°los jimios salieron todos a la ribera, siendo tan grande la multitud dellos como de un ej¨¦rcito, y el mayor, con el amor y afici¨®n bestial que con la mujer ten¨ªa, se meti¨® tras ella por el agua, tanto, que corri¨® muy gran peligro de ahogarse, y las voces y aullidos que daba y los chirriados bien daban a entender que sent¨ªa la burla que se le hab¨ªa hecho¡±.
Este episodio fue recogido por el jesuita Mart¨ªn del R¨ªo, autor del tratado de demonolog¨ªa m¨¢s importante del barroco ¨CDisquisitionum Magicarum Libri Sex (1599)¨C, quien adem¨¢s de consignar que la mujer ¡°se vio rodeada de una caterva de monos, muy abundantes en la isla, todos dando gritos, hasta que lleg¨® otro m¨¢s corpulento¡±, agreg¨® que fue violada y pari¨® dos criaturas, de manera que cuando fue rescatada ¡°se presenta el mono reclamando a su c¨®nyuge, con ademanes groseros y con rugidos. Y al ver las velas hinchadas al viento, de una carrera toma a uno de sus hijos, y mostr¨¢ndolo a la madre amenaza con tirarlo al mar si no regresaba. Y as¨ª lo hizo, sin pensarlo dos veces. Con igual prisa vuelve a la orilla, y mostrando a la otra criatura repite su amenaza, y la ahoga. Fuera de s¨ª, avanza y trata de seguir a nado a la nave, hasta que las olas le vencen¡±.
La historia era tan conocida que Lope de Vega le dedic¨® un relato La mujer y el simio (1597), que en su p¨®rtico llevaba la siguiente letrilla: Cuentan de una mujer / que a un simio tuvo afici¨®n, / trat¨¢ndole en ocasi¨®n / que no pudo m¨¢s hacer / que de una nave perdida / a una isla despoblada / sali¨®, en una tabla asida, / donde fue d¨¦l regalada; / y al fin le quiso, querida. Por lo tanto, a nadie en la Espa?a del siglo XVII le habr¨ªa extra?ado que King Kong hubiera escalado la Giralda para proteger a su chica, porque la leyenda del gorila enamorado era uno de los cuentos ib¨¦ricos m¨¢s famosos. Teniendo en cuenta que Godzilla en Jap¨®n se llama Gojira ¨Cque resulta de la suma de gorira (gorila) y kujira (ballena)¨C, la s¨ªntesis entre lo peruano y lo espa?ol es un monstruo japon¨¦s.
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