El parque tem¨¢tico del humor negro
?Se puede bromear sobre los desaparecidos, sobre los exterminados?
?D¨®nde est¨¢n?¡±, se pregunta la pancarta. Pero no es la foto de un desaparecido, sino la de Augusto Pinochet. Es una de las muchas fotograf¨ªas que te acompa?an, a lo largo del pasillo, mientras entras en este santuario del humor negro. As¨ª vas entendiendo que todo funciona por inversi¨®n, por parodia. Tu mirada tarda en acostumbrarse a tanto desajuste: por ejemplo, Bachelet vestida de hawaiana te da la bienvenida. En la sala monogr¨¢ficamente dedicada a Pinochet, junto a la letra de una canci¨®n de Mano Negra (¡°Esta ciudad es la propiedad del se?or Matanza¡¡±) hay un gran p¨®ster con la famosa y siniestra foto del dictador con gafas de sol y las siguientes palabras: ¡°Se Busca Fresco de Raja¡±. Seg¨²n el Diccionario Americano, la expresi¨®n es ambigua y significa ¡°desvergonzado¡±, ¡°patudo¡±, ¡°que ha sobrepasado los l¨ªmites¡±.
?Se puede bromear sobre los desaparecidos, sobre los exterminados? ?El debate peri¨®dico sobre estos temas es acerca de los l¨ªmites del humor o de los l¨ªmites del sentido com¨²n? ?Acompa?o o no el pisco sour con unas patatas chips? Esas son algunas de las preguntas que uno se plantea en el bar de la revista sat¨ªrica The Clinic, en pleno centro de Santiago de Chile, cuyas paredes est¨¢n decoradas con las mejores portadas de la publicaci¨®n y cuyo patio interior est¨¢ decorado con l¨¢pidas de cementerio, t¨¦tricas estampas con cera derretida. Son las tumbas de grandes personajes de la historia chilena, acompa?adas de palabras que dijeron, graves entonces, rid¨ªculas o tristes ahora. El cementerio pop de cart¨®n piedra como versi¨®n ir¨®nica del viejo museo del horror.
Tu mirada tarda en acostumbrarse a tanto desajuste
En las paredes del bar The Clinic se leen mensajes como estos: ¡°No tomamos el poder: tomamos a m¨¢s no poder¡±; ¡°?Sab¨ªa usted que en Chile existe la libertad de expresi¨®n pero no existe donde expresarla?¡±; ¡°Iglesia pide a los gais salir del cl¨®set¡ Para poder esconder a los curas¡±. En la carta te encuentras todo tipo de bebidas de nombres comunes y algunos platos con nombres de pol¨ªticos actuales. Abierto en 2010 y con franquicias desde el a?o pasado, es la traducci¨®n a espacio del popular semanario, que naci¨® en 1998 en el contexto del internamiento de Pinochet en la cl¨ªnica London de Londres: todos los medios del mundo reprodujeron su fachada solemne, su puerta custodiada por polic¨ªas, su r¨®tulo ¡°The Clinic¡±.
Me imagino antes de irme qu¨¦ ocurrir¨ªa si el periodista Patricio Fern¨¢ndez y su equipo gestionaran una de las ¨¢reas de un gran parque tem¨¢tico del humor negro. Si en Port Aventura encontramos Mediterr¨¢nea, Far West, Polinesia o China, en el nuestro The Clinic conceptualizar¨ªa Dictadura, Mahometana ser¨ªa gestionado por Charlie Hebdo y la revista argentina Barcelona dudar¨ªa entre Tierra Santa o Messiland. Le pregunto a Edu Gal¨¢n, de Mongolia, c¨®mo ser¨ªa su secci¨®n del parque: ¡°La bautizar¨ªamos Valle de los Ca¨ªdos y tendr¨ªa una monta?a rusa en lugar del funicular, una casa del terror en lugar de la abad¨ªa y un juego de lanzar escupitajos a la tumba de Franco¡±. No habr¨ªa mejor emplazamiento que el Valle de los Ca¨ªdos real. No en vano, el bar The Clinic y el resto de locales de este centro cultural se encuentran en la vieja sede del Partido Radical.
elpaissemanal@elpais.es
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.