A un ladr¨®n de bicicletas

Hace unos meses, despu¨¦s de que se robaran por en¨¦sima vez el asiento de mi bicicleta, decid¨ª escribirle una carta al ladr¨®n del barrio. Les ped¨ª a varias personas que me enviaran una l¨ªnea dirigida a sus propios ladrones de bicicleta. Muchas personas respondieron. Con sus frases, compuse esta carta colectiva, que luego pegu¨¦ por el barrio. En semanas subsecuentes, aparecieron por el barrio otras cartas, de otras personas cuyas bicicletas hab¨ªan sido robadas. No ha habido robos en dos semanas. Reproduzco aqu¨ª un fragmento de la carta, en traducci¨®n de Elvira Liceaga, para que pueda ser utilizada de la forma que sea por todos a cuantos se les haya privado del privilegio de montarse un d¨ªa a su bicicleta.

Decid¨ª escribirle una carta al ladr¨®n del barrio. No ha habido robos en dos semanas

Querido ladr¨®n de bicicletas: ?Te puedo preguntar por qu¨¦? ?Por qu¨¦ te robas partes de mi bicicleta? La ¨²ltima vez fue la canasta. Hoy, el asiento. Te robar¨ªas los pedales, si pudieras. Te robar¨ªas la pintura y las calcoman¨ªas, si pudieras. Mi hija dice que debes de estar armando tu propia bicicleta con partes de las nuestras. Una vez robaste la bicicleta de mi madre. Tiene 64 a?os y esa era su primera bicicleta. Se le iluminaban los ojos cada vez que la montaba. El verano pasado te robaste la bicicleta de mi amiga. Te robaste su forma de transporte, pero adem¨¢s, una de sus pocas fuentes de alegr¨ªa. ?No tienes mejores cosas que robar? ?No aprendiste nada de Vittorio de Sica, ordinario filisteo? Robar bicicletas es el crimen m¨¢s antisocial que existe. Tal vez no te importe, pero me parece que deber¨ªas saberlo. No puedo pagar una nueva bicicleta todos los a?os. Pero todos los a?os repites la historia. Eres como el Pierre Menard de los ladrones de bicicletas. ?Sab¨ªas que por robar una bicicleta son siete a?os de mala suerte? No me malinterpretes. No te deseo verdadero mal, pero espero que te raspes los tobillos con cada pedal que te topes.

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