No, no tienes que beber ocho vasos de agua al d¨ªa
El autor de un libro sobre mitos m¨¦dicos explica por qu¨¦ este se resiste a morir
Si hay un mito sobre la salud que se niega a desaparecer, es este: hay que beber ocho vasos de agua al d¨ªa.
Es sencillamente falso. No hay ninguna evidencia cient¨ªfica que lo respalde.
Y, sin embargo, todos los veranos nos inundan con noticias en los medios de comunicaci¨®n que nos advierten de que la deshidrataci¨®n es peligrosa y que est¨¢ por todas partes.
Estas noticias crean el temor a que haya adultos y ni?os, por lo dem¨¢s sanos, que van por ah¨ª deshidratados, e incluso de que la deshidrataci¨®n ha alcanzado proporciones de epidemia.
El agua est¨¢ presente en la fruta y en la verdura. Est¨¢ en el zumo, en la cerveza, e incluso en el t¨¦ y en el caf¨¦"
Vamos a analizar estas afirmaciones.
All¨¢ por 2007, fui coautor de un art¨ªculo publicado en la revista BMJ sobre mitos m¨¦dicos. El primer mito era que la gente ten¨ªa que beber al menos ocho vasos de agua de 236 mililitros al d¨ªa. Este art¨ªculo recibi¨® m¨¢s atenci¨®n de los medios de comunicaci¨®n que pr¨¢cticamente cualquiera de las investigaciones que he realizado en mi vida.
Dio igual. Cuando, dos a?os despu¨¦s, publicamos un libro sobre mitos m¨¦dicos que desmontaban otra vez la idea de que necesitamos ocho vasos de agua al d¨ªa, pens¨¦ que convencer¨ªa a la gente para que dejase de preocuparse. Me equivoqu¨¦ otra vez.
Muchos creen que el origen de este mito es una recomendaci¨®n del Consejo de Alimentaci¨®n y Nutrici¨®n de 1945 que dec¨ªa que las personas necesitan unos 2,5 litros de agua al d¨ªa. Pero pasa por alto la frase que aparec¨ªa a rengl¨®n seguido: ¡°La mayor parte de esta cantidad est¨¢ contenida en alimentos preparados¡±.
El agua est¨¢ presente en la fruta y en la verdura. Est¨¢ en el zumo, en la cerveza, e incluso en el t¨¦ y en el caf¨¦. Y antes de que alguien me escriba para decirme que el caf¨¦ deshidrata, que sepa que las investigaciones demuestran que eso tampoco es cierto.
Aunque recomendaba el agua como la mejor bebida que se puede consumir, no hay duda de que no es la ¨²nica fuente de hidrataci¨®n. No tenemos que consumir toda el agua que necesitamos a trav¨¦s de bebidas. Tampoco hay que preocuparse tanto por no tener nunca sed. El cuerpo humano est¨¢ perfectamente equipado para indicarnos que tenemos que beber mucho antes de que lleguemos realmente a deshidratarnos.
El n¨²mero de personas que llevan agua encima cada d¨ªa parece aumentar a?o tras a?o. Y las ventas de agua embotellada siguen subiendo"
Contrariamente a las numerosas historias que posiblemente oigan, no existen pruebas cient¨ªficas reales de que para gente por lo dem¨¢s sana, el beber m¨¢s agua suponga alg¨²n beneficio para la salud. Por ejemplo, los an¨¢lisis no han logrado hallar pruebas de que beber m¨¢s agua mantenga la piel m¨¢s hidratada y nos haga parecer m¨¢s sanos y evite que nos salgan arrugas. Es cierto que algunos estudios de cohorte retrospectivos han descubierto que el incremento de agua se asocia con mejores resultados, pero estos estudios adolecen de los problemas epidemiol¨®gicos habituales, como la incapacidad para demostrar la causalidad. Adem¨¢s, su definici¨®n de un consumo de agua ¡°elevado¡± era muy inferior a ocho vasos.
Los estudios prospectivos no encuentran beneficios para la funci¨®n renal o para la mortalidad por cualquier tipo de causa cuando las personas sanas aumentan su consumo de fluidos. Los ensayos controlados aleatorios tampoco encuentran beneficios, con la excepci¨®n de algunos casos espec¨ªficos, como, por ejemplo, prevenir la reaparici¨®n de algunas clases de piedras del ri?¨®n. La deshidrataci¨®n real, cuando el cuerpo ha perdido una cantidad importante de agua debido a alguna enfermedad, o al ejercicio o el sudor excesivos, o por una incapacidad para beber, es un problema grave. Pero las personas que sufren deshidrataci¨®n cl¨ªnica casi siempre muestran s¨ªntomas de alg¨²n tipo.
Un importante n¨²mero de anunciantes y de noticias de los medios de comunicaci¨®n intentan convencernos de lo contrario. El n¨²mero de personas que llevan agua encima cada d¨ªa parece aumentar a?o tras a?o. Y las ventas de agua embotellada siguen subiendo
La avalancha de historias de este verano se inspira en un reciente estudio del American Journal of Public Health. Los investigadores emplearon datos de 2009 a 2012 de la Encuesta Nacional para el Estudio de la Salud y la Nutrici¨®n para analizar a 4.134 ni?os y j¨®venes con edades comprendidas entre los 6 y los 19 a?os. Y, concretamente, calcularon la osmolalidad media de la orina, que es un indicador de la concentraci¨®n de orina. Cuanto m¨¢s elevado es el valor, m¨¢s concentrada es la orina.
Descubrieron que m¨¢s de la mitad de los ni?os ten¨ªan una osmolalidad de la orina de 800 mOsm/kg o m¨¢s. Tambi¨¦n descubrieron que los ni?os que beb¨ªan unos 236 mililitros o m¨¢s de agua al d¨ªa ten¨ªan, de media, una osmolalidad de la orina con unos 8 mOsm menos que los que no lo hac¨ªan.
Por tanto, si definimos la ¡°deshidrataci¨®n¡± como una osmolalidad de la orina de 800 mOsm/kg o m¨¢s, los resultados de este estudio son realmente preocupantes. Este art¨ªculo la defin¨ªa as¨ª. El problema es que la mayor¨ªa de los m¨¦dicos no lo hace.
Es posible que haya ni?os que necesiten estar mejor hidratados, pero, llegados a un punto, corremos el riesgo de llamar enfermedad a un estado de salud normal"
Soy pediatra, y puedo decirles que muy pocas veces he usado -si es que lo he hecho alguna vez- la osmolalidad de la orina como indicador para decidir si un ni?o est¨¢ deshidratado. Cuando pregunt¨¦ a mis compa?eros, ninguno encontraba preocupante el valor de 800 mOsm/kg. Y en una b¨²squeda en Internet, la mayor¨ªa de las fuentes que encontr¨¦ pensaban que los valores de hasta 1.200 mOsm/kg todav¨ªa estaban dentro de lo fisiol¨®gicamente normal y que en los ni?os variaban m¨¢s que en los adultos. Ninguno declar¨® que los 800 mOsm/kg fueran un valor que les llevara a pensar que los ni?os est¨¢n deshidratados.
En otras palabras, existen muy pocas razones para creer que los ni?os que tienen una medida puntual de la orina de 800 mOsm/kg deber¨ªan preocuparse. De hecho, en 2002, se public¨® un estudio en Journal of Pediatrics (m¨¢s de car¨¢cter exploratorio que una b¨²squeda de la deshidrataci¨®n), que hab¨ªa descubierto que los chicos en Alemania ten¨ªan una osmolalidad media de la orina de 844 mOsm/kg. Desde el tercer p¨¢rrafo del art¨ªculo hasta el ¨²ltimo se recog¨ªa un enorme n¨²mero de estudios de todo el mundo en los que se hab¨ªa descubierto una osmolalidad media de la orina en los ni?os que iba desde los 392 mOsm/kg en Kenia a los 964 en Suecia.
Eso no ha impedido que estudios m¨¢s recientes sigan usando la medida est¨¢ndar de 800 mOsm/kg para declarar que una gran cantidad de ni?os est¨¢n deshidratados. Uno de ellos, aparecido en 2012 en Annals of Nutrition and Metabolism la us¨® para afirmar que casi dos tercios de los ni?os franceses no beb¨ªan suficiente agua. Otro que fue publicado en la revista Public Health Nutrition la utiliz¨® para declarar que casi dos tercios de los ni?os de Los ?ngeles y de Nueva York no beb¨ªan suficiente agua. El primer estudio estaba financiado por Nestl¨¦ Waters; y el segundo por Nestec, una filial de Nestl¨¦.
El cuerpo humano est¨¢ perfectamente equipado para indicarnos que tenemos que beber mucho antes de que lleguemos realmente a deshidratarnos
Es posible que haya ni?os que necesiten estar mejor hidratados, pero, llegados a un punto, corremos el riesgo de llamar enfermedad a un estado de salud normal. Cuando se descubre, a?o tras a?o, que dos tercios de los ni?os sanos presentan un valor de laboratorio que se califica de ¡°anormal¡±, es posible que lo que est¨¦ mal sea la definici¨®n y no su salud.
Nada de esto ha frenado la oleada de recomendaciones para que bebamos m¨¢s agua, e incluso ha formado parte de la campa?a Drink Up [Bebe] de Michelle Obama. En 2013, Sam Kass, entonces asesor de pol¨ªtica nutricional de la Casa Blanca, declaraba: ¡°El 40% de los estadounidenses bebe menos de la mitad de la cantidad recomendada de agua a diario¡±.
No existe una recomendaci¨®n formal respecto a la cantidad de agua diaria que las personas necesitan. Esa cantidad, obviamente, var¨ªa en funci¨®n de lo que come la gente, de d¨®nde vive, de su peso y de lo que est¨¢ haciendo. Pero como la gente en Estados Unidos vive m¨¢s tiempo que nunca, y supuestamente puede acceder a las bebidas m¨¢s libremente que pr¨¢cticamente en cualquier ¨¦poca de la historia humana, simplemente no es cierto que estemos todos deshidratados.
Aaron E. Carroll es catedr¨¢tico de pediatr¨ªa de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana. Escribe un blog sobre investigaci¨®n y pol¨ªtica sanitaria en The Incidental Economist, y le pueden seguir en Twitter en: @aaronecarroll.
Traducci¨®n de News Clips
? 2015 New York Times News Service
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