Un estudio advierte de los riesgos del uso excesivo de bebidas energ¨¦ticas

Durante los a?os posteriores a la Segunda Guerra Mundial, las anfetaminas que hab¨ªan mantenido despiertos a los soldados que lucharon disfrutaron de un gran ¨¦xito entre los ciudadanos de Jap¨®n o Estados Unidos. Cuando los gobernantes sacaron del mercado legal estos estimulantes, en los a?os cincuenta, apareci¨® un espacio de negocio que pronto quedar¨ªa cubierto. En 1962, la compa?¨ªa Taisho introdujo el Lipovitan D, una bebida energ¨¦tica con un alto contenido de taurina y cafe¨ªna. En los ochenta, los ejecutivos japoneses lo adoptaron como combustible para mantener un ritmo demencial de trabajo y el producto se anunciaba mostrando a hombres de negocios supervitaminados firmando contratos por todo el mundo.

En los ¨²ltimos a?os, las bebidas energ¨¦ticas han incrementado su popularidad y se utilizan para sobrellevar el cansancio del trabajo diario o las largas noches de fiesta. Seg¨²n un estudio de 2013 de la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA, de sus siglas en ingl¨¦s), un 30% de los adultos, de entre 18 y 65 a?os, un 68% de los adolescentes, de entre 10 y 18 a?os, y un 18% de los ni?os, de entre 3 y 10 a?os, consumen bebidas energ¨¦ticas al menos una vez al a?o. Adem¨¢s, un 11% de los consumidores adultos y un 12% de los adolescentes hab¨ªan consumido m¨¢s de un litro de este tipo de bebidas en un solo d¨ªa.

Ahora, un equipo de investigadores que trabaja en la Oficina Regional para Europa de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS) advierte de que el incremento del consumo de bebidas energ¨¦ticas puede suponer un problema para la salud p¨²blica. Seg¨²n los autores, una revisi¨®n de art¨ªculos cient¨ªficos publicados sobre los efectos del consumo excesivo de este tipo de productos sugiere que ¡°la preocupaci¨®n de la comunidad cient¨ªfica y del p¨²blico respecto a los potenciales efectos adversos para la salud de un incremento del consumo de bebidas energ¨¦ticas es v¨¢lido en l¨ªneas generales¡±.

Los riesgos para la salud de estos refrescos se deben principalmente a la cafe¨ªna que contienen, aunque los responsables de la revisi¨®n, publicada en la revista Frontiers in Public Health, afirman que son necesarios m¨¢s estudios para evaluar los efectos a largo plazo de la combinaci¨®n con otros ingredientes como la taurina o el guaran¨¢. La sobredosis de cafe¨ªna puede provocar, entre otros s¨ªntomas, palpitaciones, hipertensi¨®n, convulsiones y, en raras ocasiones, muerte. No obstante, es dif¨ªcil evaluar la parte de estos problemas causados por las bebidas energ¨¦ticas, ya que estos productos no siempre han tenido su propio c¨®digo de seguimiento en los centros dedicados a atender intoxicaciones y falta informaci¨®n sobre los efectos adversos de su consumo excesivo.

El mayor problema para la salud es su alto contenido en cafe¨ªna

Aunque, los autores destacan que ha habido pocos ¡°estudios rigurosos llevados a cabo en Europa sobre el riesgo asociado a un incremento en el consumo de bebidas energ¨¦ticas, particularmente entre gente joven¡±, trabajos realizados en EE UU han encontrado una asociaci¨®n entre una elevada ingesta de estos productos, de seis bebidas energ¨¦ticas al mes o m¨¢s, y tener comportamientos de riesgo como practicar sexo sin cond¨®n, meterse en peleas o conducir sin cintur¨®n de seguridad.

Este tipo de comportamientos puede tener parte de su explicaci¨®n en que el consumo de bebidas energ¨¦ticas se combina con frecuencia con el consumo de alcohol, otro de los riesgos de estos refrescos. Seg¨²n la EFSA, el 70% de los j¨®venes de entre 18 y 29 a?os toma ese tipo de mezclas, que aumentan el peligro de consumir bebidas espirituosas al enmascarar sus efectos y dar una falsa sensaci¨®n de resistencia al alcohol.

Joao Breda, responsable del programa para Nutrici¨®n, Actividad F¨ªsica y Obesidad de la oficina europea de la OMS y autor principal del art¨ªculo, enfatiza la idea de que una de sus principales observaciones es que los trabajos en este campo son ¡°demasiado escasos¡±. No obstante, se?ala que ¡°cuando se encuentra en salud p¨²blica algo que puede ser importante, hay que iniciar la discusi¨®n sobre ese posible problema cuanto antes, y eso es lo que hemos tratado de hacer¡±.

Breda, que aclara que aunque sus autores trabajan para la OMS sus conclusiones no son recomendaciones oficiales del organismo, tambi¨¦n muestra su preocupaci¨®n por el tipo de marketing de las bebidas energ¨¦ticas. Este tipo de publicidad, dirigido a j¨®venes y adolescentes, suele estar muy vinculado al rendimiento deportivo de m¨¢ximo nivel. ¡°En Europa, un estudio observ¨® que el 41% de los adolescentes consum¨ªan bebidas energ¨¦ticas para realizar ejercicio¡±, escriben en su art¨ªculo, y a?aden que ¡°el exceso de cafe¨ªna combinado con una actividad f¨ªsica intensa puede ser peligroso¡±. Por ese motivo, se plantea que se reconsidere la asociaci¨®n entre las bebidas energ¨¦ticas y el rendimiento deportivo tan habitual en su publicidad.

El informe critica la publicidad dirigida a j¨®venes que vincula estos refrescos con el ejercicio f¨ªsico

El autor principal del estudio puntualiza que, por la forma de consumo y por los ingredientes agregados a la cafe¨ªna en las bebidas energ¨¦ticas, el caf¨¦ no supone una preocupaci¨®n de la misma magnitud para ellos. Su postura tiene sentido, porque si la cafe¨ªna fuese el ¨²nico ingrediente de esos refrescos, la mayor¨ªa no se diferenciar¨ªan demasiado del caf¨¦. Red Bull, la reina entre este tipo de bebidas, tiene 80 miligramos de cafe¨ªna por cada lata de 250 mililitros, aproximadamente la misma cantidad de esta droga psicoactiva presente en un caf¨¦.

La Asociaci¨®n de Bebidas Refrescantes (Anfabra) afirma que en las etiquetas de estos productos se incluye la recomendaci¨®n de consumir de forma moderada y la advertencia de que es una bebida dirigida al p¨²blico adulto y no recomendada para ni?os o embarazadas.

En otros pa¨ªses de Europa como Dinamarca, Noruega, Islandia o Francia, la preocupaci¨®n por los riesgos de consumir demasiada cafe¨ªna provoc¨® la prohibici¨®n de las bebidas energ¨¦ticas. Sin embargo, un informe de la EFSA, que no encontr¨® riesgos de seguridad definitivos, hizo que Francia levantase su prohibici¨®n en 2008. Ahora, esa misma organizaci¨®n est¨¢ realizando otra evaluaci¨®n sobre los efectos del consumo de cafe¨ªna, sola, en combinaci¨®n con otros ingredientes de las bebidas energ¨¦ticas o con alcohol, que estar¨¢ listo hacia diciembre de este a?o.