De Espa?a a Siria: refugiados de ayer y hoy
Imagen: Ver¨®nica Rivera Su¨¢rez y Ra¨²l God¨ªnez, M¨¦xico a trav¨¦s de los Mayo. Paco y Faustino Mayo, M¨¦xico, SEGOB, AGN, CONACULTA-FONCA, 2002, p.49
En los ¨²ltimos d¨ªas nos han llegado las im¨¢genes de refugiados sirios atacados con gases lacrim¨®genos y pelotas de goma por la polic¨ªa de Macedonia para impedir su ingreso a este pa¨ªs, que les posibilitar¨ªa llegar a la Uni¨®n Europea. Son los gases lacrim¨®genos en Macedonia, las vallas en Ceuta y Melilla, los mayores controles policiales en Calais, todas ellas medidas represivas que no se corresponden con la Europa fundada en los pilares de la solidaridad y la cooperaci¨®n.
Las fuertes im¨¢genes de los heridos sirios por parte de los antidisturbios de Macedonia produjo indignaci¨®n en las redes sociales, donde algunos se preguntaban: ¡°?D¨®nde est¨¢n nuestros sentimientos ante esta desgracia?¡±, ¡°?Cu¨¢ndo hemos dejado de ser humanos?¡± mientras otros afirmaban: ¡°La tragedia del siglo XXI en Europa, la Europa Insolidaria¡±.
Escenas de ni?os llorando y de padres y madres desesperados escapando de una guerra para ser recibidos en otra tierra con violencia han hecho que reflexionemos sobre nuestra condici¨®n humana, nuestros sentimientos, la ¨¦tica y la moral. Sin embargo, muchas veces nos olvidamos de las responsabilidades jur¨ªdicas y pol¨ªticas que Europa tiene con las personas refugiadas, ya que existe un marco jur¨ªdico vinculante. Para ser m¨¢s claros, la acogida de personas refugiadas es una obligaci¨®n internacional al existir los marcos jur¨ªdicos del Derecho Internacional de los Refugiados y la Convenci¨®n de Ginebra de 1951, entre otros.
Ante estas im¨¢genes donde se ve el maltrato y violaciones de derechos que sufren hombres, mujeres, ni?os y ni?as que escapan de guerras y hambre en sus pa¨ªses, me viene a la mente la imagen de aquellos miles de espa?oles que fueron recibidos con pancartas de bienvenida en tierras mexicanas durante el gobierno de L¨¢zaro C¨¢rdenas. Miles de exiliados que escapaban de la guerra civil y m¨¢s tarde de la dictadura franquista buscando refugio.
Cuando los refugiados eran los nuestros
Tuve la suerte de conocer hace ya casi un a?o a Jos¨¦ Mar¨ªa, uno de esos miles de exiliados que escaparon del r¨¦gimen franquista.
Jos¨¦ Mar¨ªa Rivera naci¨® en 1933, con tres a?os iba a la escuela de p¨¢rvulos con normalidad hasta que en 1936 se inici¨® la Guerra Civil. ¡°Fue terrible porque ven¨ªan a bombardear italianos y alemanes a cualquier hora, ten¨ªamos que dormir vestidos para poder escapar. Cuando las fuerzas franquistas tomaron Madrid salimos a recibirles en contra de nuestra voluntad porque a trav¨¦s de las radios franquistas nos obligaban a hacerlo. Los d¨ªas eran horribles, revisando las casas, torturando a la gente y llev¨¢ndosela¡±, recuerda Jos¨¦ Mar¨ªa muy emocionado, con la voz rota por los a?os y los recuerdos.
?l sali¨® de Espa?a al cumplir los 30 a?os, viviendo primero en Colombia e instal¨¢ndose m¨¢s tarde en Per¨², donde trabaj¨® como corrector tipogr¨¢fico en el peri¨®dico El Comercio. En el Per¨² estuvo de 1962 a 1966, en ese a?o regres¨® a Espa?a porque sus padres estaban muy enfermos, luego volvi¨® a dejar el pa¨ªs, en esta ocasi¨®n hacia Alemania, donde vivi¨® hasta 1996 ya que ¨¦l ten¨ªa muy claro que no quer¨ªa vivir en un pa¨ªs dictatorial.
Jos¨¦ Mar¨ªa me invit¨® a acompa?arle a la concentraci¨®n que hace la Plataforma contra la Impunidad del Franquismo, cada jueves, para visibilizar y luchar contra el olvido de los cr¨ªmenes cometidos durante la Guerra Civil y la posterior dictadura que se prolong¨® hasta 1975. ¡°?Fosas cerradas, heridas abiertas¡±! gritan las personas, la mayor¨ªa de ellas mujeres y hombres que vivieron la guerra y la dictadura.
Son las ocho de la noche y, como cada jueves desde hace cinco a?os y medio, Teresa Bielsa Mart¨ªnez de 80 a?os junto a su esposo Jos¨¦ Ajenjo Bielsa, de 86, se re¨²nen junto a otros compa?eros en el centro de Madrid para reivindicar justicia y reparaci¨®n por aquellas personas que fueron asesinadas y desaparecidas en el r¨¦gimen de Franco.
¡°A mi padre y a mi madre los detuvieron, a mi padre lo fusilaron. Yo ten¨ªa seis a?os, mi hermano tres, estuvimos separados hasta que mi madre sali¨® de la c¨¢rcel despu¨¦s de estar tres a?os recluida. Mi padre, fusilado en Oca?a donde hay 2.200 fusilados, fue asesinado en julio de 1940 despu¨¦s de ser torturado. A mi marido lo detuvieron en 1964, le encarcelaron tres a?os por militar en el Partido Comunista¡±, recuerda Teresa acongojada.
Teresa y Jos¨¦ llevan fotograf¨ªas de sus familiares asesinados, no saben d¨®nde est¨¢n. Uno de los que aparece en la fotograf¨ªa es su t¨ªo que fue detenido tres d¨ªas despu¨¦s de acabar la guerra a quien finalmente asesinaron. Teresa y Jos¨¦ han buscado el cuerpo de su t¨ªo pero no figura como fusilado ni como detenido, por ello han acudido ante la justicia argentina para denunciar su desaparici¨®n.
Jos¨¦ Ajenjo recuerda como le rompieron tres costillas durante un interrogatorio y reclama justicia ya que los cr¨ªmenes de lesa humanidad no prescriben. Con los ojos llorosos y voz firme, junto a su mujer, afirma que mientras no se reconozca lo que ¨¦l considera un genocidio, ni la lucha de los republicanos durante ese terrible periodo, no habr¨¢ una verdadera democracia. ¡°Reivindicamos la dignidad de nuestra lucha¡±.
El mayor ¨¦xodo desde el final de la Segunda Guerra Mundial
En 2014, los pa¨ªses de la Uni¨®n Europea otorgaron el estatuto de refugiados a 89.815 personas, facilitando Espa?a este status s¨®lo a 384 personas.En este informe de 2015 tambi¨¦n se sostiene que estamos en el mayor ¨¦xodo desde el fin de la Segunda Guerra Mundial, con 51,2 millones de personas que viv¨ªan fuera de sus hogares a finales de 2013, siendo de estas 16,7 millones las refugiadas.
Aquellas personas que est¨¢n escapando de sus pa¨ªses esperan tener una protecci¨®n internacional, sin embargo la Europa de la fortaleza responde con medidas coercitivas, que no respetan los marcos jur¨ªdicos internacionales, impidiendo que se haga efectivo el derecho de asilo que es un derecho humano. Esto agrava la precaria situaci¨®n de los refugiados en la frontera, tal y como ha declarado ACNUR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados).
Ante este drama, la respuesta de la Comisi¨®n Europea fue destinar 90.000 euros a Macedonia para ¡°proteger¡± sus fronteras, sin importar las pr¨¢cticas utilizadas, violen o no los derechos humanos. Recordemos, adem¨¢s, que Macedonia se encuentra ante la atenta mirada de la Uni¨®n Europea, ya que es uno de los pa¨ªses candidatos a formar parte de ella. M¨¢s le vale a Macedonia intentar cumplir este mandato, teniendo en cuenta lo que se juega.
Ayer fueron miles los espa?oles que escaparon de la guerra, del hambre, de la pobreza, de la falta de libertades; hoy escapan sirios de una guerra que ya lleva m¨¢s de cuatro a?os. Como empezaba este post, ya no se trata de recurrir al sentimiento de los hombres y mujeres, sino de hacerlo ante las instancias correspondientes para garantizar los derechos de estas personas, el derecho a tener una protecci¨®n y hacer frente a una crisis humanitaria, como han propuesto diversas organizaciones, con la creaci¨®n de un programa de reasentamiento europeo, entre otras iniciativas.Ello, sin una firme voluntad pol¨ªtica y una coordinaci¨®n entre los estados miembro, es inviable.
Ya se ha visto el fracaso de la pol¨ªtica migratoria europea basada en el control de las fronteras y el blindaje de las mismas que llevan a las personas refugiadas y migrantes a coger rutas cada vez m¨¢s peligrosas para llegar a territorio europeo.Como ocurri¨® en Espa?a y ahora en Siria, ante una guerra, lo que se intenta es escapar del horror y recibir protecci¨®n. Desde la sociedad civil tenemos el deber de presionar e incidir pol¨ªticamente para que nuestros gobernantes y responsables de las pol¨ªticas migratorias cumplan con sus obligaciones. Despu¨¦s de ver el v¨ªdeo de este post no puedes ser indiferente, no les dejemos solos.
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