No las veas solo: 14 pel¨ªculas de terror (sin derramar una gota de sangre)
Atormentar al espectador sin recurrir a la facilona explosi¨®n de v¨ªsceras es muy dif¨ªcil. Estos filmes lo consiguen. Y dan mucho miedo
Al igual que el abrumador erotismo sin desnudos de Los fabulosos Baker boys (1989), o la extravagante acci¨®n de la saga Misi¨®n Imposible sin que Ethan Hunt mate a nadie, el cine de terror ha jugado retorcidamente con nuestro subconsciente sin llegar a mostrar violencia expl¨ªcita. Ya sea por pretensiones art¨ªsticas grotescas, a menudo inspiradas por el expresionismo alem¨¢n, o para conseguir una calificaci¨®n PG-13 (que permite adolescentes en la sala pero que decreta que no puede haber muertes en la pantalla), el director debe manipular con astucia la c¨¢mara para empujarnos a algo peor que el gore: nuestra imaginaci¨®n. Estas pel¨ªculas lo demuestran.
The Ring (Gore Verbinski, 2001)
Naomi Watts ha cometido muchos errores en su carrera, pero pocas encarnan a la madre coraje como ella. The Ring es angustiosa por su sencillo pero efectivo recurso de que el espectador sabe perfectamente qu¨¦ va a pasar, pero no sabe cu¨¢ndo. Como todos los remakes americanos (la original es la japonesa El C¨ªrculo, 1998), es visualmente estilizado y est¨¢ protagonizado por gente muy guapa. Como el p¨²blico objetivo eran los adolescentes, la violencia se reduc¨ªa a cuerpos sec¨¢ndose como una pasa.
El diablo sobre ruedas (Steven Spielberg, 1971)
Un terror tan cotidiano como gente pic¨¢ndose y jug¨¢ndose la vida en la carretera acaba llevando a su protagonista al borde de la locura y al borde de un acantilado. La sencilla premisa esconde a un director, Steven Spielberg, que no se conformaba con utilizar la tensi¨®n, sino que disfrutaba cre¨¢ndola. Apostando por la deshumanizaci¨®n del conductor del cami¨®n sin rostro, recuerda incluso a La cabina (Antonio Mercero, 1972) en el tono y en la explotaci¨®n de un escenario reconocible para cualquier espectador convertido en un agente hostil.
M, el vampiro de D¨¹sseldorf (Fritz Lang, 1931)
El actor Peter Lorre puso su inquietante presencia f¨ªsica al servicio del caso real de un obseso sexual que mat¨® a varios ni?os y que durante el juicio declar¨® haberse bebido su sangre, lo cual le otorg¨® el apodo que dio t¨ªtulo a la pel¨ªcula. El genial director Fritz Lang traiciona al espectador d¨¢ndole al depredador una mirada asustada, que se torna amable cada vez que le compra chocolate a los ni?os. Ese inofensivo ritual acaba convirti¨¦ndose en un est¨ªmulo ante al cual el espectador, como el perro de Paulov, reacciona asqueado.
El proyecto de la bruja de Blair (Eduardo S¨¢nchez y Daniel Myrik, 1999)
Este fen¨®meno es d¨ªficil de creer si no lo viviste. El primer ¨¦xito del found footage (ficci¨®n que aparenta estar rodada por un videoaficionado) recaud¨® 4.000 veces su presupuesto, porque todo el mundo hablaba de ella y hab¨ªa que verla en grupo. Fue adem¨¢s una de las primeras campa?as planteadas ¨ªntegramente por Internet, jugando con la idea de que efectivamente los hechos narrados son reales. El miedo a todo lo que no est¨¢s viendo, y el realismo de una c¨¢mara que no paraba de moverse la convirtieron en una experiencia euf¨®rica que compensa un final abrupto. Sus dos secuelas, desganados intentos de explicar el origen mediante el terror convencional, sepultaron la carrera de sus dos directores, que llegaron a ser tratados como genios en 1999. Hoy poco se sabe de ellos.
Los sin nombre (Jaume Balaguer¨®, 1999)
Una estructura cl¨¢sica del thriller (madre de ni?a asesinada pide ayuda a investigador taciturno) encierra una de las resoluciones m¨¢s perturbadoras que se recuerdan. La cr¨®nica negra espa?ola que traumatiz¨® a toda una generaci¨®n a trav¨¦s de ?Qui¨¦n sabe d¨®nde? y Paco Lobat¨®n es el veh¨ªculo para un ejercicio puro de atm¨®sfera, algo en lo que el director catal¨¢n Jaume Balaguer¨® tiene mucha visi¨®n (Rec, OT La pel¨ªcula, Mientras duermes).
Aracnofobia (Frank Marshall, 1990)
Frank Marshall, productor de Indiana Jones, Regreso al futuro y Los Goonies, debut¨® como director con una pel¨ªcula que es imposible ver sin revolverse en el sof¨¢. Una marabunta de las ara?as m¨¢s peludas y vengativas de Venezuela siembra el p¨¢nico en un apacible pueblecito americano. Son peque?as, r¨¢pidas y letales, y por tanto uno nunca est¨¢ a salvo de que le salten a la cara. Una peli de serie B que apela a un miedo interior de todo ser humano: nada que tenga tantas patas puede ser de fiar.
Enterrado (Rodrigo Cort¨¦s, 2010)
Un hombre se despierta dentro de un ata¨²d con un tel¨¦fono m¨®vil y una linterna. El p¨²blico se queda encajado en sus butacas y contiene la respiraci¨®n gracias a un montaje, una planificaci¨®n y una iluminaci¨®n que artesanalmente consiguen que parezca que efectivamente la pel¨ªcula est¨¢ rodada dentro de una caja. La imposibilidad de movimiento e incertidumbre resultan tan asfixiantes que hasta olvidamos que el enterrado tiene la hermosa cara de Ryan Reynolds.
?l (Luis Bu?uel, 1953)
Un exiliado Bu?uel dirigi¨® en M¨¦xico la que era su pel¨ªcula favorita de entre su filmograf¨ªa. Un melodrama de pasi¨®n y celos capaz de convertir una lujosa mansi¨®n en una c¨¢rcel, y unos golpes de bast¨®n en escalofr¨ªos para el espectador. El psicoanalista Jaques-Marie Lacan la proyectaba como formidable ejemplo de la construcci¨®n de la violencia dom¨¦stica, pero adem¨¢s es un vibrante ejercicio de atm¨®sfera opresiva avivada por actos que el espectador nunca ve ni escucha en realidad.
La invasi¨®n de los ladrones de cuerpos (Don Siegel, 1956)
Sabemos que estos humanos clonados en r¨¦plicas alien¨ªgenas incapaces de sentir nada son una par¨¢bola de algo, aunque unos te¨®ricos mantienen que representan el lavado de cerebro de los reg¨ªmenes comunistas y otros mantienen que en realidad es una cr¨ªtica a lo impasible que era Estados Unidos ante la persecuci¨®n de comunistas por parte del senador McCarthy. Lo que s¨ª es seguro es que esta hu¨ªda sin esperanza de dos seres humanos (que deben disimular sus reacciones para no ser descubiertos) explora miedos intr¨ªnsecos como la paranoia y la ansiedad de no poder confiar en nadie realmente.
Los otros (Alejandro Amen¨¢bar, 2001)
Tocar teclas similares a El sexto sentido no impidi¨® que la tercera pel¨ªcula de Amen¨¢bar contribuyese a su (hasta ahora) infalible visi¨®n comercial. Los otros fue la pel¨ªcula espa?ola m¨¢s taquillera de la historia en Espa?a (superada hoy por Lo imposible y 8 apellidos vascos) y en el mundo (r¨¦cord que a¨²n mantiene). Emma Su¨¢rez pod¨ªa haber sido esta mujer que finalmente interpret¨® una Nicole Kidman en estado de gracia, madre protectora implacable que ante nuestros atemorizados ojos se va convirtiendo en una psic¨®pata que est¨¢ muy equivocada en la vida ("en la vida"). Pocas miradas g¨¦lidas representan tan bien el "por qu¨¦ a m¨ª" como la de Kidman en Los Otros, Moulin Rouge (2001) y Dogville (2003). Las dos primeras, adem¨¢s, las rod¨® simult¨¢neamente y mientras su matrimonio se derrumbaba. El verdadero terror lo tra¨ªa de casa.
Paranormal Activity (Oren Peli, 2007)
El g¨¦nero del terror se vio brevemente revitalizado por una original propuesta que apenas cost¨® 15.000 d¨®lares (13.000 €) y recaud¨® 200 millones (173 mill €). La c¨¢mara fija en el dormitorio de una sexy pareja (que grababa en visi¨®n nocturna) nos hac¨ªa testigos y v¨ªctimas de ese miedo que arrastramos desde peque?os a no poder dormir tranquilos sin que un esp¨ªritu intente matarnos. Un fen¨®meno que fue hasta parodiado en los Oscars por Alec Badlwin y Steve Martin y explotado en cinco secuelas anodinas, que no reducen el impacto de aquella frase promocional ("no la veas solo") que la convirti¨® en una de las pel¨ªculas del a?o. Aqu¨ª nos hemos permitido una licencia: al final de la cinta hay una camiseta manchada de sangre, pero el terror nunca viene de la violencia sino de la vulneraci¨®n de la privacidad del hogar. Queda dicho.
Insidious (James Wan, 2010)
Como en todas las corrientes, ante el agotamiento de efectismos y la sobreexplotaci¨®n de modas el g¨¦nero pide un regreso a los recursos cl¨¢sicos y atemporales. Una puesta en escena elegante, sin apenas efectos digitales, m¨²sica desasosegante y personajes carism¨¢ticos reconectaron con un p¨²blico hastiado, que celebra el tono desenfadado del director James Wan. Insidious no se disculpa por ser un entretenimiento de terror y darle al p¨²blico los sustos que ha venido a buscar. James Wan tambi¨¦n dirigi¨® Expediente Warren (2013), basada en hechos reales y doblemente aterradora porque cualquier cosa que pase en los a?os 70 siempre da m¨¢s miedo, y ambas son ya un cl¨¢sico en los maratones de Halloween.
Babadook (Jennifer Kent, 2014)
La sensaci¨®n del cine de terror del a?o pasado disfrazaba un drama de familia disfuncional en el que una madre y su hijo hiperactivo (como si solo eso ya no diese miedo) viv¨ªan atormentados por una presencia siniestra. Como en las mejores pel¨ªculas de terror, la clave de Babadook radica en descubrir junto a su protagonista que el horror viene por otro lado.
It Follows (David Robert Mitchell, 2015)
La pel¨ªcula de terror m¨¢s comentada de este a?o empieza con una desconcertante y perturbadora escena de una chica muy mona que acaba descuartizada en una playa. Hasta aqu¨ª todo en orden. Pero esa sangre (la segunda, y ¨²ltima, concesi¨®n que hemos hecho en esta lista) es un se?uelo, pues It Follows basa su terror en la angustiosa certeza de que alguien te sigue para matarte. Ni corre, ni se desplaza en el espacio o el tiempo, pero tampoco se detendr¨¢ nunca... hasta que te acuestes con alguien y le pases la maldici¨®n. Una s¨®rdida vuelta de tuerca al ¡°pilla-pilla¡± infantil o una cruenta par¨¢bola de las enfermedades de transmisi¨®n sexual, que har¨¢ que siempre desconfiemos de la gente que camina sola por la calle y de los rollos de una noche. Visto as¨ª, quiz¨¢ no compense verla.
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