Nuevo rumbo en las televisiones auton¨®micas
Tras las elecciones del 24-M, la agenda de los partidos incluye cambios en el modelo de gobernanza
La televisi¨®n p¨²blica de Castilla-La Mancha ilustr¨® un caso de violencia de g¨¦nero ¡ªel asesinato de una mujer a manos de su marido, que la descuartiz¨®¡ª con im¨¢genes de una picadora de carne. El tratamiento informativo de este crimen fue considerado ¡°amarillista, humillante, hiriente y macabro¡± y los trabajadores de la cadena pidieron el cese del entonces director general, Ignacio Villa. Por s¨ª solo, esa cobertura hubiese sido suficiente para un relevo fulminante. Pero solo la llegada de un nuevo Gobierno ¡ªy de distinto signo ideol¨®gico¡ª ha dado por finalizados los cuatro a?os de mandato de Villa. Los mismos que la legislatura de Cospedal.
Su vinculaci¨®n al poder de turno es nota com¨²n a casi todos los entes auton¨®micos. Por lo general, los partidos ganadores en las elecciones quitan y ponen a dedo a sus responsables. Los elegidos se gu¨ªan as¨ª por un principio omnipresente: la obediencia. Es dif¨ªcil encontrar una televisi¨®n que no sea acusada de sectarismo pol¨ªtico y de estar al servicio del Gobierno regional que la ampara, sea de un color pol¨ªtico o de otro.
Tras las elecciones del 24-M, en la agenda de los partidos est¨¢ el cambio en los entes de radio y televisi¨®n. Castilla-La Mancha ha demostrado una prisa fren¨¦tica para desalojar a los antiguos gestores, mientras que Madrid opta por el movimiento lento al reenfocar el rumbo. La comunidad que preside Cristina Cifuentes ha puesto sobre la mesa un anteproyecto de ley a trav¨¦s del cual aspira a despolitizar la emisora. Durante los ¨²ltimos ocho a?os, Telemadrid ha experimentado una erosi¨®n que le ser¨¢ dif¨ªcil superar. Al descr¨¦dito informativo se uni¨® un salvaje expediente de regulaci¨®n de empleo y un desplome de la audiencia del que todav¨ªa no se ha recuperado (obtuvo un 3,8% de cuota el pasado julio).
A negro se fue la televisi¨®n valenciana tras el cierre decretado hace dos a?os. El actual presidente auton¨®mico, Ximo Puig, se dispone a recuperar las emisiones de Canal 9, aunque en principio la parrilla queda reducida a enlatados de cine, documentales, series y dibujos animados. No habr¨¢ emisiones en directo ni magacines ni informativos. Y tampoco se transmitir¨¢n los plenos de las Cortes Valencianas, como algunos hab¨ªan sugerido. El siguiente paso ser¨¢ constituir una comisi¨®n parlamentaria para dise?ar una nueva ley.
El mismo camino quiere seguir Telemadrid. Pero solo si todos los partidos representados en la Asamblea llegan a un consenso se conseguir¨¢ que la televisi¨®n p¨²blica se aleje definitivamente de los vaivenes del poder y opere como un medio plural, cre¨ªble, independiente y al servicio de los ciudadanos. Aunque todav¨ªa hay muchos pol¨ªticos que no comparten esa m¨¢xima del fil¨®sofo italiano Umberto Eco seg¨²n la cual ¡°no salir en televisi¨®n es un signo de elegancia¡±. Otros parecen haber hecho suya la idea de que los medios p¨²blicos no est¨¢n para difundir noticias sino para encubrirlas.
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