Los humanos de Atapuerca eran m¨¢s corpulentos que los neandertales, pero con menor cerebro
Los cient¨ªficos del yacimiento burgal¨¦s proponen un nuevo esquema de la evoluci¨®n humana en cuatro fases, desde hace m¨¢s de cuatro millones de a?os

Con 1,63 metros de estatura media y una masa corporal de unos 69 kilos, los humanos de la Sima de los Huesos (Atapuerca, Burgos), de hace unos 430.000 a?os, eran m¨¢s corpulentos que los posteriores neandertales. Un hombre de esa colecci¨®n de f¨®siles es especialmente grande, superando los 90 kilos. En general, eran de cuerpo notablemente ancho y musculoso. Sin embargo, su masa cerebral era inferior a la del neandertal, algo que tiene importantes implicaciones en la evoluci¨®n de este ¨®rgano clave en la especie humana. Esa impresionante colecci¨®n de restos de la Sima de los Huesos ha permitido a los cient¨ªficos describir ahora, por primera vez con precisi¨®n, la morfolog¨ªa corporal de aquellos individuos, cuyos restos se acumularon en el fondo de una cueva burgalesa por causas a¨²n por determinar, aunque los investigadores sospechan que pudo ser un acto intencionado de sus cong¨¦neres.
¡°Es la primera vez que describimos el esqueleto postcraneal de la muestra m¨¢s grande de f¨®siles que existe en la historia de la paleontolog¨ªa¡±, destaca Juan Luis Arsuaga, director del Centro de Evoluci¨®n y Comportamiento Humanos (Instituto de Salud Carlos III - Universidad Complutense) y primer autor del art¨ªculo que presenta hoy esta investigaci¨®n en la revista Proceedings de la Academia Nacional de Ciencias (PNAS) estadounidense.
Para el estudio, en el que ha participado una veintena de expertos de diferentes instituciones (casi todas espa?olas), los cient¨ªficos han analizado m¨¢s de 1.500 f¨®siles de los esqueletos postcraneales, es decir, de cuello para abajo. En total, en 2013, cuando arranc¨® esta investigaci¨®n espec¨ªfica, los investigadores hab¨ªan desenterrado ya m¨¢s de 6.700 huesos humanos en la Sima, pertenecientes a 28 individuos como m¨ªnimo, de ambos sexos y edades variadas, incluidos 17 cr¨¢neos completos o parciales. As¨ª, por ejemplo, la talla de 163 cent¨ªmetros de estatura se refiere a la media de adultos teniendo en cuenta hombres y mujeres, y no hay en esta poblaci¨®n tanta diferencia entre unos y otras como se pensaba. Estos individuos muestran ya algunos rasgos incipientes que luego estar¨¢n en los neandertales unos 200.000 a?os despu¨¦s.
¡°El hecho de que los humanos de la Sima de los Huesos tuvieran el cerebro m¨¢s peque?o que los neandertales significa que en estos ¨²ltimos ese ¨®rgano aument¨® de tama?o paralelamente y de forma independiente al incremento que registr¨® el cerebro de la especie humana actual, algo que se consideraba un rasgo exclusivo nuestro¡±, apunta Ignacio Mart¨ªnez, profesor de paleontolog¨ªa de la Universidad de Alcal¨¢ de Henares y coautor del art¨ªculo de PNAS.
La extensa investigaci¨®n, adem¨¢s, tiene un alcance ambicioso: Arsuaga y sus colegas proponen ahora un nuevo modelo de la evoluci¨®n del cuerpo humano en cuatro grandes etapas a lo largo de m¨¢s de cuatro millones de a?os. ¡°Las cuatro fases coexistir¨ªan en el tiempo pero su orden de aparici¨®n es secuencial, una detr¨¢s de otra¡±, aclara Arsuaga. A la primera etapa corresponden los ardipitecos, de hace unos cuatro millones de a?os, que vivir¨ªan fundamentalmente en los ¨¢rboles aunque tal vez tendr¨ªan alguna capacidad de desplazarse ocasionalmente sobre las dos extremidades inferiores. La segunda fase corresponde a los australopitecos, como la c¨¦lebre Lucy de hace algo m¨¢s de tres millones de a?os, que ser¨ªan ya b¨ªpedos pero manteniendo algunas capacidades arb¨®reas. La tercera etapa es la del humano arcaico, a la que pertenece el Homo erectus de hace unos dos millones de a?os (el primero en salir del continente africano ancestral), pero tambi¨¦n la poblaci¨®n de la Sima de los Huesos, con cuerpo alto en comparaci¨®n con los anteriores, ancho y robusto, y locomoci¨®n exclusivamente terrestre. Se acabaron los ¨¢rboles como h¨¢bitat dominante para estas especies. Por ¨²ltimo, el humano moderno es el cuarto grupo, de tipo alto, estrecho y de esqueleto gr¨¢cil.
Los cient¨ªficos han analizado m¨¢s de 1.500 f¨®siles
La principal novedad de este esquema es que, al incorporar a los neandertales en la tercera etapa, desmonta el modelo, generalmente aceptado por los cient¨ªficos, ¡°en el que los neandertales son producto de una adaptaci¨®n espec¨ªfica a las condiciones clim¨¢ticas fr¨ªas del continente europeo, mientras que el hombre moderno, la especie actual, ser¨ªa del modelo cl¨¢sico, el del H.erectus africano¡±, explica Arsuaga. ¡°No es as¨ª. Nosotros creemos que nuestra especie es la revoluci¨®n. Son los neandertales, aunque con particularidades de adaptaci¨®n, los que tienen el modelo arcaico¡±, afirma. Seg¨²n este nuevo esquema, que seguramente ser¨¢ controvertido en la comunidad cient¨ªfica internacional, la novedad del humano actual se origina en ?frica a la vez que los neandertales se adaptaban a vivir en las latitudes fr¨ªas del continente europeo. Y los individuos de la Sima de los Huesos muestran los primeros pasos de una evoluci¨®n que acabar¨ªa dando lugar a los neandertales de hace unos 200.000 a?os.
Arsuaga apunta que la novedad que supone el cuerpo de nuestra especie es ¡°toda una revoluci¨®n¡±, destacando el esqueleto gr¨¢cil, la columna vertebral menos r¨ªgida que en otras especies, el particular y eficaz desplazamiento del centro de gravedad del cuerpo al caminar, las caderas estrechas, etc¨¦tera. ¡°Es un prodigio de biomec¨¢nica, ¨®ptimo para caminar con gran eficiencia energ¨¦tica¡ ?Usain Bolt? S¨ª, es la perfecci¨®n, pero el mejor ejemplo de la especialidad del humano moderno es un corredor de marat¨®n, capaz de recorrer grandes distancias con un m¨ªnimo consumo energ¨¦tico¡±, resume el paleont¨®logo.
Sin embargo, esta investigaci¨®n de Atapuerca indica que en algo no somos tan exclusivos como se pensaba: el aumento notable del tama?o del cerebro en el ¨²ltimo tramo de la evoluci¨®n humana. ¡°La gran aceleraci¨®n de la encefalizaci¨®n se consideraba un rasgo distintivo de nuestra especie, algo ¨²nico¡±, explica Mart¨ªnez. Pero resulta que tambi¨¦n en los neandertales se produjo ese proceso casi a la vez y de forma independiente, a la vista de la masa cerebral de sus ancestros remotos que son los humanos de la Sima de los Huesos.
¡°Los neandertales realmente son muy inteligentes, no son superchimpanc¨¦s, como se pensaba hace a?os¡±, contin¨²a Mart¨ªnez. ¡°Hablaban, se adornaban y ahora sabemos que tuvieron encefalizaci¨®n¡±. Este ¨²ltimo rasgo, adem¨¢s, abre una nueva perspectiva para investigar la especie humana actual. ¡°En ciencia es muy dif¨ªcil avanzar con un caso ¨²nico, necesitas hacer investigaci¨®n comparativa y nuestra especie es dif¨ªcil de abordar si es ¨²nica. Ahora, con los neandertales, tenemos una especie espejo, otra especie inteligente que se origin¨® independientemente de la nuestra, y esto nos ayuda a estudiarnos a nosotros mismos¡±, comenta este especialista.
?El peinado como mensaje?
A la hora de hacer la ilustraci¨®n t¨¦cnica del hombre de la Sima de los Huesos, teniendo en cuenta todos los detalles anat¨®micos que los f¨®siles aportan, los cient¨ªficos han tenido que afrontar una gran inc¨®gnita, y precisamente en una parte tan notoria del cuerpo como es la cabeza, porque de cabello no tienen datos. El pelo no fosiliza, no deja rastros y no se sabe cu¨¢ndo apareci¨® en la evoluci¨®n humana el cabello, es decir, el pelo de la cabeza y la barba que crece ininterrumpidamente y que, si no se corta, alcanza hasta el suelo y arrastra, comenta Juan Luis Arsuaga. ¡°Lo que est¨¢ claro es que el resto de los primates y los mam¨ªferos en general no comparten esta caracter¨ªstica que es exclusivamente humana¡±, afirma. Parece l¨®gico suponer, contin¨²a, que estar¨¢n implicados en esto unos genes que se activan espec¨ªficamente en los humanos por lo que, si se logra identificarlos, se podr¨¢n comprar con el genoma de los neandertales y determinar as¨ª si esos remotos europeos, por ejemplo, pod¨ªan llevar cabellos y barbas largas.
"Mi hip¨®tesis", contin¨²a Arsuaga ¨Cy retoma el asunto del peinado de la ilustraci¨®n del atapuerquino- "es que el cabello de crecimiento continuo es un instrumento de comunicaci¨®n que indica caracter¨ªsticas de quien lo luce, como rango, jerarqu¨ªa, pertenencia a un grupo espec¨ªfico¡ igual que en sociedades humanas actuales el peinado de los sijes, por ejemplo, o la identificaci¨®n de mujeres casadas o solteras. Es un mensaje a los dem¨¢s".
La sugerencia de que el cabello podr¨ªa ser ¨²til tal vez como protecci¨®n frente a la insolaci¨®n excesiva no vale porque para eso no hace falta que crezca el pelo ininterrumpidamente durante toda la vida.
De los neandertales hay m¨²ltiples muestras de comportamiento simb¨®lico expresado a trav¨¦s de objetos, de enterramientos¡. recuerda Arsuaga. ?Por qu¨¦ no, entonces, en los individuos de la Sima de los Huesos? A¨²n sin pruebas cient¨ªficas que sustenten o descarten la idea, los cient¨ªficos de Atapuerca decidieron concederse una licencia en la ilustraci¨®n del hombre de la Sima de los Huesos y ponerle un peinado m¨¢s o menos elaborado y una luenga barba.
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