Pintorescos eclipses ¡°espa?oles¡± que hicieron historia
Elche, Burgos, Cistierna y Canarias fueron centros de atenci¨®n mundial en el siglo XX El 28 de septiembre podremos ver el eclipse de una superluna
En el verano de 1905, Espa?a, que por entonces contaba con casi 12 millones de analfabetos totales de una poblaci¨®n de 18,6 millones, se convirti¨® en la capital cient¨ªfica mundial, aunque por pocos d¨ªas. Todo se debi¨® a los c¨¢lculos de astr¨®nomos que predijeron que nuestro pa¨ªs ser¨ªa el lugar en el que m¨¢s tiempo se podr¨ªa observar el eclipse solar total de ese a?o: tres minutos y 45 segundos, superando los dos minutos y medio que dur¨® en la Pen¨ªnsula del Labrador (Canad¨¢) y en Egipto.
Uno de los emplazamientos agraciados fue Burgos, lugar al que se desplazaron comisiones de los Observatorios de Burdeos, de Meudon y de Montpellier, dirigidos respectivamente por los cient¨ªficos Rayet, Deslandres y Meslin. Aparte de la francesa, tambi¨¦n acudieron a la cita delegaciones de Alemania, Holanda, B¨¦lgica y Reino Unido.
Hubo otra expedici¨®n en el pueblo leon¨¦s de Cistierna. Hasta all¨ª se traslad¨® Pierre Puiseux, astr¨®nomo titular del Observatorio de Par¨ªs (¡°astr¨®nomo perfecto, de tranquilo mirar, habituado a las cient¨ªficas investigaciones, lejos de las batallas de la vida¡±, lo describ¨ªan en la prensa de la ¨¦poca). Su s¨¦quito lo formaban nombres como Mr. Hamy (espectr¨®grafo), Bouty, Mr. Gautier (ingeniero) y Mr. Baillaud (director del Observatorio de Toulouse).
Las dos campa?as corrieron diversa suerte. Mientras que en Cistierna el cielo se encapot¨® en el momento menos oportuno, frustr¨¢ndose de este modo la expedici¨®n, en Burgos consiguieron, tal y como se afirma en la revista La Ilustraci¨®n Espa?ola y Americana, ¡°unos resultados optimistas¡±.
El eclipse total de Sol del 2 de octubre de 1959 impuls¨® la idea de la necesidad de un observatorio permanente en Tenerife
El de Cistierna/Burgos es uno de los eclipses pintorescos que han tenido un papel con cierta ¨Cen algunos casos, mucha- relevancia en episodios de la historia. Previamente, en 1900, se vivi¨® algo parecido en Elche, cuando Camille Flammarion, el astr¨®nomo-estrella por antonomasia, encabez¨® la expedici¨®n cient¨ªfica francesa para ver el eclipse de Sol actuando de reclamo para el resto de observatorios europeos.
Mariano D. Berrueta, el pol¨ªtico y escritor que firma el art¨ªculo dedicado al fen¨®meno burgal¨¦s de 1905 en la publicaci¨®n mencionada comenzaba con estas palabras: ¡°Doctores tiene la Iglesia para definir el Dogma, y colaboradores valios¨ªsimos tiene La Ilustraci¨®n Espa?ola y Americana para explicar cient¨ªficamente el resultado de las observaciones hechas antes, en y despu¨¦s del eclipse solar que este humilde cronista, sin segunda intenci¨®n astron¨®mica, ha presenciado hoy¡±.
Sin duda, era buena se?al que Espa?a estuviera abandonando los prejuicios religiosos, pero lo cierto es que este car¨¢cter divino, sobrenatural, que tradicionalmente se les ha atribuido a los eclipses pudo salvarle la vida a Crist¨®bal Col¨®n y a su tripulaci¨®n. El genov¨¦s se encontraba en Jamaica, y los primitivos habitantes de la isla se negaban a suministrarle v¨ªveres. Como la situaci¨®n era delicada ¨Cen los buques no hab¨ªa casi provisiones-, Col¨®n, conociendo el dato cient¨ªfico, decidi¨® amenazarles con dejar sin luz a la Luna si segu¨ªan neg¨¢ndose a alimentarlos. En efecto, el eclipse, en este caso lunar, ocurri¨® como estaba previsto, y los ind¨ªgenas se asustaron tanto que proporcionaron todo cuanto necesitaran las naves espa?olas. Posiblemente habr¨ªan pensado que Col¨®n era una especie de mago, como Tint¨ªn en El Templo del Sol.
Las campa?as de Cistierna y Burgos corrieren diversa suerte. Mientras la primera se frustr¨® por unas nubes inoportunas, en Burgos hubo ¡°resultados optimistas¡±
Hablando de ciencia y prejuicios, ese mismo a?o del eclipse de Cistierna/Burgos, 1905, fue el de la publicaci¨®n de la Teor¨ªa de la Relatividad Especial de Einstein, que se gan¨® la incredulidad de gran parte de la comunidad cient¨ªfica del momento. Y para poder verificar la Teor¨ªa de la Relatividad General, de 1915, tuvo que esperarse al eclipse de Sol de 1919. De ser cierta, los rayos de luz estelar que pasaran cerca del borde del Sol se doblar¨ªan ligeramente y har¨ªan que sus progenitores estelares apareciesen ligeramente desplazados en el cielo, dado que la luz se curvar¨ªa por la acci¨®n de la gravedad. Y as¨ª ocurri¨® en principio. Despu¨¦s se supo que los datos no fueron correctos, aunque el fen¨®meno en s¨ª se haya comprobado en numerosas ocasiones posteriores.
Los eclipses en general, y los de Sol en particular, han sido una fuente valiosa de informaci¨®n en astronom¨ªa. La corona solar, por ejemplo, s¨®lo se puede observar desde tierra en esas circunstancias. La comisi¨®n cient¨ªfica de Burgos consigui¨® datos sobre los siguientes aspectos: la f¨ªsica y qu¨ªmica de las envolturas del Sol y la forma de las protuberancias solares, las diferencias y anomal¨ªas de intensidad lum¨ªnica entre la corona solar y los alrededores del cielo y la constituci¨®n de la corona solar desde el punto de vista de la polarizaci¨®n.
En un fragmento de un art¨ªculo publicado en un peri¨®dico de la ¨¦poca, El Castellano, y recogido en el libro Eclipse total de Sol en la ciudad de Burgos, de M? Luisa El¨²a Vadillo, se describ¨ªa as¨ª el evento en la ciudad burgalense: ¡°El oscuro disco de la luna va avanzando sobre el disco del sol, produciendo una ligera mordedura que va progresivamente creciendo (¡). La corona solar ofrec¨ªa, indudablemente, un aspecto interesant¨ªsimo y sorprendente. Al cabo de breves momentos aparecen chispitas de luz como perlas en uno de los extremos del disco lunar (¡).¡±. Esas ¡°chispitas de luz¡± posiblemente hiciera referencia a las bautizadas como ¡°perlas de Baily¡± descritas por Francis Baily precisamente en un eclipse, el solar de 1836. Este fen¨®meno se produce porque el relieve lunar no es esf¨¦rico y, por esa raz¨®n, en los segundos que preceden el m¨¢ximo del eclipse se producen destellos.
Los eclipses sirven, por ejemplo, para estudiar la corona solar, que s¨®lo se puede observar desde Tierra en esas circunstancias
Otro eclipse total de Sol fue visible desde Canarias el 2 de octubre de 1959. Este evento astron¨®mico impuls¨® la idea de la necesidad de un observatorio permanente en Tenerife (el Observatorio del Teide), cuesti¨®n que ya hab¨ªa sido sugerida a principios de siglo por el astr¨®nomo franc¨¦s Jean Mascart, pero truncada con la Primera Guerra Mundial. Las condiciones del clima y las altas cumbres de Canarias atrajeron a numerosos cient¨ªficos, como un equipo brit¨¢nico que se traslad¨® a las Islas para estudiar los efectos del eclipse en las aves. Sin duda, lo que m¨¢s llam¨® la atenci¨®n fue la llegada de un reactor ultras¨®nico F-101 B de las Fuerzas A¨¦reas de Estados Unidos que se pas¨® varias semanas sobrevolando las Islas a 1.800 km/h prepar¨¢ndose para filmar el eclipse. Muchos curiosos se acercaban a este avi¨®n y algunos convivieron con los t¨¦cnicos llegados desde Estados Unidos.
De eclipse en eclipse llegamos a la actualidad. Hoy en d¨ªa, los eclipses se pronostican con gran nivel de precisi¨®n. El sitio web http://www.timeanddate.com/eclipse/list.html alberga datos de eclipses de los pr¨®ximos 10 a?os. El m¨¢s cercano en el tiempo ser¨¢ el pr¨®ximo 13 de septiembre, un eclipse solar parcial que se podr¨¢ ver en el sur de ?frica, los oc¨¦anos ?ndico y Atl¨¢ntico y en la Ant¨¢rtida. Un eclipse como el de Burgos, eclipse total de Sol, no se producir¨¢ hasta el 21 de agosto de 2017, que ser¨¢ visible desde Estados Unidos, pero antes, a finales de este mes, el 28 de septiembre, tendremos la oportunidad de contemplar el eclipse de una superluna. ?Se lo van a perder?
Elena Alonso Garc¨ªa es licenciada en Ciencias de la Informaci¨®n. Ha trabajado en secciones de Ciencia de varios peri¨®dicos y, actualmente, es periodista en pr¨¢cticas de la Unidad de Comunicaci¨®n y Cultura Cient¨ªfica (UC3) del Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC).
Cr¨®nicas de AstroMAN?A es un espacio coordinado por el Instituto de Astrof¨ªsica de Canarias (IAC), donde se publican relatos con el Universo como inspiraci¨®n, desde an¨¦cdotas hist¨®ricas relacionadas con la astronom¨ªa hasta descubrimientos cient¨ªficos actuales. Un viaje literario por el espacio y el tiempo.
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