Contra el paro
Faltan pol¨ªticas activas de ocupaci¨®n; que los institutos de empleo ayuden a los j¨®venes (y al resto) a colocarse
El paro sube en Espa?a, y a lo peor sigue aumentando unos meses. Al menos, no disminuyendo.
Ahora que tanto se proclama que somos los campeones europeos de la recuperaci¨®n europea, conviene recordar que el desempleo espa?ol supone en torno al 25% del paro de toda la Uni¨®n Europea, cuando los espa?oles suponemos solo algo m¨¢s del 8% de la poblaci¨®n europea.
En este asunto principal¨ªsimo, pues, el paradigma no ha cambiado desde los tiempos de Ortega y Gasset: Espa?a sigue siendo el problema y Europa, la soluci¨®n. Y si no sabemos mejorar por nosotros mismos, habr¨¢ que sugerir a la UE una operaci¨®n de rescate laboral, una suerte de nueva pol¨ªtica de cohesi¨®n-bis, porque el problema del paro espa?ol sigue siendo el primer problema del desempleo europeo. Se empez¨® con la loable ¡°iniciativa joven¡± (aquellos 6.000 millones para recolocar o recalificar a j¨®venes aspirantes a trabajar), pero a todas luces no basta.
Vamos a ser generosos. El paro juvenil (16 a 24 a?os) supon¨ªa en 2.009 el 55% del desempleo total. Y ha bajado al 48,5% en 2015. Ojal¨¢ esta mejora se debiese al efecto del programa europeo de incentivos al empleo de los j¨®venes, porque indicar¨ªa que hay recetas, y que las recetas funcionan, aunque sean sectoriales, se refieran a un nicho y sirvan solo para unos cuantos. Pero no puede asegurarse que se deba a esta causa.
El otro rinc¨®n angustioso, inverso al juvenil, es el de los parados mayores, de larga duraci¨®n. Son dos millones. J¨®venes y mayores, los dos extremos. Pong¨¢moslo de otra manera. La crisis ha generado 3,8 millones de parados nuevos. Pero al mismo tiempo, los parados que no perciben prestaci¨®n alguna son 3,7 millones. ?Son los mismos? La tasa de cobertura oficial (prestaciones) alcanza el 54,5%. ?No es miserable?
La receta para aumentar el empleo es el crecimiento econ¨®mico, como proclama Mariano Rajoy. Pero este crecimiento se debe hoy sobre todo a la rebaja del precio del petr¨®leo y a la baja cotizaci¨®n del euro (propulsada por el BCE) que empuja las exportaciones, m¨¢s que a sus reformas. Adem¨¢s, falta otra pata, las pol¨ªticas activas de ocupaci¨®n, que los institutos de empleo ayuden a los j¨®venes (y al resto) a colocarse. Esto va muy lento. Las normas est¨¢n ah¨ª, disponibles, pero no se aplican. Vamos tarde y mal.
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