Los halcones ¡®cuidan¡¯ de los colibr¨ªes
Estas aves logran la supervivencia de sus polluelos viviendo junto al depredador
El complejo equilibrio de la naturaleza ofrece en ocasiones curiosas asociaciones entre especies que se ayudan incluso sin ser conscientes. El colibr¨ª y el halc¨®n est¨¢n protagonizando un peculiar caso en el que el depredador protege bajo sus alas los nidos, y por tanto la descendencia, del peque?o y r¨¢pid¨ªsimo p¨¢jaro. En lugar de alejarse de un cazador de tanto talento, los colobr¨ªes est¨¢n levantando sus nidos justo bajo su manto protector, un cono invisible pero infranqueable reci¨¦n descubierto por los cient¨ªficos.
En el v¨¦rtice de este cono estar¨ªa el nido del propio halc¨®n, en las copas de los ¨¢rboles, y que por su forma de atacar a las presas estar¨ªa protegiendo el entorno como un manto invisible que cae desde lo alto, a unos 20 metros sobre el suelo, y que se extiende m¨¢s de 100 metros alrededor de ese eje. Y bajo esa cobertura est¨¢n poniendo sus huevos los colibr¨ªes, partiendo de una ventaja: son demasiado r¨¢pidos y demasiado peque?os como para que al halc¨®n le merezca la pena perder el tiempo en tratar de cazarlos.
Sin embargo, los arrendajos, que son mucho m¨¢s grandes y s¨ª forman parte del men¨² de los halcones, no se atreven a transitar bajo ese escudo. Y es precisamente esa la gran ventaja para los colibr¨ªes, ya que los arrendajos suelen destrozar sus nidos para hacerse con su huevos. Los colibr¨ªes est¨¢n consiguiendo que sobrevivan hasta el 70% de sus cr¨ªas cuando anidan bajo el manto protector de los halcones; y los que cr¨ªan lejos de esos guardianes del aire apenas sacan adelante al 8% de su descendencia.
Es el primer caso de este tipo documentado en aves, en el que un depredador protege a otra especie m¨¢s peque?a de un depredador intermedio
"Estos efectos indirectos son importantes para la estructuraci¨®n de comunidades ecol¨®gicas y es probable que se vean afectados negativamente por la fragmentaci¨®n del h¨¢bitat, el cambio clim¨¢tico y otros factores que reducen la abundancia de grandes depredadores", explican los cient¨ªficos que han comprobado este efecto en cascada en los bosques de Arizona y que han publicado sus resultados en Science Advances. Los datos, obtenidos en tres a?os de observaci¨®n, parten de la geolocalizaci¨®n con GPS de los nidos y los movimientos de halcones, colibr¨ªes y bandadas de arrendajos.
Seg¨²n estos investigadores, ser¨ªa el primer caso de este tipo documentado en aves, en el que un depredador protege a otra especie m¨¢s peque?a de un depredador intermedio. "Demostramos que los colibr¨ªes en Arizona aumentan su ¨¦xito reproductivo cuando anidan en asociaci¨®n con halcones. Se crea un espacio de anidaci¨®n libre de enemigos cuando los arrendajos, una fuente importante de mortalidad en los nidos de colibr¨ª, alteran su comportamiento de alimentaci¨®n en presencia de su depredador, el halc¨®n".
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