Grecia echa el cierre
La crisis helena se ha llevado por delante un 25% del PIB del pa¨ªs europeo desde 2009. Sus efectos se aprecian en las decenas de miles de negocios que han bajado la persiana. Doscientos mil ciudadanos han marchado al extranjero, dejando atr¨¢s unas ruinas muy distintas a las de la Antig¨¹edad.
En el c¨¦ntrico barrio ateniense de Koukaki, de noche, la calle ten¨ªa una iluminaci¨®n tenue. De madrugada, despu¨¦s de atravesar la ciudad primero en autob¨²s y despu¨¦s en un taxi desde Syntagma ¨Cen esa plaza tantas veces vista por televisi¨®n en los ¨²ltimos meses, escenario de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno de turno¨C, la impresi¨®n era la de estar en un sitio familiar, aunque fuera en verdad la primera vez en Grecia. Nada m¨¢s poner un pie en ese lugar, uno se encontraba con dos realidades, dos detalles, que indicaban que este era un pa¨ªs con problemas: primero, un puesto de venta de peri¨®dicos, cuyas portadas monotem¨¢ticas informaban de las negociaciones que en esos d¨ªas de finales de junio se libraban a cara de perro entre el Gobierno de Syriza y los acreedores europeos; y segundo, la cola de taxis, interminable, y sus conductores a la caza de los turistas que se bajaban del autob¨²s que proven¨ªa del aeropuerto. Un pa¨ªs a la espera, como lo estaba Atenas en esa noche de verano.
Es triste ver cerrados los negocios que significaban la vida y el sustento para muchas personas¡±
Con el amanecer, la ciudad descubri¨® tambi¨¦n sus peque?as verg¨¹enzas. Sus aceras algo cuarteadas y desvencijadas a pesar de ubicarse en el epicentro del turismo arqueol¨®gico griego, a cinco minutos del majestuoso Museo de la Acr¨®polis; la basura que desbordaba de algunos contenedores, los ¨¢rboles sin podar, las fachadas con viejos grafitis y, sobre todo, los negocios cerrados eran testigos mudos de un cicl¨®n que se ha llevado por delante el 25% del producto interior bruto de Grecia desde que comenzara la crisis, y que ha dejado a este pa¨ªs con un desempleo del 26%, el m¨¢s elevado de la Uni¨®n Europea, siendo entre los j¨®venes del 52%. Muy cerca, en la avenida de Andrea Syngrou, las persianas de muchos locales estaban echadas, ir¨®nico destino para una calle nombrada en honor de un importante banquero del siglo XIX. Si esta era la realidad en el coraz¨®n de una capital europea, ?c¨®mo estar¨ªa el resto de Atenas? ?Y el pa¨ªs? Con el paso de los d¨ªas fue posible constatar que en cada ciudad, en cada pueblo, en las carreteras, el abandono y la huida eran evidentes. Viajar significaba comprobar lo que muestra el proyecto La arqueolog¨ªa del ahora, del fot¨®grafo Georgios Makkas (Atenas, 1977), a quien pertenecen las im¨¢genes mostradas en estas p¨¢ginas y cuyo t¨ªtulo da en el clavo: un pa¨ªs mundialmente conocido por las maravillosas ruinas de la Antigua Grecia, por su historia, ofrece hoy un paisaje despedazado, pero de otra naturaleza.
Atenas, Tesal¨®nica, Heracli¨®n, Io¨¢nina, Lesbos, Volos¡, en todos esos lugares Makkas ha ido documentando desde hace un a?o el desmantelamiento de talleres, tiendas de ropa, restaurantes, zapater¨ªas, supermercados, videoclubes, relojer¨ªas, tintorer¨ªas¡ ¡°Siempre es una pena ver un negocio cerrado, pero cuando los visiono todos juntos en mi ordenador, una fotograf¨ªa detr¨¢s de otra, es muy duro¡±, explica Makkas. ¡°Es como un cementerio, un cementerio de recuerdos. Por un lado me entristece, como es obvio, porque son las im¨¢genes de la crisis, porque hablamos de negocios que significaban la vida y el sustento para muchas personas. Por otro lado me produce tambi¨¦n mucha melancol¨ªa comprobar c¨®mo el paisaje de la ciudad est¨¢ cambiando, c¨®mo los recuerdos de la infancia se desvanecen, los tiempos en que mis padres me llevaban a las tiendas o al centro de Atenas¡±, contin¨²a.
Las im¨¢genes empez¨® haci¨¦ndolas con un iPhone seg¨²n caminaba por las ciudades y pueblos a los que acud¨ªa. La idea era tomar notas, para despu¨¦s regresar y hacer una fotograf¨ªa con una c¨¢mara e iluminaci¨®n profesionales. ¡°El problema es que cuando volv¨ªa, en algunos casos esas tiendas hab¨ªan sido convertidas en un nuevo negocio, as¨ª que en un momento dado decid¨ª seguir retrat¨¢ndolas con el tel¨¦fono en el instante en el que las ve¨ªa¡±.
El lugar donde creci¨® Makkas era muy distinto hace 30 a?os. ¡°No hab¨ªa centros comerciales ni multinacionales. Hab¨ªa negocios independientes, la gente vend¨ªa productos diferentes unos de otros. Creo que hab¨ªa mucha m¨¢s variedad que ahora. Hoy caminas por Atenas y no se diferencia mucho de Madrid: es un poco aburrido. Creo que no es muy saludable que Europa se convierta en una ¨²nica cultura¡±, reflexiona este fot¨®grafo que pertenece a la agencia Panos, una de las m¨¢s importantes en fotoperiodismo del mundo. Sin embargo, a pesar de ese estatus profesional, ¨¦l mismo ha sido un damnificado de la crisis. Virtualmente hablando, baj¨® la persiana de su negocio como fot¨®grafo afincado en Atenas para exiliarse en el extranjero: ¡°Vivo en Londres desde diciembre porque ten¨ªa que pagar en Grecia unas cifras en impuestos y seguridad social que eran rid¨ªculas. Necesitaba un 110% de mis ingresos. Era imposible seguir as¨ª y me march¨¦ a Reino Unido¡±, dice. Como ¨¦l, se calcu?la que 200.000 griegos han abandonado el pa¨ªs desde el inicio de la crisis. Ciudadanos ¡°j¨®venes y talentosos, en una de las mayores fugas de cerebros sucedidas en una econom¨ªa occidental avanzada¡±, seg¨²n describ¨ªa el peri¨®dico The Guardian recientemente. ¡°De mis amigos, un 50% viven fuera, unos quince calculo, en Alemania, Holanda, Inglaterra, Australia, Francia, Suiza¡ En realidad, solo se pudieron quedar los que ten¨ªan empleos fijos, los que eran profesores, los que trabajan en el sector p¨²blico¡±, detalla Makkas.
¡°Mi padre me advirti¨® hace unos a?os, me dijo que me fuera, ve¨ªa venir la situaci¨®n. Mis abuelos se han tomado muy mal mi marcha. A ellos tambi¨¦n les ha afectado la crisis, porque son pensionistas y les han recortado los ingresos a la mitad¡±, prosigue el fot¨®grafo. Y es que en Grecia, el 45% de los jubilados cobran menos de 665 euros al mes, cifra considerada la l¨ªnea de la pobreza. Si se compara con la situaci¨®n en 2009, en la antesala del inicio de los recortes, la ca¨ªda ha sido tremenda, porque los pensionistas pobres eran entonces el 20%.
Se vaya donde se vaya en Grecia, se hable con quien se hable, los ciudadanos lamentan la situaci¨®n en la que se encuentran, relatan los sufrimientos y dificultades en sus vidas y en sus negocios, y recuerdan a los familiares y amigos emigrados. Cuesti¨®n distinta es el an¨¢lisis y las opiniones sobre lo que se hizo, lo que se hace y lo que se deber¨ªa hacer desde el poder. Es ah¨ª donde aparecen fuertes divisiones y brotan apasionados debates. Tan pronto un matrimonio, en una cola para un concierto de Yiannis Kotsiras ¨Ccantante cr¨ªtico con la pol¨ªtica de recortes de los ¨²ltimos a?os¨C, defiende la gesti¨®n del primer ministro Tsipras y elabora un discurso del ¡°s¨ª se puede¡± a la griega, como un joven de familia tradicionalmente socialista a?ora las ¨¦pocas del PASOK al tiempo que reconoce la deriva del partido, o el due?o de un hostal en Gerolimenas, una peque?a poblaci¨®n apartada del Peloponeso, echa pestes de Syriza y reclama la vuelta de Nueva Democracia al poder. ¡°?Ves esa monta?a? ?Ojal¨¢ Varoufakis y Tsipras se tiraran de ella!¡±, dec¨ªa este ¨²ltimo, desesperado, ante el goteo incesante de cancelaciones en su establecimiento tur¨ªstico un d¨ªa despu¨¦s del cierre de los bancos, a finales de junio, y la limitaci¨®n a 60 euros de la retirada de efectivo de los cajeros.
¡°?Volver¨¦ a casa? Creo que la situaci¨®n va a empeorar, as¨ª que no lo s¨¦. Qui¨¦n sabe. Tengo enormes dudas. Creo que al menos durante 10 a?os no va a ser f¨¢cil¡±, apunta Makkas. Desde Londres. En un perfecto ingl¨¦s.
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