Rauxa

Contaba Juan Benet que en la mili tuvo un sargento vociferante que les daba lecciones de patriotismo. Haci¨¦ndose el lerdo, Benet le dijo que no entend¨ªa bien qu¨¦ era eso. ¡°?Muy f¨¢cil! ¡ªrugi¨® el sargento¡ª. Imagina que te encuentras con un franc¨¦s. ?No te da rabia? Pues eso es patriotismo¡±. Tengo la sospecha de que ¨¦ste es el tipo de patriotismo que manejan los nacionalistas en Catalu?a, el de la rauxa ante ese tentetieso llamado ¡°espa?olista¡± o ¡°Madrit¡±, arrebato para el que luego buscan justificaci¨®n en expolios inveros¨ªmiles y humillaciones prefabricadas. Dijo Montherlant que no deseamos a alguien por su belleza, sino que exigimos belleza para justificar nuestro deseo. Del mismo modo, los nacionalistas catalanes no detestan a Espa?a por los agravios sufridos, sino que la exigen agraviadora para justificar que la detesten.

Contra ese rechinar de dientes inducido, del que algunos esperan obtener dividendos pol¨ªticos, poco pueden las dulzonas exhortaciones a que demostremos m¨¢s cari?o a los catalanes para compensar sus penas, como si fuesen esas deste?idas madonas que van a S¨¢lvame para contar que buscaron amor y hallaron traici¨®n¡­ cobrando por la confidencia. Desde Podemos, m¨¢s libidinosos porque son modernos oficiales, predican que s¨®lo la ¡°seducci¨®n¡± ser¨¢ capaz de unir dentro del Estado a quienes quieren hacer rancho aparte. Rajoy debe apoyarse en el quicio de la manceb¨ªa y probar la ca¨ªda de ojos, confiando en el atractivo hipster de su barba¡­

En semejante derroche sentimental de enfurru?amientos azuzados por domadores medi¨¢ticos y mimos por encargo de oportunistas azorados viene a quedar reducida la ciudadan¨ªa de un Estado de derecho en el siglo XXI. ?Qu¨¦ funesto camino! Como dir¨ªa el sargento de Benet, cuando ves tanta majader¨ªa desfilar en carroza, ?no te da rabia?