Negros de piel blanca
Un cuerpo completo de albino se llega a pagar a 75.000 euros. As¨ª es la vida de una familia en Uganda perseguida por culpa de la superstici¨®n

Grace naci¨® blanca. Seguramente eso no tendr¨ªa importancia en la mayor¨ªa de lugares del mundo, pero ella es de la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, del coraz¨®n del ?frica Negra. Desde el instante en que vio la luz ha vivido escondi¨¦ndose. En su aldea no le quitaban ojo, sobre todo cuando todav¨ªa era un beb¨¦. Buscaban la manera de extirpar sus brazos y sus piernas, de devorarla, de matarla para obtener sus ¨®rganos y su sangre. Sus abuelos la rechazaron pensando que era hija del diablo y traer¨ªa la desgracia y el mal a su familia. Lo ¨²nico que la diferencia de los dem¨¢s es su condici¨®n gen¨¦tica. Su piel carece de melanina, la sustancia natural que da color al cabello, la dermis y el iris del ojo. Es retra¨ªda y apenas pronuncia alg¨²n vocablo. Tiene ojos bizcos que miran con movimientos oculares muy r¨¢pidos y camina despacio debido a su visi¨®n limitada. La mano de su padre se ha convertido en su lazarillo. ?l la gu¨ªa a ella y a su hermano Emmanuel, tambi¨¦n albino, por todos lados.
¡°Nuestra familia, nuestros padres, no pudieron aceptarles. Dijeron: '?qu¨¦ tipo de ni?os son estos? ?Por qu¨¦ hab¨¦is tenido esta clase de hijos?' As¨ª que tuvimos que irnos lejos¡±, cuenta David Mugabo. David es de Uganda. Conoci¨® a su mujer, Martha, en un pueblo cercano a la ciudad congolesa de Goma y se casaron. All¨ª tuvieron a su primera hija. ¡°Fueron gemelas. Una muri¨® y la que vivi¨® fue Grace. Ella fue la primera en nacer y es albina. Es muy bonita y talentosa¡±, dice orgulloso. En aquel entonces, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo se ve¨ªa azotada por la Guerra del Colt¨¢n y mucha gente empez¨® a escapar. ¡°Nosotros llegamos a Kabale (Uganda) como refugiados. Tuvimos que irnos sobre todo para proteger a nuestros hijos. La gente del Congo se los quer¨ªa comer. All¨ª hay tribus muy diferentes, muchas son can¨ªbales y se comen a las personas. Los ni?os albinos son los m¨¢s buscados. Es muy duro estar ah¨ª pero, incluso ahora, tenemos muchas adversidades. Kabale est¨¢ cerca de Ruanda, que a su vez es fronteriza con Tanzania, y en estos pa¨ªses tambi¨¦n los roban o los secuestran para sacrificarlos y ofrecerlos a sus dioses. Es realmente duro protegerles aqu¨ª en ?frica del Este¡±, se indigna David, que a pesar de todo manifiesta siempre un equilibrio emocional.
Los albinos son vistos como talismanes muy buscados en muchos pa¨ªses africanos. Existe la creencia que sus huesos tienen propiedades m¨¢gicas y taumat¨²rgicas, siendo as¨ª secuestrados y v¨ªctimas de la superstici¨®n. Les persiguen para cazarles y vender las partes de sus cuerpos en el mercado negro. Se llegan a pagar hasta decenas de miles de euros por ellas; 75.000 d¨®lares por un juego de partes del cuerpo completo, seg¨²n el estudio The Human Rights Case of Persons with Albinismin Uganda de la Universidad de Fairfield. Las compran para usarlas en hechizos, conjuros y p¨®cimas; creyendo que les proporcionaran suerte, amor y riqueza.
Desde el a?o 2000 se han registrado 80 asesinatos de albinos en Tanzania. Solamente cinco de estos casos han tenido procesos judiciales exitosos. El ¨ªndice de asesinatos de albinos en Uganda desde entonces es menor, de 35, seg¨²n datos de la ONU.
GRACE from Vanessa Escuer on Vimeo.
¡°En Uganda, la gente rica, les cogen para asesinarles en sus hogares. Cuando tienen que construir una nueva casa, primero se los llevan al lugar para matarles. Despu¨¦s les entierran bajo la tierra y luego construyen la casa encima. Esto es lo que les hacen en este pa¨ªs. Es muy cruel¡±, cuenta David encogido y entre susurros. Es imposible saber la cantidad total pero, seg¨²n la ONG ugandesa The African Albino Foundation, se estima que hay entre 3.000 y 5.000 albinos en el pa¨ªs, que tiene una poblaci¨®n total de casi 38 millones de personas.
Muchos hacen uso de grandes sombreros y grandes gafas de sol para protegerse de los rayos solares. En Europa y Am¨¦rica nace un albino por cada 20.000 personas, pero en ?frica, al tratarse de una afecci¨®n hereditaria, las altas tasas de endogamia disparan las cifras, habiendo un albino por cada 4.000 nacimientos.
Segregaci¨®n y brujer¨ªa
¡°Tenemos miedo de los brujos y curanderos que utilizan partes de nuestro cuerpo para prop¨®sitos de sacrificio¡±, afirma Ssebyanzi Yudah, fundador de la Asociaci¨®n de Albinos de Uganda (UAA). Viste con una camisa color celeste, corbata rosada y unas gafas de sol grandes y negras. Se tropieza con todo cuando entra a los lugares y cuando le suena un mensaje en el m¨®vil, se lo acerca a los ojos hasta casi tocar su frente para poder leerlo. Es uno de los pocos albinos que han alcanzado la educaci¨®n superior en Uganda y lucha para acabar con la exclusi¨®n que sufren.
Nuestros padres no pudieron aceptarles. Dijeron: ?qu¨¦ tipo de ni?os son estos? Y tuvimos que irnos lejos¡±
David Mugabo, padre de un albino
¡°La discriminaci¨®n en las escuelas y en el trabajo es una de las m¨¢s problem¨¢ticas. En los colegios, los maestros no atienden las necesidades especiales por discapacidad visual de los ni?os albinos, que son sentados a ¨²ltima fila en las aulas y no pueden leer lo que se escribe en la pizarra. Y en el mercado laboral, no nos tienen en cuenta para las ofertas de trabajo¡±, explica Ssebyanzi indignado y nervioso. ¡°Nosotros no somos tratados como los dem¨¢s. Muchos padres no quieren pagar las tasas escolares, ya que no ven oportunidades de empleo en un futuro para sus hijos¡±, lamenta.
Su instituci¨®n fue creada a ra¨ªz del rechazo social que ¨¦l mismo experiment¨® desde peque?o y de los peligros a los que se sigue enfrentando en su d¨ªa a d¨ªa. Ssebyanzi apuesta por la creaci¨®n de programas para ayudar a difundir la informaci¨®n p¨²blica sobre el albinismo, asesorar a los padres de beb¨¦s albinos, aumentar su inserci¨®n laboral e incluso ayudar a que puedan ser electos en el parlamento.
Mientras que Uganda no tiene la m¨¢s alta tasa de asesinatos de albinos, la vecina Tanzania tiene la mayor tasa de homicidios de albinos del mundo. Ssebyanzi asegura que ¡°la red criminal¡± se ha extendido hacia su pa¨ªs, ocasionando cada vez m¨¢s preocupaci¨®n. "Las amenazas por parte de los brujos son tan graves que nosotros no hacemos seguimiento de los casos de personas desaparecidas por nuestra propia seguridad", afirma mientras mira de un lado para otro.
Bajo los rayos del sol
Cuando Grace sale del colegio est¨¢ contenta de volver a casa. No tiene amigos y pasa sus horas libres dibujando estirada en el suelo o jugando con su hermana peque?a Joy, que tiene cinco meses y siempre sonr¨ªe. Grace la coge en brazos y la levanta bien arriba, como si quisiera que alcanzara el cielo. Va descalza, ya es tarde y quiere liberar sus pies ahora que el sol ya baj¨® y no es una amenaza para su piel.
¡°Ellos tambi¨¦n enfrentan sus desaf¨ªos¡±, cuenta David. ¡°No pueden jugar con los otros ni?os, no pueden comer con ellos, no pueden pasarlo bien. Ellos mismos tienen miedo de jugar con otros, eso es un gran problema. Y cuando sale el sol, su piel se seca mucho. Hay que taparles. Sus pies se endurecen demasiado¡±.
La gente del Congo se los quer¨ªa comer. All¨ª hay tribus muy diferentes, muchas son can¨ªbales y se comen a las personas. Los ni?os albinos son los m¨¢s buscados
Debido a las distintas adversidades, al aislamiento y los nulos recursos econ¨®micos para atender las secuelas de su desorden gen¨¦tico, su esperanza de vida apenas supera los 40 a?os. La mayor¨ªa llega a desarrollar un c¨¢ncer de piel mortal por falta de pigmentaci¨®n y la exposici¨®n de su piel al fuerte sol africano. El miedo y el desconocimiento de la gente hacia su aspecto f¨ªsico hacen que queden marginados de la sociedad y se generen leyendas que derivan en m¨¢s agresiones. ¡°En el distrito ugand¨¦s de Mukono, un hombre albino fue asesinado porque la gente cre¨ªa que era un fantasma y quer¨ªan comprobar si era humano¡±, cuenta Ssebyanzi consternado.
Algunos les llaman ¡°fantasmas negros de piel blanca¡± por ignorancia sobre este trastorno cong¨¦nito. El desconocimiento conlleva m¨¢s rechazo y segregaci¨®n, muchas veces por parte de los propios padres, que les abandonan atemorizados al nacer.
¡°Nadie puede decir que est¨¢ mal tener hijos albinos. Nadie puede juzgarles de ser diferentes, las personas son iguales. Si nos cortamos las venas, de su cuerpo sale sangre como la de todos. No entiendo porqu¨¦ les discriminan, somos como ellos, somos todos iguales. La ¨²nica diferencia es el color de la piel¡±, explica David mientras sonr¨ªe al ver a su hija, que le devuelve, t¨ªmidamente, la sonrisa.
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