El hombre al que am¨® Cary Grant
Orry-Kelly, ganador de tres Oscar por su trabajo como dise?ador de vestuarios, fue pareja del gran actor. Su historia sale ahora a la luz en un documental
Cary Grant, Tony Curtis, George Cukor y Billy Wilder portaron su f¨¦retro en 1964. Jack Warner, el poderoso presidente de Warner Bros, ley¨® su paneg¨ªrico. Y, sin embargo, hoy pocos reconocen el nombre de Orry-Kelly. Incluso dentro de Hollywood. Es lo que le pas¨® a Gillian Armstrong, que como directora veterana (Mujercitas) y australiana jam¨¢s hab¨ªa o¨ªdo hablar de su compatriota. ¡°Cuando empec¨¦ a leer sobre ¨¦l no me lo pod¨ªa creer: hasta el a?o pasado, cuando Catherine Martin le super¨®, Orry-Kelly era el australiano con m¨¢s Oscar de la historia, tres, ganados por el vestuario de Un americano en Par¨ªs, Las Girls y Con faldas y a lo loco; fue el dise?ador de Casablanca, El halc¨®n malt¨¦s, trabaj¨® con Bette Davis, con Natalie Wood, con Jane Fonda¡±, cuenta Armstrong.
La directora present¨® esta semana en el Festival de Toronto el documental Women He¡¯s Undressed (Las mujeres que desvisti¨®) dedicado a la figura de este nombre olvidado en las costuras de la meca del cine. ¡°Me entr¨® curiosidad por saber c¨®mo lo hizo, qu¨¦ ten¨ªa de especial; y, al mismo tiempo, quer¨ªa reivindicar este arte, porque la gente no se da cuenta de lo importante que es el vestuario en el cine¡±, dice Armstrong. Las grandes divas del cine manten¨ªan estrechas relaciones con sus dise?adores de vestuario. ¡°Orry y Bette Davis, por ejemplo, eran muy cercanos. Nada m¨¢s conocerse, se entendieron¡±, dice la directora.
Ojo art¨ªstico
Hijo de un sastre, nacido en un pueblo cerca de Sidney, en 1922, a los 24 a?os se march¨® a Nueva York a ser actor. Despu¨¦s de una breve experiencia algo desastrosa en Broadway, enseguida empez¨® a destacar por su ojo art¨ªstico y su instinto con la aguja. Al poco de llegar, Orry-Kelly conoci¨® a un joven inmigrante ingl¨¦s que hab¨ªa llegado tambi¨¦n persiguiendo el sue?o de ser actor. Entonces se llamaba Archie Leach, aunque a?os m¨¢s tarde ser¨ªa conocido como Cary Grant. Los dos comenzaron una relaci¨®n de amantes; viv¨ªan juntos en el Greenwich Village, con el dinero que mandaba la madre de Kelly, con lo que ganaba Grant como scort de mujeres ricas y con el de los primeros empleos de ambos en el mundo del espect¨¢culo. Juntos, tras un breve paso por Reno, perseguidos por mafiosos, llegaron a Hollywood, donde ambos triunfaron por separado. Grant ser¨ªa el nuevo Clark Gable. Y Orry-Kelly entr¨® a trabajar en Warner Bros. Vistiendo casi 60 pel¨ªculas al a?o, su amistad con Davis o con el propio Jack Warner le ayudaron a convertirse en uno de los dise?adores mejor pagados. Cary Grant, decidido a ocultar su homosexualidad, le dio la espalda. ¡°Orry fue de los pocos en aquella ¨¦poca que fue fiel a s¨ª mismo, que no fingi¨® un matrimonio como hac¨ªan actores o incluso otros dise?adores¡±, dice Armstrong.
¡°Solo se llev¨® mal con Marilyn Monroe¡±, cuenta, a quien no le sent¨® muy bien que comparara su trasero con el de Tony Curtis y Jack Lemmon. Tampoco recuper¨® su amistad y relaci¨®n con Cary Grant. Salvo a finales de los cincuenta, cuando el actor volvi¨® a mostrar inter¨¦s, con un ¨²nico objetivo: prohibirle a Kelly que contara nada sobre ¨¦l en las memorias que estaba escribiendo. Orry-Kelly muri¨® en 1964, dejando como ¨²ltima pel¨ªcula Irma la dulce; y sus memorias jam¨¢s publicadas. Supuestamente bloqueadas por Cary Grant. Durante casi 30 a?os permanecieron perdidas, hasta que Gillian Armstrong y su equipo las encontraron.
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