La lucha por el imperio alimentario de Paul Newman

¡°Me niego a seguir con la boca cerrada m¨¢s tiempo¡±, dice Susan Kendall Newman. En un reportaje en la revista Vanity Fair estadounidense, la menor de las hijas que el actor Paul Newman tuvo con su primera mujer, Jackie Witte, pone en duda el testamento que dej¨® su padre y denuncia la mala gesti¨®n de Robert Forrester, amigo y consejero de la estrella que, tras su muerte, se hizo cargo de la millonaria empresa de alimentaci¨®n, Newman¡¯s Own, y de la fundaci¨®n. Un patrimonio valorado en m¨¢s de 540 millones de euros.

Aunque es sabido que la viuda de Newman, la actriz Joanne Woodward, nunca tuvo una buena relaci¨®n con Forrester; ella y la familia han permanecido en silencio por miedo a que las cosas puedan empeorar. Salvo Susan. ¡°Es posible que algunos miembros de mi familia se enfaden conmigo por manifestarme sobre este asunto. Pero es que me da la impresi¨®n de que los Newman somos rehenes de Bob Forrester. Creo que a este se?or se le ha olvidado que para ¨¦l supone un privilegio y una tremenda responsabilidad ser el gestor del legado de mi padre y cumplir sus deseos. Parece que le interesa m¨¢s darse aires y disfrutar de grandes prebendas. Mi padre jam¨¢s habr¨ªa apoyado muchas de las cosas que est¨¢ haciendo¡±, dice la productora y actriz.

Seg¨²n la familia, existen unos primeros documentos en los que el actor dejaba a cada una de sus cinco hijas una herencia de 452.000 euros con los que deb¨ªan montar una fundaci¨®n propia. En 2006, Forrester le dijo a Susan Newman que la cantidad que les dejar¨ªa su padre hab¨ªa ascendido a 814.000 euros y que ¡°cada una de estas organizaciones iba a recibir una financiaci¨®n de casi 28 millones de euros o m¨¢s¡±. Adem¨¢s, por turnos, formar¨ªan parte del consejo de la fundaci¨®n del actor.

¡°Entonces, de repente, lo perdimos todo¡±, dice Susan en la revista. El dinero que iban a recibir las fundaciones de las hijas acab¨® en el fideicomiso de Woodward. Y ¡°las llaves del reino se le entregaron casi en exclusiva a un solo hombre, Bob Forrester¡±, seg¨²n la hija del actor, que denuncia la falta de transparencia del empresario, quien se defiende aduciendo que Joanne Woodward estaba al corriente de todo y que ¡°Paul nunca consider¨® que Newman¡¯s Own fuera una empresa familiar¡±. ¡°Para ¨¦l lo importante fue el bien com¨²n¡±, dice, y as¨ª lo est¨¢ haciendo, asegura, con los n¨²meros en la mano: los ingresos del imperio de salsas ha crecido un 7,25% y la fundaci¨®n ha donado m¨¢s de 154 millones de euros. ¡°Todo lo que estamos haciendo hoy sigue la manera en que Paul hac¨ªa las cosas¡±, dice Forrester. Sin embargo, la imagen de Elinor ¡®Nell¡¯, la hija mayor de Woodward y Newman, ha desaparecido de la l¨ªnea de alimentos org¨¢nicos que ten¨ªa dependiente de la original y ha salido de la empresa.

Newman modific¨® hasta 12 veces su testamento, la ¨²ltima seis meses antes de su muerte. Con una salud ya entonces muy deteriorada, la familia pone en duda que se hayan ejecutado bien sus ¨²ltimos deseos, pero tambi¨¦n hay quien dice que era un hombre muy celoso de sus negocios y es imposible saber cu¨¢les fueron sus decisiones finales.