Callan las palabras, habla el dibujo
¡®Un oc¨¦ano de amor¡¯ de Lupano y Panaccione es una historieta sin un solo di¨¢logo
En La ¨²ltima locura, el homenaje de Mel Brooks al cine mudo, solo hablaba un personaje: el mimo Marcel Marceau. La invenci¨®n de las pel¨ªculas sonoras supuso un cambio irreversible ¨Cque se lo digan a Norma Desmond¨C, pero el cine ha ca¨ªdo muchas veces en la tentaci¨®n de explotar la fuerza de las im¨¢genes sin palabras en filmes como The artist y Blancanieves. El tebeo, en cambio, apenas hab¨ªa explorado ese camino. Hasta ahora. El guionista Wilfrid Lupano y el dibujante Gr¨¦gory Panaccione acaban de publicar Un oc¨¦ano de amor (Reservoir Books), una historieta sin un solo di¨¢logo. Solo im¨¢genes. El resultado es una maravilla: sorprendente, divertido, ingenioso, tanto por la historia como por la forma de resolverla gr¨¢ficamente. Como dice Paco Roca en el pr¨®logo, en el que hace referencia a Buster Keaton y Charles Chaplin, ¡°que callen las palabras y que hable al fin el dibujo¡±.
Amor y sal
En Un oc¨¦ano de amor, Wilfrid Lupano se plante¨® dos retos: tejer una historia de amor (no es su g¨¦nero) y hacerlo sin palabras. Solo con las ilustraciones de Gr¨¦gory Panaccione, que ha trabajado sobre todo en animaci¨®n y cita como inspiraci¨®n para este tebeo Ponyo en el acantilado, de Hayao Miyazaki, y Bienvenidos a Belleville, de Sylvain Chomet.
Lupano (Nantes, 1971) se est¨¢ convirtiendo en uno de los nombres imprescindibles del c¨®mic europeo actual. Con este volumen, gan¨® el premio FNAC al mejor ¨¢lbum de 2015. Adem¨¢s, acababa de lograr varios premios en Angulema con Les vieux fourneaux, una historia tierna y salvaje a la vez sobre varios ancianos que se dedican a complicar la vida a la sociedad que trata de mantenerlos al margen. Su arma de destrucci¨®n masiva es un compa?ero que tiene la capacidad de vaciar sus tripas donde quiera, un anciano aparentemente indefenso que utiliza su habilidad para sabotear m¨ªtines y actos del principal partido de la derecha. Suele esperar al momento cumbre, cuando llegan los discursos, para apretar el bot¨®n nuclear.
Un oc¨¦ano de amor tiene un tono diferente, aunque tambi¨¦n ofrece unas cuantas cargas de profundidad, tanto a trav¨¦s del guion como de los magn¨ªficos, evocadores y originales dibujos de Panaccione. Narra la historia de un pescador que se pierde en el mar y de su mujer que sale a buscarle: en medio, est¨¢ lleno de ternura, de ideas fant¨¢sticas, de im¨¢genes inolvidables. Tiene piratas, pescadores, porquer¨ªa de pl¨¢stico ahogando el mar, una gaviota, una visita a Cuba¡ Es un triunfo del relato m¨¢s all¨¢ de las palabras. De eso, al final, tratan el cine y los tebeos, de pensar y contar solo con im¨¢genes.
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