Miedo, codicia y materias primas

Desde que el ser humano, gracias a la agricultura, se volvi¨® sedentario y empez¨® a mercadear con el excedente de las cosechas, se destap¨® el frasco de una ambici¨®n que ha oscilado hist¨®ricamente entre la cautela y la avaricia.

Hoy en d¨ªa las materias primas presentes en nuestros alimentos b¨¢sicos, denominadas commodities, cotizan en alguno de los 50 principales mercados internacionales, donde se efect¨²an diariamente operaciones de compraventa tanto al contado como a plazo, el conocido como mercado de futuros. Las ¨®rdenes de compra y venta de soja, trigo, ma¨ªz, avena, cebada, ganado bovino, porcino, leche, caf¨¦, az¨²car y cacao, entre otras materias primas, las llevan a cabo los productores o agricultores junto a compa?¨ªas que requieren de estos bienes en sus procesos de fabricaci¨®n; unos y otros componen el grupo de operadores comerciales. Pero estos mercados est¨¢n tambi¨¦n abiertos a inversores financieros, operadores no comerciales cuyo ¨²nico objetivo es maximizar la rentabilidad en sus inversiones a corto o medio plazo especulando con la previsi¨®n de su futura demanda, ya que estos acuerdos no siempre requieren su entrega f¨ªsica. Y esto es as¨ª hasta el punto de que las transacciones financieras que no implican la entrega de los productos, como por ejemplo las opciones sobre futuros, aventajan ampliamente las operaciones en las que s¨ª existe suministro f¨ªsico de bienes, lo que evidencia que cada vez hay m¨¢s dinero buscando hacer negocio a partir de la situaci¨®n actual y de la demanda posterior de las materias primas en los mercados. Se ha llegado a dar el caso de inversores que predicen el clima con mayor precisi¨®n que la NASA en su af¨¢n por anticipar la evoluci¨®n de las cosechas.

Sin embargo, el clima no es el ¨²nico factor determinante en la variaci¨®n del precio de las commodities. El incremento demogr¨¢fico mundial; la expansi¨®n econ¨®mica de los pa¨ªses emergentes, que demandan un cambio de h¨¢bitos alimentarios, con mayor demanda de prote¨ªna en sus dietas; la subida del precio de la energ¨ªa, que provoca que muchas leguminosas sean desviadas para la producci¨®n de biocarburantes, junto a la legislaci¨®n de pa¨ªses que obligan a incorporar un porcentaje de productos de origen agr¨ªcola a los carburantes, o la fluctuaci¨®n en la cotizaci¨®n de las divisas, que hace aumentar los costos de los fertilizantes y el transporte, son las principales causas del aumento mundial de los precios de los alimentos.

Pero los determinantes m¨¢s decisivos en la cotizaci¨®n de los art¨ªculos b¨¢sicos de origen agr¨ªcola son las contrariedades geopol¨ªticas, como el conflicto entre Rusia y Ucrania, uno de los graneros de Europa, unidas a la incertidumbre procedente de los potenciales efectos del cambio clim¨¢tico y a la aparici¨®n de grandes masas de inversores no comerciales con af¨¢n especulativo. Derivado de todo ello, se prev¨¦ que a lo largo de las pr¨®ximas d¨¦cadas subir¨¢ el coste de las materias primas. Para nosotros supondr¨¢ un incremento molesto en el precio del pan, pero en otros lugares del planeta los efectos ser¨¢n desgarradores, con crisis alimentarias en las regiones m¨¢s pobres y disturbios sociales en pa¨ªses en desarrollo. En este momento no hay l¨ªmite para las transacciones y negocios transnacionales, como tampoco lo hay para las dificultades y retos comunes del mundo. Cuando en el af¨¢n por proteger lo propio, perdemos la noci¨®n del otro, desencadenamos problemas que siembran dificultades futuras. Y tan globales como la propia acci¨®n de los mercados. No lo perdamos de vista.

Chipir¨®n con higos frescos

El chipir¨®n

El chipir¨®n es un producto de elevado contenido en prote¨ªnas de alto valor biol¨®gico, bajo contenido en grasa y poca cantidad de hidratos de carbono. Aporta casi tres veces m¨¢s colesterol que 100 gramos de pechuga de pollo. Entre sus vitaminas resaltan la B12 y B3 y minerales como el yodo, f¨®sforo y calcio.El chipir¨®n aporta unas 82 kilocalor¨ªas por cada 100 gramos de producto. Los datos presentados son de producto crudo y por 100 gramos de porci¨®n comestible.

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