Réplica a Ayala-Dip
La primera objeción que se me ocurre al artículo que Ernesto Ayala-Dip dedica a uno mío publicado el pasado verano, El canon y la caspa, es la de que convierte en tema central de ese artículo lo que viene a ser una simple adenda o coda final: la expansión del best seller a escala mundial en el curso de los a?os ochenta del pasado siglo. Algo que, referido a Espa?a, no concierne a uno solo de los autores por él mencionados. Es más, digo explícitamente que ese fenómeno nuevo oscurece la aparición de nuevos escritores de verdadero talento. A ese respecto, si yo suelo evitar dar nombres es para no herir susceptibilidades, caso de que se me quede alguno en el tintero, cosa que le sucede a EAD al no incluir en su lista, por ejemplo, a escritores como Eduardo Mendoza, Enrique Vila-Matas, Félix de Azúa, Rafael Chirbes, etcétera. Lo que yo llamo best seller no es lo que él se imagina, la lista en cuestión. Lo que yo entiendo por best seller es un invento de carácter internacional que empieza a ser asimilado en Espa?a hacia la década de los ochenta. Novelas centradas en los misterios arcanos de una orden religiosa o de un determinado templo; o las novelas falsamente intimistas, antiguamente denominadas folletín, próximas a lo que en nuestro país escribía Corín Tellado; o, más recientemente, la novela pornoerótica. Que una buena novela se venda al máximo me parece estupendo; empezando por el Quijote. Lo que no me cuadra es el razonamiento implícito del best seller: “Esta novela la está leyendo todo el mundo; tú no puedes ser menos”. Y tonto el último.— Luis Goytisolo.
?
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás a?adir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.