¡°Las mujeres violadas pasan de ser v¨ªctimas a protagonistas de su vida¡±
Caddy Adzuba, periodista y Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia, insiste en el poder de recuperaci¨®n de las mujeres que han sufrido violencia sexual en Congo
"Imaginen a una familia: un padre, una madre y dos o tres ni?os. Imaginen que unos soldados llegan a su vivienda y obligan a uno de los hijos a violar a su madre. ?ste se niega y, en represalia, los militares matan al padre. Vuelven a forzarle y reciben otra negativa. Y matan a su hermano. Asesinan a todos los varones de la familia hasta que solo quedan las mujeres: la madre y, quiz¨¢, alguna hermana. A ellas las violar¨¢n despu¨¦s, y para eso los soldados ni siquiera necesitar¨¢n introducir sus genitales; les meter¨¢n armas y objetos cortantes en la vagina. Luego las obligar¨¢n a caminar a pie y heridas unos 12 o 20 kil¨®metros hasta la base de su grupo armado. All¨ª las atar¨¢n a un ¨¢rbol como a animales y, durante varios d¨ªas las dejar¨¢n all¨ª. Ser¨¢n sometidas a pr¨¢cticas inhumanas, les har¨¢n cortes y usar¨¢n sus cuerpos para apagar cigarrillos".
Este es parte del espeluznante relato que Caddy Adzuba ofreci¨® este mi¨¦rcoles en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid ante un p¨²blico enmudecido. No es una historia nueva; la periodista y activista congole?a lleva a?os denunciando la discriminaci¨®n y la violencia contra las mujeres en su pa¨ªs, la Rep¨²blica Democr¨¢tica del Congo, en guerra desde los a?os noventa y donde 1.100 son violadas al d¨ªa. Su lucha pac¨ªfica la ha hecho merecedora de numerosas distinciones, la m¨¢s destacada, el Premio Pr¨ªncipe de Asturias de la Concordia en 2014.
Adzuba habl¨® en el marco del encuentro Women4Change (#w4c en redes sociales, que lleg¨® a ser trending topic), organizado por la Fundaci¨®n Esperanza Pertusa de la firma espa?ola Gioseppo. El formato, una conversaci¨®n entre la congole?a y la directora del Huffington Post, Montserrat Dom¨ªnguez. Se iba a debatir sobre los retos conjuntos de las mujeres en los pa¨ªses del Norte y del Sur y su aporte a la sociedad, pero las mujeres de Caddy y su capacidad de recuperaci¨®n se llevaron todo el protagonismo. Por ellas les pregunt¨® Dom¨ªnguez y tambi¨¦n asistentes al evento y ciudadanos an¨®nimos que enviaron preguntas a trav¨¦s de las redes sociales.
Adzuba explic¨® que la estrategia de guerra en Congo es violar a las mujeres porque ellas son el motor de la familia y del desarrollo. Ellas son las que trabajan y sustentan a los suyos. El sexo es un asunto tab¨² y, al abusar de una mujer, ¨¦sta ser¨¢ repudiada por la familia y la comunidad. "Si rompes las familias, frenas la oportunidad del pa¨ªs de desarrollarse; es una estrategia de guerra pensada para destruir a las mujeres de la manera m¨¢s humillante posible", aclar¨®.
"Algunas consiguen ser rescatadas por alguien, pero quedan rotas. A partir de ese momento comenzar¨¢n un largo proyecto de curaci¨®n f¨ªsica y espiritual. Regresan tan destruidas que algunas necesitan hasta 15 cirug¨ªas y otras pierden todos sus genitales", asever¨® Adzuba.?Pero en medio de esa violencia, la congole?a ve un rayo de luz. "Las mujeres pasan de ser v¨ªctimas a ser protagonistas de su vida: este es el camino de la esperanza". Ellas no quieren ser v¨ªctimas toda la vida. "Sufrir violencia sexual no es el fin del mundo. Pueden tardar hasta 15 a?os en entenderlo, pero al final ellas han visto su fuerza y su poder", asever¨® la activista, quien no dud¨® en tachar al g¨¦nero femenino como el sexo fuerte, y no el d¨¦bil, como es habitual escuchar. "Un hombre no resistir¨ªa los abusos que se comenten contra las mujeres en mi pa¨ªs".
Caddy Adzuba mantiene una lucha constante y tenaz por visibilizar esta realidad que lleva a cabo desde la ciudad de Bukavu, al este de RDC, y a trav¨¦s de las ondas de Radio Okapi, la emisora de radio de la misi¨®n especial de la ONU para la pacificaci¨®n del pa¨ªs, A su juicio, es fundamental seguir porque el feminicidio de las congole?as a¨²n no ha obtenido la atenci¨®n que merece por parte de la comunidad internacional. "El reconocimiento nos sirve para hacer lobby. Hay que explicar qu¨¦ ocurre".
Sufrir violencia sexual no es el fin del mundo
A su juicio parte de la reparaci¨®n del da?o y de la recuperaci¨®n de las mujeres pasa por la participaci¨®n pol¨ªtica y por la condena de los responsables de esta masacre de g¨¦nero. "Congo porque es un pa¨ªs con necesidad de justicia", asever¨®. Para ello pidi¨® ayuda a Espa?a, ahora que va a presidir el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que impulse la creaci¨®n de un Tribunal Internacional para juzgar los crimenes de guerra en RDC. "La condena del verdugo tambi¨¦n es una terapia para las v¨ªctimas", asegur¨®. En este sentido, explic¨® que s¨ª ha habido juicios y condenas a paramilitares autores de abusos sexuales, pero solo a los de bajo rango, mientras que los responsables verdaderos, los antiguos jefes rebeldes, han pasado a ser coroneles y generales del Ej¨¦rcito y son intocables para la justicia.
Tambi¨¦n reclam¨® que la comunidad internacional que se beneficia del conflicto compense econ¨®micamente a las mujeres violadas y que no se compren minerales como el coltan de su pa¨ªs si no tienen una trazabilidad. Estas dos ¨²ltimas peticiones las hizo en referencia al inter¨¦s de multinacionales y gobiernos occidentales por promover la guerra para controlar los recursos naturales de RDC, pues son los grupos rebeldes quienes explotan las minas de donde salen los minerales que se utilizan en la construccion de tel¨¦fonos m¨®viles y otros aparatos tecnol¨®gicos que se usan en el llamado primer mundo. ¡°Se cree que es una guerra de los congole?os, pero es una guerra debida al progreso tecnol¨®gico, por el coltan que procede del Congo. Como sociedad civil nos tienen que ayudar a vivir y respirar, somos capaces de desarrollarnos solos, pero necesitamos la paz y la vida", sentenci¨® Adzuba.
La activista reconoci¨® que siente temor porque su vida est¨¢ amenazada desde hace varios a?os pero, como agente de la ONU, no duda en pedir la protecci¨®n de los cascos azules cuando ve peligro. ?Por qu¨¦ seguir viviendo en Congo cuando su vida est¨¢ en riesgo? "Ante las amenazas de muerte pens¨¦ en quedarme en Europa y fui a Espa?a, pero a los tres meses estaba de vuelta. Mi lugar est¨¢ en Congo", concluy¨®.
Gospel en #W4C tras la entrevista de @MontseHuffPost a #CaddyAdzuba pic.twitter.com/6qWNrre7NY
— Lola Hierro (@Lola_Hierro) October 7, 2015
El debate no finaliz¨® sin que Caddy tambi¨¦n realizara sus preguntas. La primera, lanzada a todos los periodistas, si creen que los medios est¨¢n haciendo todo lo posible para lograr la igualdad y por qu¨¦ no son conscientes del poder que tienen para lograrlo. Respondi¨® Montserrat Dom¨ªnguez asegurando que en Europa se puede hacer mucho m¨¢s. La segunda, una punzada en las conciencias: "?Por qu¨¦ los europeos cerr¨¢is el coraz¨®n a refugiados e inmigrantes? ?Por qu¨¦ no les dais la oportunidad de vivir?". Ante eso, Dom¨ªnguez se?al¨® a la congole?a que hay otra Europa que s¨ª los acoge y tambi¨¦n cuenta. La periodista Esther Palomera, moderadora del debate, apostill¨® que tambi¨¦n hay una Espa?a m¨¢s solidaria abierta al cambio, aunque a¨²n quede mucho por hacer.
Al inicio del encuentro, tuvo unas palabras de admiraci¨®n para Caddy y para la lucha de las mujeres por lograr la igualdad la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Ella tambi¨¦n alert¨® de que el potencial para el desarrollo del mundo es un 40% menor por las trabas que se ponen a las mujeres en su camino profesional. Su llamamiento a la sociedad civil fue para lograr "una sociedad donde la convivencia entre ambos sexos signifique intercambio y enriquecimiento, no desigualdad y violencia".
Women4Change termin¨® con una actuaci¨®n de gospel a cargo del conjunto Gospel Factory, que interpret¨® cuatro piezas, entre ellas "Happy Day" e "Imagine" de John Lennon. Como colof¨®n, Adzuba recibi¨® un ramo de flores que dedic¨® a las mujeres que defiende en Congo y pidi¨® un minuto de silencio para ellas, para recordarlas. Pero nunca como v¨ªctimas.
Una pulsera por el cambio
Este evento ha servido para lanzar la pulsera Women4Change cuyas ventas ir¨¢n destinadas ayudar a la reinserci¨®n socio-laboral de 150 mujeres v¨ªctimas de la violencia en la Rep¨²blica Democr¨¢tica de El Congo. Estar¨¢ a la venta desde hoy en la web w4c.es y en las tiendas de Gioseppo.
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