Mira qui¨¦n baila
Lo que hay que hacer es bailar. En los m¨ªtines, en el Parlamento, en las tertulias de la televisi¨®n, tan desgastadas ya como sus participantes
?Por qu¨¦ no ser¨¦ yo mudo? debieron de pensar Xavier Garc¨ªa Albiol y Andrea Levy, los cabezas de lista del Partido Popular en las pasadas elecciones catalanas, que criticaron el baile del socialista Miquel Iceta en un mitin calific¨¢ndolo de bochornoso, pat¨¦tico e indigno de un dirigente pol¨ªtico serio, al ver bailar a su vicepresidenta nacional en un programa de televisi¨®n. Y es que hay veces en las que las palabras se vuelven sapos que hay que tragarse apenas uno ha abierto la boca.
El baile de la vicepresidenta, que circul¨® por todas las redes como la p¨®lvora, no s¨®lo sorprendi¨® a sus seguidores del PP, sino a todos los espa?oles, admirados de lo bien que mueve el cuerpo esa mujer que siempre aparece r¨ªgida en sus comparecencias ante la prensa y que cierra todas sus intervenciones en el Congreso con un golpe al micr¨®fono abatible de su esca?o azul que viene a significar ¡°he dicho¡±. ?Qui¨¦n pod¨ªa imaginar que detr¨¢s de esa opositora con tics de Pepito Grillo que se aprende los discursos de memoria y que apenas gesticula mientras habla hab¨ªa una gog¨® escondida?
Hay gente a la que el baile de la vicepresidenta le ha parecido una frivolidad, pero yo creo que abre una perspectiva nueva a nuestra pol¨ªtica. Basta ya de m¨ªtines aburridos, de declaraciones que cansan hasta a las ovejas. Lo que hay que hacer es bailar. En los m¨ªtines, en el Parlamento, en las tertulias de la televisi¨®n, tan desgastadas ya como sus participantes. Imaginemos la campa?a electoral que se avecina, en lugar de con discursos que ya sabemos de memoria y de debates que son conversaciones de besugos con corbata, con los candidatos bailando por todo el pa¨ªs, Soraya con Rajoy, Pedro S¨¢nchez con Iceta, Albert Rivera con Arrimadas (perd¨®n por la sugerencia, pero es su apellido), Garz¨®n con Cayo Lara o con quien le toque y Pablo Iglesias ¨¦l solo con la coleta al viento, como le gustar¨ªa. Ser¨ªa una campa?a m¨¢s divertida y los espa?oles ¨ªbamos a votar lo mismo que si nos dan la paliza con m¨¢s discursos y m¨¢s acusaciones cruzadas entre ellos que son las mismas de toda la legislatura y que ya nadie se toma en serio, de tanto o¨ªrlas. Para cerrar la campa?a, eso s¨ª, tendr¨ªa que haber un fin de fiesta con serpentinas y con todos los candidatos bailando juntos como en las galas televisivas y los conciertos de m¨²sicos solidarios, y que terminar¨ªa, a su vez, con todos los imputados por corrupci¨®n haciendo el trenecito al ritmo de una conga interpretada por los cuarenta mariachis de Esperanza Aguirre camino de Alcal¨¢-Meco o de la c¨¢rcel Modelo de Barcelona.
No me digan que no pagar¨ªan por verlo.
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