El mal reparto del dolor
Los analg¨¦sicos opioides est¨¢n vetados o muy restringidos en 150 pa¨ªses. El 17% de la poblaci¨®n mundial tiene acceso al 92% de la morfina
Entre las muchas cosas que est¨¢n mal repartidas en este mundo, una es el dolor. Como casi todo lo malo, los pobres lo sufren m¨¢s que los ricos. Pero no siempre es una cuesti¨®n de dinero, sino de voluntad pol¨ªtica. Es la principal conclusi¨®n del informe La crisis global del dolor evitable. El impacto negativo del control de los medicamentos en la salud p¨²blica, que se presenta hoy en Kuala Lumpur (Malasia).
El documento, elaborado por la Comisi¨®n Global de Pol¨ªticas sobre Drogas (GCDP, por sus siglas en ingl¨¦s), se?ala que solo el 17% de la poblaci¨®n global tiene acceso al 92% de la morfina. Alrededor de 5.500 millones de personas no cuentan con la posibilidad de recibir a analg¨¦sicos opioides, o ¨¦sta es muy escasa. Pacientes terminales de c¨¢ncer, de sida y parturientas son algunos de los grupos en los que estas restricciones impactan m¨¢s negativamente. La Organizaci¨®n Mundial de la Salud calcula que decenas de millones de personas tienen que soportar un dolor evitable por esta falta de acceso.
Y el principal problema es el control que los pa¨ªses imponen a los opioides. Son pol¨ªticas restrictivas destinadas a evitar que estos medicamentos se conviertan en drogas de recreo, algo que acaba perjudicando a quienes sufren dolor por ciertas enfermedades. Michel Kazatchkine, enviado especial para el sida/VIH en Europa del Este y Asia Central y miembro de la CGPD, explica que estos recelos son injustificados: ¡°Si miramos a los pa¨ªses occidentales, donde se concentra el mayor uso de los opioides con fines terap¨¦uticos, vemos que el fraude no es verdadero un problema. Tampoco lo es que sus usuarios se vuelvan adictos, como esgrimen algunos gobiernos; la evidencia dice que la probabilidad es de menos del 0,5%¡±.
Tanto las leyes sobre control de drogas como las relativas a los derechos humanos obligan a los Estados a hacer accesibles a sus ciudadanos estos f¨¢rmacos. ¡°Aunque son muchos los factores que suponen una barrera al acceso, incluidos sistemas de salud d¨¦biles y la falta de preparaci¨®n del personal sanitario que trabaja sobre el terreno, el control internacional de drogas es responsable de perpetuar la escasez de medicamentos controlados¡±, asegura el informe.
Los Gobiernos priman la restricci¨®n para prevenir posibles usos inadecuados a las necesidades m¨¦dicas de la poblaci¨®n
Los Gobiernos, de esta forma, priman la restricci¨®n para prevenir posibles usos inadecuados a las necesidades m¨¦dicas de la poblaci¨®n. Estas van m¨¢s all¨¢ de paliar el dolor, la morfina tambi¨¦n ha demostrado ser el mejor aliado para los drogodependientes adictos a los opioides y evita a largo plazo la proliferaci¨®n del sida y la hepatitis, que se contagia muy a menudo por el uso de jeringuillas. Sin embargo, solo entre un 6% y un 12% de los toxic¨®manos recibe un tratamiento alternativo pese a sus beneficios, se?ala el informe.
Kazatchkine pone como ejemplo de buenas pr¨¢cticas a Ucrania, que recientemente ha ampliado el uso de opioides como analg¨¦sicos. ¡°Es un pa¨ªs donde estaban fuertemente restringidos y se han dado cuenta de que su uso es muy positivo¡±, se?ala. En la otra cara de la moneda, el miembro del GCDP tiene dif¨ªcil poner malos ejemplos concretos: 150 de los 193 Estados reconocidos por la ONU no dejan a sus enfermos acceder a estos medicamentos o se lo pone muy dif¨ªcil. ¡°Lo que s¨ª llama la atenci¨®n es c¨®mo las econom¨ªas emergentes ¡ªcomo China, India o Rusia¡ª, que tienen ya tienen los recursos suficientes, siguen sin facilitar la prescripci¨®n de estos f¨¢rmacos¡±, a?ade Kazatchkine.
El informe del GCDP, un panel de 22 l¨ªderes mundiales entre los que figuran el exsecretario general de la ONU Kofi Annan o el expresidente chileno Ricardo Lagos, hace 10 recomendaciones a la comunidad internacional para solucionar el problema. En resumen, son estas:
- Naciones Unidas debe aprovechar la sesi¨®n especial de la Asamblea General sobre drogas (2016) para concienciar sobre este problema y reducir la diferencia entre unos pa¨ªses y otros.
- Los pa¨ªses deben reconocer que tienen la obligaci¨®n legal de asegurar el acceso a medicamentos controlados.
- La ONU y los Estados deben reconocer que las pol¨ªticas sobre drogas est¨¢n mal balanceadas, beneficiando las restricciones a las drogas de recreo en detrimento de las que tienden a evitar el dolor de los enfermos.
- Tratar las enfermedades f¨ªsicas y mentales que necesiten opioides para disminuir el dolor debe ser una prioridad absoluta.
- Los Gobiernos deben dar suficiente financiaci¨®n para asegurar el acceso a estos medicamentos.
- Se debe dar prioridad a expandir el espectro del tratamiento para la dependencia a los opioides.
- Los Gobiernos deben eliminar las barreras al acceso a los medicamentos controlados, dando m¨¢s importancia al acercamiento desde el punto de vista de la salud y los derechos humanos que el de la justicia y seguridad.
- El Panel Internacional para el Control de Narc¨®ticos (INCB, por sus siglas en ingl¨¦s) tiene que dar pasos m¨¢s decididos en colaboraci¨®n con los pa¨ªses para asegurar que se sigue la evidencia cient¨ªfica en cuesti¨®n de medicamentos controlados.
- La ONU y los Estados deben revisar las oportunidades perdidas en cuesti¨®n de uso m¨¦dico de drogas, incluidas el cannabis.
- Las Naciones Unidas y la comunidad internacional no deben dejarse influir por ideolog¨ªas a la hora de controlar el acceso a estos f¨¢rmacos. Es tiempo de la acci¨®n.
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