De Felipe Gil a Felicia Garza: la Caitlyn Jenner mexicana
La cantante y compositora se ha convertido en el rostro m¨¢s visible para la comunidad transg¨¦nero de M¨¦xico
Ella se pone de pie y sonr¨ªe nerviosa. Mide 1,80 metros a los que hay que sumar los casi diez cent¨ªmetros de sus alpargatas. Luce una falda rosada, una blusa turquesa y un esmerado maquillaje y peinado. Es la compositora y cantante Felicia Garza, tiene 74 a?os y, hasta hace uno, se llamaba Felipe Gil. Y es el rostro m¨¢s visible de la comunidad transg¨¦nero en M¨¦xico.
Felicia Garza escribi¨® decenas de canciones que se convirtieron en ¨¦xitos en los a?os setenta y actualmente ocupa la vicepresidencia de la Sociedad de Autores y Compositores de M¨¦xico. Ir¨®nicamente, en el consejo directivo, est¨¢ sola entre un grupo de hombres.
¡°Soy libre desde que sal¨ª¡±. Habla de un secreto que guard¨® 70 a?os. Dice que la primera vez que se prob¨® un vestido de mujer ten¨ªa cuatro a?os y que, a los seis, un grupo de ni?os le propin¨® una golpiza porque prefer¨ªa jugar con ni?as todo el tiempo. Su padre reaccion¨® enfurecido. ¡°Le grit¨® a mi madre que por qu¨¦ le hab¨ªa dado un hijo as¨ª¡±.
Felicia Garza actualmente ocupa la vicepresidencia de la Asociaci¨®n de Autores y Compositores de M¨¦xico
Y ser ¡°un hijo as¨ª¡± no era sencillo. Menos cuando su padre era Felipe El Charro Gil, famoso por liderar el tr¨ªo Los Caporales y la personificaci¨®n del macho mexicano. ¡°Mi padre pensaba que hab¨ªa hecho algo malo, que tener un hijo como yo era una maldici¨®n¡±. Su madre, la tambi¨¦n cantante Eva Garza, llevaba en silencio el drama familiar. Para Felicia, la culpa de cargar con el secreto de ser diferente lo llev¨® a profundas depresiones y una enfermedad que casi le cuesta la vida hace tres a?os. ¡°Casi me muero y entonces me di cuenta de que ya no pod¨ªa seguir as¨ª. Ten¨ªa que cambiar¡±.
?C¨®mo comenz¨® su transformaci¨®n? ¡°Por Internet. Buscaba informaci¨®n y quer¨ªa saber m¨¢s de la gente que era como yo. Hall¨¦ un grupo de personas que me ayudaron a salir. Fue la primera vez que me vest¨ª p¨²blicamente de mujer y me dije ¡®Por fin soy yo¡¯¡±. Afirma que su camino fue ¡°la aventura de encontrarse a s¨ª mismo¡±.
Su voz no ha cambiado de cuando la llamaban Felipe Gil. Incluso bromea y hace el acento estereot¨ªpico ¡ªy peyorativo¡ª con el que se relaciona a un hombre gay: ¡°Si quieres te puedo hablar en este tono¡±. Igual enumera la cantidad de insultos mexicanos contra la comunidad LGTB. Afeminados. Putos. Maricones. ¡°No se trata de elegir, es que simplemente eres¡±. Ella asegura que siempre le atrajeron las mujeres (se cas¨® en dos ocasiones y tiene tres hijas) y que no le interesa llevar una etiqueta. ¡°Yo me he enamorado profundamente y he amado a mis parejas¡±, explica, segura. ¡°No tengo porque ponerme una etiqueta. No creo que deba definir qui¨¦n soy. Simplemente soy¡±.
¡°Mi padre grit¨® a mi madre que por qu¨¦ le hab¨ªa dado un hijo as¨ª¡±, recuerda la tambi¨¦n cantante
La primera persona a quien confes¨® su cambio fue a su entonces mujer, de la que se separ¨® poco despu¨¦s pero mantiene una buena relaci¨®n. ¡°Ella fue muy comprensiva, me apoy¨® mucho¡±. Sus salidas, t¨ªmidas al inicio, comenzaron a hacerse m¨¢s frecuentes. Presume orgullosa que recibi¨® un homenaje en una de las velas (fiestas) de la comunidad muxe: ind¨ªgenas zapotecos que, desde tiempos prehisp¨¢nicos, han aceptado a las personas transg¨¦nero. Y en una de esas ocasiones alguien le hizo una fotograf¨ªa y la envi¨® a ¡°un compa?ero compositor¡± del que prefiere omitir el nombre. ¡°Envi¨® mi foto a todos los miembros de la Asociaci¨®n y dijo que c¨®mo era posible que el vicepresidente anduviera vestido de mujer¡±. Se reuni¨® con el Consejo directivo y al inicio le pidieron que acudiera vestida de hombre. Pero una vez que ella decidi¨® hacer p¨²blica su historia, ya acude como mujer.
Pese a que el Supremo mexicano aval¨® el matrimonio homosexual en junio de este a?o y el pa¨ªs avanza en el respeto a la comunidad LGTB, M¨¦xico sigue siendo uno de los pa¨ªses donde se producen m¨¢s cr¨ªmenes contra la comunidad LGTB de Am¨¦rica Latina. Una encuesta oficial elaborada en 2010 por el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminaci¨®n (Conapred) indica que siete de cada 10 homosexuales y transg¨¦nero en M¨¦xico afirman que han sido v¨ªctimas de agresiones y el 50% asegura que la discriminaci¨®n, las cr¨ªticas y las burlas son el pan de todos los d¨ªas. Razones no les faltan. La misma consulta indica que cuatro de cada 10 mexicanos no permitir¨ªan que una lesbiana, un gay o un transg¨¦nero viviera en su casa.
Cuando se le menciona el caso de Caitlyn Jenner, quien hasta hace meses era conocida como el deportista ol¨ªmpico Bruce Jenner, asegura que "ella lo tiene mucho m¨¢s f¨¢cil. Con el reality, la publicidad... en M¨¦xico las cosas son un poco m¨¢s dif¨ªciles".?
Cuatro de cada 10 mexicanos no admitir¨ªan que una lesbiana, un gay o un transg¨¦nero viviera en su casa
Felicia afirma que los pasos que ha dado est¨¢n dedicados a quienes han sufrido lo mismo que ella. ¡°Yo s¨¦ que tengo esa responsabilidad¡±, afirma con voz entrecortada. Pero r¨¢pidamente recupera la sonrisa. Dice que es una quimera, el animal mitol¨®gico con cabeza de le¨®n, cuerpo de cabra y cola de drag¨®n. Recita de memoria un poema de Manuel Machado: ¡°Mi voluntad se ha muerto una noche de lucha / en que era muy hermosa no pensar ni querer¡ / mi ideal es tenderme, sin ilusi¨®n ninguna / de cuando en cuando un beso y un nombre de mujer¡±.
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