Pescado ¡®marca Espa?a¡¯
Los criadores de pescados de piscifactor¨ªas comienzan a poner un sello identificativo
Tataki de bonito con tomate cherry. Usuzukuri de dorada a la bilba¨ªna con amanita caesarea. Vieira cruda con sal de coral. Sushi. El consumo de pescado ha cambiado en todo el mundo. Eso queda claro al degustar algunos de los platos, mezcla de cocina japonesa y mediterr¨¢nea, de un restaurante como el madrile?o Kabuki. Pero, a pesar de los nuevos h¨¢bitos alimenticios, Espa?a sigue siendo el primer?pa¨ªs en cuanto a piscicultura marina y uno de los principales consumidores de pescado del mundo. Hasta el momento, sin embargo, el cliente no era capaz de dar con una denominaci¨®n de origen por la que identificarlo en su punto de venta.
El pl¨¢tano de Canarias tiene puntitos negros. As¨ª reconocen casi todos los espa?oles uno de los productos aut¨®ctonos m¨¢s ilustres de la geograf¨ªa. Pero esa identificaci¨®n no es algo que naciera por casualidad. Cuando las pol¨ªticas comunitarias de Europa empujaron una competencia m¨¢s feroz, los productores de fruta se unieron para estampar un sello que pronto se har¨ªa famoso a trav¨¦s de numerosos anuncios. As¨ª, lograron que el cliente buscara espec¨ªficamente ese producto en los supermercados. Eso es lo que persigue Crianza de nuestros mares (CNM). Ahora el pescado espa?ol vendr¨¢ sellado.
Un pescado pintado de rojo y amarillo y las siglas de CNM, eso es lo que se se encuentra el cliente desde junio en los pescados cultivados en las granjas aut¨®ctonas. Como ocurri¨® con las frutas cuando entraron en el mercado europeo, los productores, organizados en la Asociaci¨®n APROMAR, asumieron esta necesidad cuando se dieron cuenta de que las doradas y lubinas de Turqu¨ªa, m¨¢s baratas, no se diferenciaban en los puntos de venta. ¡°Hay una competencia desleal clara¡±, explicaba el gerente de la asociaci¨®n Javier Ojeda mientras probaba uno de los pescados 'marca Espa?a' en el restaurante Kabuki. "No es f¨¢cil poner a los productores de toda Espa?a de acuerdo".
Ahora buscan que el pescado espa?ol sea tan reconocible como el salm¨®n de Noruega. De momento con tres especies: Dorada, Lubina y Corbina, pero tratando de alcanzar en el futuro (y con una ayuda en la inversi¨®n del Ministerio de Agricultura) los 35 productos marinos que se cultivan en las costas y que aportan 250.000 toneladas de comida. Aunque, claro, muchos consumidores siguen?prefiriendo el pescado salvaje. ¡°Debemos aceptar, como lo hicimos con los pollos, que se cr¨ªan en cautividad. Es m¨¢s f¨¢cil llegar a todos los hogares y tenerlos todos los d¨ªas en las pescader¨ªa¡±, explica Ojeda.?El pescado crudo tan de moda en cualquier japon¨¦s, adem¨¢s, es mucho m¨¢s peligroso si no est¨¢ controlado en cautividad. Tiene m¨¢s posibilidades de contener bacterias como el anisakis.
La marca aporta "proximidad y frescura", explican los productores de toda Espa?a, aunque tambi¨¦n les obliga a pasar por un auditor¨ªa externa, que les obliga a cumplir objetivos como el cuidado del medioambiente, la alimentaci¨®n, la manipulaci¨®n, los tiempos de producci¨®n, el origen y la trazabilidad. Buscan, explica Ojeda, ¡°una producci¨®n m¨¢s innovadora, sostenible con el medio ambiente y social, que mantenga los miles de empleos directos¡±. Y tratar con un sello reconocible de que la industria alrededor de la crianza marina no se desplome. Qui¨¦n sabe, quiz¨¢s dentro de unos a?os el pescado rojo y amarillo sea tan famoso como las motas de los pl¨¢tanos
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